El tráfico ilegal de primates sigue creciendo en China

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11/02/2020 - 11:23
Un grupo de primates reposando. Foto de Pixabay

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Hasta 400.000 euros pagan por conseguir un gorila en el mercado negro, mientras que un chimpancé se puede adquirir por 70.000 a los traficantes internacionales de animales. Esto comercio ilegal de primates se encuentra en pleno crecimiento alrededor del mundo, pero en especial en China.

Así lo han puesto de manifiesto la directora adjunta del Instituto Jane Goodall, Laia Dotras, la directora del Centro Darwin, Montserrat Ubach, la directora de la Fundació MONA, Olga Feliu, y la directora técnica del santuario Rainfer de Madrid, Marta Bustelo, durante un encuentro en el que han participado esta semana en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.

Dotras denunció el "gran problema del tráfico internacional de primates", un "negocio millonario" que causa que en China hoy en día "un chimpancé se pueda vender en el mercado negro por 70.000 euros", o, como puntualizó Feliu, que en el país asiático "se compren gorilas por 400.000 euros".

Los primates se transportan de manera ilegal en cajas pequeñas, y solamente llegan vivos uno de cada diez

Como los primates son considerados un bien de prestigio, se ha notificado el auge de su tráfico en China. Esto ha provocado que se adquieran zoológicos, como mascotas o para espectáculos como una muestra de poder económico sin tener conciencia de las consecuencias en la salud de los animales.

Laia Dotras dijo que no se culpase a las comunidades locales, ya que solo tratan de vivir de forma digna. Además resaltó que un cazador local solo obtiene unos 15 euros por chimpancé, por lo que Dotras señaló a las mafias internacionales como los grandes culpables.

Estos primates, que se emplean en espectáculos de circo, televisión o cómo mascotas padecen de muchos problemas en su salud física o mental.

Bustelo señaló que se les entrena con castigos violentos para que 'aprendan' a llevar a cabo actividades que no forman parte de su naturaleza.

Por otro lado, también se especificaron las labores que llevan a cabo los centros de primates como Rainfer, que tratan de rehabilitar a los primates a través de su socialización con individuos de su misma especie y a los que aplican tratamientos para enfermedades crónicas causadas por su paso en espectáculos.

Estos animales no pueden ser reintroducidos en su hábitat por las graves secuelas que presentan tras este maltrato

Así se puede ilustrar en el caso de 'Tarzán', un chimpancé que "no se atrevió a salir al aire libre hasta nueve años después de llegar a Rainfer debido a un trastorno de agorafobia causado por haber vivido siempre en espacios cerrados en un circo".

Ubach reclamó medidas para evitar el tráfico ilegal e indicó que la legislación española sólo permite las transacciones de primates entre instituciones y no entre particulares.

Sin embargo, también recordaron que "el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) legaliza que un primate sea de tu propiedad cuando nace bajo tu tutela, aunque sus progenitores hayan sido adquiridos de forma ilícita".

Por ello, reivindicó una proposición no de ley aprobada por todos los grupos del Congreso en julio de 2017 que prohíbe explícitamente "la tenencia particular de primates y solo se lo permite a zoos y centros de rescate".

Se pide a la administración su apoyo para los centros de rescate de primates

Todas las participantes en el debate pidieron a la administración que apoye a los centros de rescate y Bustelo reclamó que "el millón de euros que recauda el Estado en incautaciones de tráfico de animales cada año se destine a centros de rescate, así no haría falta mover el dinero de otras partidas del presupuesto".

Las diferentes expertas remarcaron la necesidad de la concienciación para entender que los primates no pueden tenerse como animales de compañía porque son animales salvajes.

Bustelo puso como ejemplo la sonrisa que ponen los primates en anuncios de televisión y películas, y que nosotros asociamos a la emoción humana de la felicidad y tenemos normalizada porque"asociamos los monos como animales divertidos", en realidad es "una señal de miedo".

"La gente cree que un primate es como un perro y quiere que le toquen y le achuchen cuando no es así, hay una falta de información tremenda", además reprochó que "la gente se informa cuando ya tiene un primate como mascota y no antes" lamentaba Bustelo.

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