Terapias CAR-T, la revolución en el tratamiento del cáncer y sus nuevas aplicaciones

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01/08/2025 - 18:00
Las terapias CAR-T podrían usarse en el futuro para tratar un gran número de cánceres diferentes.

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La inmunoterapia ha marcado un punto de inflexión en la oncología, cambiando las reglas del juego al enseñar a nuestro propio sistema inmunitario a combatir el cáncer. Dentro de este campo revolucionario, las terapias CAR-T se han erigido como el avance más sofisticado y esperanzador de la última década.

No hablamos de un fármaco químico fabricado en serie, sino de un "medicamento vivo", las terapias CAR-T son terapias personalizadas y de alta precisión que consisten en modificar genéticamente las células T del propio paciente para convertirlas en asesinas de tumores.

Inicialmente dirigidas a leucemias y linfomas muy agresivos y resistentes a otros tratamientos, su éxito ha abierto la puerta a un universo de nuevas aplicaciones. La investigación actual no solo busca ampliar su uso a otros tipos de cáncer, sino también a enfermedades autoinmunes, consolidando esta tecnología como uno de los pilares de la medicina del futuro.

"Es una terapia que va a tener muchísimo futuro para cualquier tipo de tumor", explicaba en una entrevista a 20minutos la doctora Berta Segura, corresponsable del laboratorio de neuro-oncología traslacional del Hospital 12 de Octubre en Madrid. "Tienen un gran potencial (...) ya que en nuestro cuerpo, para cualquier cáncer y en cualquier tejido, las células que son capaces de acabar finalmente con él son las células T".

Terapias CAR-T proceso paso a paso: cómo se fabrican los "soldados de élite"

El funcionamiento de las terapias CAR-T es un prodigio de la bioingeniería que transforma las células del paciente en un ejército dirigido. El proceso, que dura varias semanas, sigue cuatro pasos clave:

  1. La extracción (Leucaféresis): En primer lugar, se extraen millones de linfocitos T (un tipo de glóbulo blanco) de la sangre del paciente a través de un procedimiento llamado leucaféresis, similar a una donación de sangre.
  2. La reprogramación en el laboratorio: Las células T extraídas se envían a un laboratorio altamente especializado. Allí, mediante un virus modificado e inofensivo que actúa como un "taxi", se introduce en ellas un gen artificial. Este gen les da la orden de producir en su superficie un Receptor de Antígeno Quimérico (CAR), que es una especie de "radar" diseñado a medida para reconocer una proteína específica (un antígeno) que solo se encuentra en las células cancerosas del paciente.
  3. La expansión (cultivo celular): Una vez reprogramadas, estas nuevas células CAR-T se cultivan en el laboratorio para que se multipliquen hasta alcanzar cientos de millones.
  4. La infusión: Finalmente, este ejército de "células T soldado" se reintroduce en el torrente sanguíneo del paciente a través de una única infusión, similar a una transfusión de sangre.

Una vez en el cuerpo, estas células modificadas patrullan activamente, identifican a las células tumorales gracias a su nuevo receptor CAR y las destruyen de forma selectiva y muy eficaz, actuando como un misil teledirigido contra el cáncer.

Luces y sombras, la cara B de una terapia revolucionaria

El éxito de las terapias CAR-T en cánceres de la sangre como la leucemia linfoblástica aguda o ciertos linfomas ha sido extraordinario, logrando tasas de remisión completa en pacientes que ya no tenían ninguna otra alternativa terapéutica. Sin embargo, esta potente arma no está exenta de riesgos y efectos secundarios importantes que deben ser manejados en hospitales con equipos multidisciplinares expertos.

Los dos principales efectos adversos son:

  • Síndrome de Liberación de Citoquinas (CRS): Es la reacción adversa más común. Ocurre cuando las células CAR-T se activan masivamente al atacar el tumor, liberando una gran cantidad de sustancias inflamatorias (citoquinas). Es una señal de que la terapia está funcionando, pero puede provocar fiebre alta, bajada de tensión y dificultades respiratorias. Afortunadamente, hoy en día es manejable con fármacos específicos.
  • Neurotoxicidad (ICANS): En algunos pacientes, esta respuesta inflamatoria puede afectar al sistema nervioso, causando síntomas como confusión, dificultad para hablar, temblores o convulsiones. Al igual que el CRS, suele ser un efecto reversible y se monitoriza de forma exhaustiva durante la hospitalización.

Estos riesgos son la razón por la que el tratamiento exige un ingreso hospitalario prolongado y solo puede administrarse en centros acreditados con unidades de cuidados intensivos preparadas.

Más allá de la leucemia: el futuro de las terapias CAR-T

El gran horizonte de las CAR-T es expandir su éxito más allá de los cánceres de la sangre.

  • El reto de los tumores sólidos: Su aplicación en tumores como los de páncreas, pulmón o cerebro es mucho más compleja. Estos tumores crean un "microambiente" hostil que frena la acción de las células T y no siempre tienen un antígeno tan claro que atacar. La investigación se centra en desarrollar "CAR-T blindados", capaces de resistir ese entorno y de reconocer múltiples dianas a la vez.
  • Las enfermedades autoinmunes: Esta es la nueva frontera. En enfermedades como el lupus o la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca por error al propio cuerpo. Se está investigando el uso de CAR-T diseñadas para destruir selectivamente las células inmunitarias "rebeldes" que causan la enfermedad, con resultados preliminares muy prometedores.
  • Superando los obstáculos: Los principales desafíos para su generalización siguen siendo su altísimo coste (cientos de miles de euros por paciente) y el tiempo de fabricación. La gran esperanza es el desarrollo de CAR-T alogénicas, fabricadas a partir de células de donantes sanos y que podrían producirse a gran escala, creando una terapia "universal" y mucho más asequible.

En definitiva, las terapias CAR-T han inaugurado una nueva era en la medicina. Son la prueba de que el futuro de la oncología pasa por tratamientos cada vez más personalizados e inteligentes, capaces de poner a nuestro propio cuerpo a la vanguardia de la lucha contra la enfermedad.

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