El voto de la discapacidad este 23J

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25/07/2023 - 08:05
César Nieto ejerciendo por primera vez su derecho al voto en 2019

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En España hay más de 4,3 millones de personas con algún tipo de discapacidad, aproximadamente un 9 % del total de la población de nuestro país. Este domingo 23J, ellos también ejercieron el derecho al voto, y de una manera accesible.

En 2018, el Congreso aprobó por unanimidad una reforma en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, impulsada por el PSOE, que permitió votar a las alrededor de 100.000 personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental o deterioro cognitivo que hasta entonces no podían.

La iniciativa legislativa surgió dos años antes en la Asamblea de Madrid y, al aprobarse, España se convirtió en el octavo país de la Unión Europea en dejar de aplicar restricciones de voto a ciudadanos con discapacidad.

De todos ellos, la discapacidad visual es la quinta más común en nuestro país. Ese colectivo ha podido solicitar el kit de votación accesible, que contiene papeletas y sobres electorales estándar acompañados de documentación complementaria en braille para identificar las papeletas con las yemas de los dedos.

"Afronto las elecciones como cualquier otro ciudadano, es el momento para reivindicar cuáles son nuestras peticiones y qué es lo que queremos para los próximos años. Queremos participar independiente de que tengamos o no una discapacidad. Votar es fundamental. Es el momento para elegir quién queremos que nos represente", aseguraba  la responsable del departamento de Comisión Braille Española y Etiquetado y responsable de la Unidad de Braille en ONCE, Marina Rojas.

Por su parte, el presidente de la Confederación de Personas Sordas (CNSE), Roberto Suárez, ha señalado que "cualquier ciudadano de España tiene derecho a elegir de manera democrática quien quiere que le represente" como recoge la Constitución Española. Sin embargo, ha explicado que en otros países de Europa "sigue habiendo personas con discapacidad que no tienen derecho al voto". "Esto es discriminatorio", ha denunciado.

En su caso, ha señalado que la parte "positiva" es que las personas sordas designadas para ejercer de presidente/a o vocal durante los comicios pueden hacerlo en condiciones de accesibilidad. Sin embargo, ha indicado que eso "no pasa en todos los colegios electorales".

"Si tienes la suerte de que te toque votar en una mesa donde haya intérpretes de lengua de signos, perfecto. Pero no es lo habitual. Somos muchas las personas sordas que cuando vamos a votar encontramos barreras de comunicación, y eso debe cambiar. La comunicación no puede ser una cuestión de suerte o de casualidad, sino de derechos", ha defendido.

Respecto a que si las campañas electorales o los debates han sido accesibles, ha señalado que "la mayor parte de los mítines acostumbran a incorporar interpretación a la lengua de signos", aunque ha afirmado que "no ocurre así en los vídeos electorales de los diferentes partidos, los cuales pocas veces incorporan subtitulado y muy rara vez están signados".

La discapacidad está presente en todos los programas electorales

Es una realidad enormemente heterogénea y trascendente que afecta directamente a un porcentaje muy relevante de españoles. 

El 23J, todas estas personas depositaron su voto en las urnas. Un voto que las personas que habían sido incapacitadas judicialmente, la mayoría de ellas con discapacidad intelectual, conquistaron en 2019. Como siempre debió ser. Ojalá sin el menor contratiempo en el proceso. Participar de forma activa en la vida pública de este país ha sido demasiado tiempo una puerta cerrada para ellos. 

Es bastante triste y doloroso que aún los haya insistiendo en su incapacidad para votar, en que son influenciables, como si ellos fueran compartimentos estancos a los influjos, entes herméticos y acertados. 

Al poner en duda la capacidad de voto de parte de la sociedad están abogando por un sistema de sufragio meritocrático en el que lo justo sería que todos tuviésemos que demostrar si contamos con los conocimientos y la preparación necesarios para poder votar. De ser así, lo mismo se llevarían una sorpresa y serían ellos los que se quedarían sin poder meter su papeleta en la urna electoral.

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