Trump duerme en un búnker mientras Washington vive en toque de queda

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
02/06/2020 - 08:01
Tensión en las calles, toque de queda en Washington.

Lectura fácil

El clima de tensión en Estados Unidos está sobrepasando los límites del Gobierno de Donald Trump, que anunciaba este último fin de semana de mayo el despliegue de miles de soldados y agentes del orden fuertemente armados para controlar el toque de queda en Washington.

Con esta acción, el presidente estadounidense atajar de raíz la violencia en un país demasiado revuelto durante las últimas jornadas a raíz de la muerte de un joven afroamericano asfixiado por un policía en un forcejeo desproporcionado.

Decretado el toque de queda en Washington

Así las cosas, Donald Trump ha decido elevar los medios de seguridad para garantizar que se cumple el toque de queda decretado por el ayuntamiento de Washington y evitar las protestas violentas durante la noche.

Para ello, un helicóptero del ejército se encarga de vigilar desde el aire la capital de Estados Unidos con el objetivo de dispersar cualquier foco de violencia en las calles.

“Soy el presidente de la ley y orden”, proclamó Donald Trump en una rueda de prensa de lo más alarmante en los jardines de la Casa Blanca este lunes.

El líder estadounidense definió el grueso de las protestas como “terrorismo doméstico” e invocó una ley de 1807 para desplegar el Ejército en los estados que no sean capaces de frenar la violencia. “Protegeré vuestras vidas y vuestros derechos, también la segunda enmienda”, dijo Trump en alusión al derecho a la posesión de armas en este país.

El espectáculo televisivo de Donald Trump

Lo cierto es que el presidente Trump sabe manejarse muy bien ante las cámaras y sabe qué es lo que vende en televisión. Por eso mismo, el que también fuera productor de televisión, quiso aprovechar el momento para llenarlo de dramatismo y reforzar su posición frente a los disturbios.

Que por cierto, la mayoría de las protestas que se están produciendo en el país son pacíficas, a excepción de algunos conatos de violencia que suelen aparecer en contadas ocasiones.

El caso es que tras la figura del presidente aparecían imágenes proyectadas con las acciones policiales de estos días. Efectivos de la Guardia Nacional dispersando manifestantes frente a la Casa Blanca con gases lacrimógenos, pelotas de goma, empujones y caballos.

Después de su discurso, Donald Trump visitó con la Biblia en la mano una iglesia que había sido quemada en la noche de antes. Pero esta imagen no gustó a la obispo responsable del recinto, que se declaró indignada ante lo que consideraba un abuso de símbolos sagrados por parte del presidente.

Trump insulta a los gobernadores por no imponerse

A todo esto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, criticó la fuerza usada por la policía para dispersar a los manifestantes sólo para que Trump pudiera llegar a pie a la iglesia. De hecho, lo calificó de algo "vergonzoso".

¿Esto es ‘hacer América grande de nuevo’? ¿Es esto americano? No me lo parece”, dijo. “Ha creado un momento explosivo sólo para hacerse una foto”, sentenció por su parte el gobernador de Illinois J.B. Pritzker.

Y es que la respuesta del presidente frente a los actos que se están produciendo en el país está siendo contundente, tanto que hay quienes observan incrédulos lo que está pasando.

Horas antes de su intervención ante la prensa, Trump mantuvo una charla intensa con los gobernadores de los 50 estados del país, a los que insultó a la vez que les pedía imponerse frente a los manifestantes. "Si no paráis esto “todo va a ir a peor”. “La mayoría de vosotros sois unos débiles”, “unos tontos”, les gritó, como puede apreciarse en la grabación de la conversación filtrada a la prensa.

Toque de queda en Washington mientras Donald Trump pasa la noche en un búnker

El presidente vive con alarma lo que está pasando en Estados Unidos mientras los servicios secretos lo llevaron a un búnker de la Casa Blanca, algo que solo se aplica en caso de alerta terrorista alta.

En este sentido, Trump tuiteó a la mañana siguiente que siguió de cerca “cada movimiento” de manifestantes, policía y servicios secretos. Recalcó que no podía haberse sentido “más seguro”. Lo que no se sabía es que desde donde lo ­siguió todo fue desde el fortificado subterráneo de la Casa Blanca.

Así están las cosas en Estados Unidos en los últimos días mientras la mano de hierro de su presidente aplica con dureza medidas de dispersión para erradicar lo antes posible la violencia en las calles.

Añadir nuevo comentario