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Dos de cada tres españoles ven con incertidumbre su capacidad para acceder a una vivienda en el futuro y solo un 8 % afirma sentirse tranquilo ante la evolución del precio de los inmuebles, según el 'II Barómetro de la Vivienda' elaborado por el Grupo Mutua de Propietarios.
Entre los españoles que muestran su incertidumbre respecto a sus capacidad de acceder a una vivienda, el 43 % se declara estar bastante preocupado, y un 24 % muy preocupado. Los perfiles que sienten mayor inquietud respecto a este tema son los jóvenes de 18 a 24 años -un 77 %- y las familias numerosas -75 %-.
Asimismo, a mayoría de los españoles -y de forma especial los colectivos vulnerables: jóvenes y aquellos con menores ingresos- se muestra escéptica ante el impacto de las políticas públicas en la vivienda y, por tanto, cree que no impulsarán una bajada del precio de los inmuebles.
En concreto, uno de cada tres las considera contraproducentes, un 36 % sin ningún efecto, y solo uno de cada diez considera que pueden ser efectivas y cumplir con su objetivo.
La vivienda, un sueño cada vez más lejano
Una reciente encuesta revela que dos de cada tres españoles ven con incertidumbre su capacidad para acceder a una vivienda en el futuro, ya sea en régimen de compra o alquiler. Esta percepción refleja una creciente desconfianza en el sistema inmobiliario y una preocupación generalizada por los precios, la falta de oferta asequible y los bajos salarios, especialmente entre los más jóvenes.
La sensación de inseguridad habitacional se ha intensificado en los últimos años debido a la escalada de precios, la inflación y la dificultad para ahorrar, factores que están dejando fuera del mercado a gran parte de la población.
Los jóvenes, los más afectados
Los datos muestran que los menores de 35 años son el grupo más afectado por la incertidumbre. Muchos de ellos se ven obligados a compartir piso o seguir viviendo con sus padres, incluso con empleos estables, debido a los altos costes del alquiler y los requisitos para acceder a una hipoteca.
La falta de políticas públicas efectivas en materia de vivienda, sumada a un parque de viviendas sociales limitado, agrava esta situación. A esto se suma el auge del alquiler turístico, que reduce la disponibilidad de pisos para uso residencial en zonas urbanas.
¿Qué soluciones están sobre la mesa?
Ante este panorama, los expertos coinciden en que es necesario un mayor esfuerzo institucional para garantizar el derecho a una vivienda digna. Se proponen medidas como la regulación del alquiler, aumentar la construcción de vivienda pública, ofrecer ayudas al alquiler para jóvenes y establecer incentivos fiscales para propietarios que destinen inmuebles a alquiler social.
También se plantea una mayor intervención estatal en la planificación urbanística para favorecer el desarrollo sostenible de ciudades, evitando la especulación inmobiliaria.
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