TOC: El trastorno obsesivo compulsivo en la infancia y la adolescencia

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
21/02/2021 - 11:00
Niño con miedo mirando a través de un agujero / Pixabay

Lectura fácil

Según la definición que hace la medicina sobre este tipo de comportamientos, los TOC son problemas de ansiedad caracterizados por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas”. Estas compulsiones están dirigidas a reducir la ansiedad asociada.

El TOC es un fenómeno que está incluido en el “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”. Estos trastornos pueden clasificarse en tres grandes categorías: limpieza (obsesión por la higiene), verificación (inseguridad y constante chequeo respecto de situaciones domésticas) y orden (búsqueda de simetría y precisión en todo orden de cosas).

Si los padres notan algún tipo de comportamiento extraño en su hijo pueden hacerse algunas de las siguientes preguntas: ¿Tiene preocupaciones o pensamientos obsesivos sin motivo? ¿Comprueba las cosas una y otra vez? ¿Se lava mucho las manos? ¿Colecciona cosas extrañas que deberían tirarse? ¿Repite rituales extraños o innecesarios?

El verdadero TOC puede interferir con la vida de una persona hasta tal grado, que la OMS la considera una enfermedad discapacitante

Aunque no se sabe con seguridad qué causa el TOC, cada vez hay más evidencias de que se produce por una combinación de factores biológicos y psicológicos, como acontecimientos traumáticos, por eso los niños que tienen algún antecedente familiar tienen más predisposición a padecerlo.

Cuando el trastorno obsesivo compulsivo tiene lugar, esta se traduce en pensamientos obsesivos y atemorizantes que les causan ansiedad y que provocan que su cerebro este en un estado de alarma constante y que lleve a las personas que las padecen a actuar de manera compulsiva en ciertos momentos, por ejemplo, a través de rituales.

Además de que estas compulsiones llegan ser incapacitantes porque les dedican mucho tiempo y les provocan un gran sufrimiento, pueden llegan a interferir en su día a día y suelen causarles significativamente con su funcionamiento diario en la escuela y el resto de actividades vergüenza y culpa, lo que les lleva a ocultarse y aislarse, lo que dificulta su diagnóstico.

Los niños que tienen algún antecedente familiar de TOC tienen más predisposición a padecerlo

El trastorno obsesivo compulsivo no es exclusivo de la edad adulta y se calcula que afecta a un 1 % de los niños y adolescentes. De hecho, la Sociedad Española de Psiquiatría asegura que al menos la mitad de los adultos que son tratados por este tipo de problemas ya lo padecían desde la infancia, muchos de ellos sin ser tratados. 

Detectarlo a edades tempranas, supone, por tanto, iniciar el tratamiento antes y ahorrar mucho sufrimiento a quienes lo sufren durante años. Además, aunque es probable que persista en la edad adulta, si se trata desde la infancia, podría remitir una vez llegada la adolescencia y la edad adulta.

Además, antes de diagnosticar a un niño con un trastorno obsesivo compulsivo, hay que tener en cuenta que en el desarrollo habitual de los niños aparecen signos que pueden confundirse con este trastorno. Por ejemplo, con dos o tres años es normal que quieran realizar todas las actividades a la misma hora, con 4 o 6 que experimenten muchos miedos nocturnos, que jueguen a no pisar las rayas de las baldosas, que cuenten objetos… Todas estas conductas son normales y forman parte de un desarrollo psicosocial normal.

Cómo se trata

El tratamiento de este tipo de trastornos debe ser multidisciplinar y debe ser una combinación de fármacos y psicoterapia, tanto para el menor como para la familia.

El tratamiento más eficaz para tratar a niños y adolescentes con TOC suele ser la combinación de fármacos con la terapia cognitivo-conductual, que incluye:

• Entrenar al menor a exponerse de manera controlada a las obsesiones y a evitar que responda con compulsiones.

•Modificar las falsas convicciones que le llevan a pensar de manera obsesiva parar evitar también las compulsiones.

•Relajación.

Según apunta la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), si el trastorno no es muy grave puede incluso tratarse desde Atención Primaria, y con el tratamiento anterior, lo más probable es que se note mejoría a las 8 o 12 semanas. De no ser así, el menor podría ser derivado a salud mental.

¿Tienes algún TOC? ¿Cómo haces para combatirlo?

Añadir nuevo comentario