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Dogosophy Button es el interruptor que permite a los perros controlar su entorno doméstico

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22/12/2025 - 08:17
Así funciona el Dogosophy button

Lectura fácil

Hay innovaciones que no nacen para deslumbrar, sino para resolver problemas concretos, y que precisamente por eso terminan teniendo un alcance mucho mayor del esperado. El Dogosophy Button pertenece a esa categoría. A simple vista es un interruptor inalámbrico de gran tamaño, pero su verdadero valor está en lo que representa: un intento serio de adaptar el entorno doméstico a las capacidades sensoriales y físicas de los perros. Gracias a este dispositivo, un animal puede encender o apagar distintos electrodomésticos utilizando el hocico o las patas, sin depender directamente de la intervención humana.

Detrás de esta idea no hay una startup improvisada ni un simple experimento comercial, sino años de investigación académica en un campo todavía poco conocido: la interacción animal-ordenador. El proyecto invita a reflexionar sobre cómo sería un mundo diseñado, aunque solo sea en parte, teniendo en cuenta la forma en que otros animales perciben, entienden y actúan en su entorno cotidiano.

Investigación académica con los perros en el centro

El Dogosophy Button ha sido desarrollado por el Animal-Computer Interaction Laboratory de la Open University, ubicada en Milton Keynes, Inglaterra. Este laboratorio está dirigido por Clara Mancini, profesora y experta en computación, que desde hace años estudia la relación entre los perros y los objetos, espacios y tecnologías creadas por humanos.

El trabajo del equipo no se realiza de forma aislada. A lo largo del tiempo han colaborado con organizaciones británicas especializadas en bienestar animal y perros de asistencia, como Dogs for Good y la Petplan Charitable Trust. Estas alianzas han permitido que los diseños se basen en observación directa, pruebas reales y necesidades concretas, y no únicamente en suposiciones teóricas sobre el comportamiento canino.

Diseñar el Dogosophy Button pensando como un perro

Aunque el concepto de “un botón para perros” puede sonar simple, su diseño responde a una traducción muy cuidadosa del mundo humano al universo sensorial de los canes. El Dogosophy Button es grande, robusto y fácil de localizar. Su superficie es convexa y cuenta con una textura que facilita la presión tanto con el hocico como con una pata, evitando movimientos forzados o incómodos.

El color tampoco es una elección estética. El botón es azul porque los perros distinguen bien esta tonalidad, y está rodeado por un aro blanco que genera un contraste claro, haciendo que sea aún más visible para ellos. Cada elemento ha sido pensado para reducir la confusión y aumentar la probabilidad de una interacción exitosa.

Además, el dispositivo es inalámbrico, lo que permite colocarlo exactamente en el punto del hogar donde al perro le resulte más natural interactuar. Tiene un alcance aproximado de 40 metros respecto al receptor que se conecta al aparato eléctrico, de modo que un perro puede activar una luz, un ventilador o incluso un hervidor desde una posición cómoda y segura. Una pequeña luz integrada se enciende cuando la acción se ha completado, ofreciendo una señal clara y no invasiva que confirma que “algo ha pasado”.

La idea original del botón surgió pensando en perros de asistencia que trabajan con personas con movilidad reducida, sordera u enfermedades crónicas. Estos animales ya realizan tareas complejas, pero a menudo lo hacen en espacios diseñados exclusivamente para humanos: interruptores situados demasiado altos, superficies poco accesibles o dispositivos pequeños y difíciles de accionar.

El objetivo del equipo liderado por Mancini era facilitar estas tareas diarias y, al mismo tiempo, hacerlas más seguras e intuitivas para el perro. Un botón adaptado a sus capacidades reduce el esfuerzo físico y mental, y disminuye el riesgo de errores o lesiones durante la interacción con objetos eléctricos.

De la ayuda especializada al uso doméstico

Con el tiempo, el prototipo fue evolucionando y la pregunta cambió de enfoque: si este sistema funcionaba para perros de asistencia, ¿por qué no podría utilizarlo cualquier perro para mejorar su bienestar? Así nació la idea de llevar el Dogosophy Button más allá del ámbito especializado.

El dispositivo está previsto para llegar al mercado general en noviembre de 2025, con un precio de 96 libras, unos 112 euros al cambio actual, IVA incluido. No se trata de un simple gadget llamativo, sino de una herramienta que invita al entrenamiento y a la participación activa del perro en su entorno. Acciones tan básicas como encender un ventilador en un día caluroso o activar una lámpara cuando hay poca luz pueden convertirse en decisiones controladas por el propio animal.

La propia Clara Mancini entrenó a su husky siberiana, Kara, para utilizar el botón. Según explicó, los huskies no son conocidos por su obediencia ciega, y si algo no les interesa, simplemente lo ignoran. Sin embargo, cuando el perro entiende que la acción tiene un significado claro y un beneficio directo, la actitud cambia.

Cuando la motivación existe, los perros se implican, participan y muestran una sorprendente capacidad para comprender la relación entre causa y efecto. El botón deja de ser un objeto extraño y se convierte en una herramienta de control sobre su entorno.

Un pequeño paso hacia un mundo más inclusivo

Aunque aún estamos lejos de hablar de espacios plenamente adaptados a las necesidades animales, el Dogosophy Button funciona como una declaración de intenciones. Tal y como señaló Mancini durante su presentación, los humanos hemos construido un mundo que a menudo desplaza a otras especies o las obliga a adaptarse a herramientas que no están pensadas para ellas.

El Dogosophy Button es un interruptor no cambia el sistema de raíz, pero sí propone una alternativa: rediseñar, aunque sea mínimamente, nuestro entorno para ofrecer a los animales un mayor grado de autonomía y control. En ese gesto sencillo se esconde una idea poderosa sobre convivencia, respeto y tecnología compartida.

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