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Bruselas se prepara para dar un paso decisivo en la lucha contra la pobreza. La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para Derechos Sociales, Roxana Mînzatu, anunció en el Fórum Europa, celebrado en la capital comunitaria, que la institución comunitaria presentará el próximo año su primera estrategia integral contra la pobreza. El plan, de alcance histórico, aspira a erradicar este problema social para 2050 y a sacar a 15 millones de personas del riesgo de exclusión social antes de 2030.
Durante su intervención en el encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, Mînzatu fue tajante: “La situación actual es inaceptable”. A su juicio, la pobreza sigue siendo un lastre persistente para millones de ciudadanos europeos, y los indicadores más recientes muestran un aumento preocupante, especialmente entre los niños.
La vicepresidenta subrayó que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comparte una “fuerte ambición” en este terreno y respalda la iniciativa como uno de los ejes sociales prioritarios de la actual legislatura. “El año que viene presentaremos un mensaje contundente a escala europea”, adelantó Mînzatu, dejando claro que la erradicación de la pobreza no será un mero compromiso político, sino un objetivo medible y con plazos definidos.
93 millones de europeos en riesgo de exclusión
Las cifras, según la propia Comisión, hablan por sí solas: 93 millones de personas viven hoy en la Unión Europea en riesgo de pobreza o exclusión social. Para Mînzatu, se trata de un desafío que ningún país puede afrontar de forma aislada. Por ello, hizo un llamamiento a los Estados miembros, las comunidades locales y los agentes económicos a trabajar de manera conjunta y coordinada.
“Este no es un problema que se resuelva únicamente con el dinero de la Unión Europea”, advirtió la vicepresidenta. Según explicó, el éxito del plan dependerá de la inversión social sostenida y de una planificación coherente de los recursos a nivel nacional y regional.
La futura estrategia contra la pobreza, que la Comisión prevé presentar en 2026, será una de las herramientas más ambiciosas y complejas en materia social de la historia de la institución. Mînzatu detalló que el plan abarcará distintos ámbitos interconectados, como el transporte, la precariedad energética o la inclusión laboral, con el fin de abordar las múltiples causas que generan desigualdad.
Uno de los ejes más sensibles será la pobreza infantil. “Estamos estudiando la mejor manera de atajarla de forma estructural”, explicó. Para ello, se prevé reforzar la coordinación entre las distintas administraciones europeas y nacionales, de modo que los esfuerzos en educación, sanidad y servicios sociales se complementen.
Vivienda asequible y el principio de “Housing First”
Entre las medidas concretas que prepara Bruselas, destaca la presentación en diciembre de un plan europeo de vivienda asequible, que incluirá un conjunto de acciones para abordar la situación de las personas sin hogar.
El enfoque central será el principio “Housing First” (vivienda primero), que parte de la premisa de que garantizar un techo estable es el primer paso hacia la reintegración social y laboral.
El Fondo Social Europeo + (FSE+) servirá como instrumento financiero para apoyar a las personas más vulnerables, subvencionando ayudas temporales de alojamiento. Pero Mînzatu insistió en que no basta con destinar fondos: “Debemos capacitar también a las autoridades locales para que gestionen e inviertan en su propio parque de viviendas”.
La Comisión Europea está evaluando, además, modificaciones en las normas sobre ayudas estatales, con el fin de facilitar la inversión pública en infraestructuras sociales. El objetivo es simplificar los procedimientos para que tanto las administraciones públicas como las entidades privadas puedan desarrollar proyectos de vivienda y servicios esenciales con mayor agilidad.
Paralelamente, se ha completado una revisión intermedia de la política de cohesión, que permitirá a los Estados miembros redirigir fondos hacia la prioridad de la vivienda. Las nuevas reglas contemplan mayores tasas de cofinanciación y prefinanciación, así como ventajas adicionales para aquellos países que destinen inversiones a los retos habitacionales.
“Los fondos europeos son solo parte de la respuesta”
A pesar del peso de la financiación comunitaria, Mînzatu insistió en que los fondos europeos son solo una parte de la respuesta. Erradicarla requiere un cambio estructural, una visión a largo plazo y la implicación activa de todos los niveles de gobierno.
La estrategia que la Comisión presentará en 2026 no pretende ser un documento más, sino una hoja de ruta para un nuevo modelo social europeo. Si logra sus objetivos, la UE no solo habrá reducido la pobreza, sino que habrá dado un paso decisivo hacia una Europa más justa, inclusiva y cohesionada.
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