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El mercado inmobiliario en España está viviendo un cambio silencioso pero profundo. La sostenibilidad ha dejado de ser solo una etiqueta y hoy es un requisito obligatorio, casi imperativo, que demandan los compradores de viviendas. Según el informe La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España 2024, elaborado por Fotocasa y Solvia, el 75 % de quienes buscan casa exigen que su nuevo hogar sea energéticamente eficiente. Y esa cifra crece día a día.
Viviendas sostenibles y cambio climático
La crisis global causada por el cambio climático ha llevado a una gran mayoría de los ciudadanos a adquirir una mayor conciencia medioambiental, y eso ha cambiado algunos paradigmas que hasta ahora parecían inamovibles en el mercado inmobiliario: hoy, tres de cada cuatro personas que buscan vivienda reclaman hogares respetuosos con el medio ambiente y energéticamente eficientes, y eso ha acelerado la aplicación de unos rigurosos criterios de sostenibilidad medioambiental y ahorro de energía en las construcciones.
«Los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética de las viviendas han dejado de ser un extra o algo anecdótico para quienes buscan vivienda y ahora mismo son uno de los factores principales que se evalúan al comprar casa», señala Felipe Reuse, director general de Property Partners en España. Y no es una moda pasajera, sino una decisión que tiene muchas repercusiones: «Un hogar sostenible y eficiente energéticamente –explica– permite ahorrar en luz y en climatización, aumenta su valor de cara a una posible reventa y proporciona a sus dueños la tranquilidad de que su casa está preparada para lo que viene».
¿Qué debe tener una casa para considerarla sostenible?
Para que una vivienda sea sostenible debe cumplir ciertos requisitos de diseño y poseer determinadas instalaciones que aprovechen los recursos naturales y minimicen su consumo energético:
- Orientación y ubicación. Las viviendas sostenibles deben aprovechar al máximo los recursos naturales, como la luz solar y el agua, y su diseño debe adaptarse al clima. Además, es ideal que estén en zonas con servicios estables, colegios y centros de salud para reducir la necesidad de usar transporte motorizado.
- Uso de fuentes energéticas renovables. Para optimizar el consumo energético deben utilizar fuentes renovables, como paneles solares, aerotermia o biomasa, que reducen la dependencia de los combustibles fósiles y aumentan su autosuficiencia.
- Gestión eficiente de residuos. Para reducir al mínimo la cantidad de residuos, deben incorporar sistemas de compostaje y reciclaje.
- Materiales de construcción sostenibles. El empleo de materiales ecológicos o reciclados es uno de los pilares en los que se asienta la construcción de otras sostenibles. Es vital que cuenten con aislamiento térmico de calidad, sobre todo en ventanas y puertas, para evitar la pérdida de calor y el aumento del consumo energético.
- Diseño pasivo. Este enfoque incluye la orientación estratégica de la vivienda, para capturar la luz solar y favorecer la ventilación cruzada, y la integración de elementos ecológicos como techos verdes o muros vegetales como aislantes naturales.
- Bajo consumo energético. Incorporar electrodomésticos con etiquetas energéticas eficientes, iluminación de bajo consumo y sistemas domóticos mejora la sostenibilidad y la eficiencia de la vivienda.
Las ventajas de incorporar esos seis factores saltan a la vista al instante. «Una temperatura estable durante todo el año gracias a aislamiento térmico eficiente y el uso de energías renovables como la geotermia o la aerotermia; un menor consumo energético, una mejor calidad del aire interior y, sobre todo, una mejor habitabilidad y funcionalidad de la vivienda», enumera Reuse.
Pese a este enorme listado de beneficios, el parque de viviendas español está lejos de ser sostenible. Según Idealista, solo el 8,4 % de las viviendas disponibles en su portal cuentan con la etiqueta medioambiental A, mientras ocho de cada diez están entre las categorías, D y G.
Y hay un beneficio más: las casas ‘verdes’, las que cuentan con la máxima calificación energética, se venden por un precio hasta un 9,7 % superior, según el Banco de España.
La casa semienterrada de Javier Barba, icono de la nueva sensibilidad medioambiental
Un símbolo de esta nueva sensibilidad es Casa Riera. También conocida como la 'casa semienterrada', esta vivienda bioclimática levantada en la comarca catalana del Maresme en 1986 por el arquitecto Javier Barba acaba de ser rescatada por el artista digital Ezequiel Pini, más conocido por su alias Six N. Five, y 'premiada’ en el evento Noche AD100 205, un encuentro organizado por AD España, en el que se destacó su fusión de naturaleza, historia y creatividad.
Barba la diseñó a modo de refugio subterráneo, integrado en el paisaje y cubierto de vegetación en el que destacan las rocas graníticas de su fachada. «El efecto pétreo y esas formas triangulares para romper el hormigón buscaban que la casa no se sintiera impuesta, sino integrada en el paisaje», señala Barba. A lo que su actual propietario añade: «Entrar por la escalera y sentir que te adentras en una obra de arte es mágico. Aquí la arquitectura y la naturaleza hablan el mismo idioma».
«La Casa Riera de Javier Barba es uno de los mejores ejemplos de vivienda sostenible en España y un espejo en el que deberían mirarse las nuevas construcciones –asegura Felipe Reuse, director general de Property Partners España–. Pero no se trata de imponer, sino de ver las magníficas oportunidades que las viviendas sostenibles ofrecen al mercado inmobiliario para ofrecer a los compradores casas energéticamente eficientes y respetuosas con el medio ambiente».
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