La primavera, ¿la piel altera? 10 consejos para cuidar la piel en todo momento del año

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11/04/2023 - 14:46
La importancia de cuidar la piel

Lectura fácil

Llega la primavera y con ella el buen tiempo y las ganas de pasar más tiempo fuera de casa, como dice el dicho: "la primavera, la sangre altera", pero no es lo único que se altera, en esta época del año la piel de nuestro rostro es una de las partes del cuerpo que más "sufre" con los cambios. Aunque debemos cuidar la piel durante todo el año, con la llegada de la primavera hace que esté más sensible y puedan producirse más problemas.

Es la época del año con más cambios ambientales, hay días de mucho calor acompañados de bajadas bruscas de temperatura, días de mucho sol o días de lluvia, la temperatura es muy variable y esto altera a la piel. Según datos ofrecidos por la empresa Nutritienda, los problemas relacionados con la salud cutánea se incrementan más de un 30 % debido a estos factores. Los cambios de temperatura y luminosidad provocan un cambio hormonal que afecta al estado de ánimo, que a su vez, se ve reflejado en nuestra dermis.

‌10 consejos imprescindibles para cuidar la piel en primavera

Con un sol cada vez más cerca de nosotros, y por tanto más potente, los motivos para cuidar la piel aumentan y además debemos hacerlo de forma más concienzuda que en otras épocas del año. Por eso, desde Nutritienda, nos han facilitado 10 consejos ideales para que podamos mantener una piel sana todo el año:

Convertirlo en un ritual

Muchas de las imperfecciones que sufre la piel de nuestro rostro son por una inadecuada limpieza e hidratación, hay veces que, por falta de tiempo, por desconocimiento o por pereza no se hacen todos los pasos necesarios. Para que la piel este saludable es importante seguir llevar una rutina adecuada, sin olvidarnos de todos los pasos. Para facilitarnos esto, lo mejor es convertir este momento del día en algo especial para que estemos deseando que llegue.

Empieza por la limpieza

Para tener una piel radiante es fundamental que esté limpia e hidratada. Lo primero que hay que hacer es limpiar el rostro, mañana y noche, con agua tibia y con un producto específico para cada tipo de piel, esto hará que los poros se abran y la piel se oxigene ya que, tanto a lo largo del día como de la noche, se acumula suciedad y residuos que los obstruyen. Una buena limpieza facial ayudará a eliminar las células muertas, retrasará la aparición de arrugas, dará más luminosidad y es fundamental para evitar la aparición de puntos negros y granitos.

El tónico nunca está de más

Una vez esté limpia la piel es conveniente utilizar un tónico, se trata de una fórmula que contiene agua purificada mínimamente mineralizada con un pH fisiológico, con unos tensioactivos no iónicos y glicerina, pero dependiendo para qué tipo de piel está destinada puede llevar otros ingredientes, como aceite de almendras dulces o agua de rosas. Se puede usar por la mañana y por la noche para tonificar la piel y restablecer el pH del cutis.

El 'boom' del sérum

Después de limpiar y tonificar nuestra piel, lo siguiente es aplicarnos un buen sérum. En la actualidad hay una gran variedad de estos y lo cierto es que al demostrar su eficacia se convertido en un auténtico 'boom'. Sin embargo, estos no sustituyen a nuestra crema facial hidratante de todos los días, que deberá ir después de la aplicación de este.

Exfoliar la piel una vez a la semana

La exfoliación es muy beneficiosa, ya que nos ayuda a eliminar las pieles muertas y otras impurezas. Sin embargo, es conveniente no pasarse con ella, por eso es mejor reservarlo para un día a la semana. Además, al requerir algo más de tiempo, también es importante poder contar con tiempo extra y mimarnos un poco más.

Se pueden usar exfoliantes que se venden en el mercado adecuados para cada tipo de piel o usar ingredientes naturales como el azúcar, café, sal marina o avena. Lo más importante es que la exfoliación sea suave ya que la piel del rostro es muy delicada, sobre todo en personas con pieles sensibles.‌ Para pieles grasas un exfoliante perfecto es un puñado de copos de avena triturados con dos cucharadas de azúcar y el zumo de medio limón. Para pieles normales y secas es mejor sustituir el zumo de limón para que no reseque.

Usar mascarillas faciales una o dos veces a la semana

Para que la piel tenga un extra de hidratación es importante aplicarse una mascarilla una o dos veces a la semana. Se debe aplicar sobre la piel limpia y dejar actuar entre 20 y 30 minutos y después retirar con abundante agua tibia. Una buena mascarilla revitalizante se hace mezclando arcilla verde (una cucharada sopera), agua, zumo de limón y dos cucharadas de aceite de oliva. Con el buen tiempo la piel también se expone más a los rayos de sol y al aire por lo que una buena hidratación de la piel hace que ésta luzca más sana y calmada.

Es importante destacar que si la piel se ha expuesto al sol se pueden usar aceites esenciales como el aceite de almendra, de jojoba, el aloe vera o la manteca de karité que tiene propiedades calmantes y nutritivas. Se pueden mezclar 20 ml de gel de aloe vera puro con una cucharadita de miel, 5 ml de aceite de jojoba y 5 gotas de aceite de árbol de té para calmar la piel después de una sobreexposición prolongada al sol.

‌Usar protección solar durante todo el año

Es muy importante usar protección solar durante todo el año, según una encuesta realizada por Nutritienda, un 60 % de los españoles sólo utiliza protección solar en la piscina o en la playa en sus vacaciones de verano, y no el resto del año. Con la llegada de la primavera la piel se expone a los primeros rayos de sol que pueden provocar quemaduras, ya que la piel está más sensible. Hay que concienciarse que los rayos de sol son igual de dañinos que en verano.

‌Dormir las horas suficientes

Cuidar la piel no solo exige el uso de cremas o tónicos, también necesita que mejoremos algunos de nuestros hábitos, como puede ser el del sueño. La falta de sueño puede tener efectos negativos en el cutis. Es conveniente dormir siete u ocho horas para que la piel se oxigene, se produzca colágeno y aumente la elastina, además, las células se regeneran, lo que hace que la piel esté firme, luminosa y radiante. La falta de sueño produce radicales libres que causan envejecimiento prematuro.

‌Cuidar la alimentación

De la misma forma que el sueño es importante, también lo es nuestra alimentación. Cuidar la piel pasa por introducir más alimentos que contengan colágeno o que potencien y estimulen su producción. La vitamina C, que podemos encontrar en alimentos como el kiwi, la naranja o el limón, son especialmente recomendables para tener en nuestra dieta diaria.

Por otro lado, integrar alimentos altamente concentrados en vitamina E y A, como las zanahorias, las batatas, las semillas o los aceites vegetales, también es más que recomendable. Aunque no lo creas, el tomate también nos ayuda a cuidar la piel, ya que contienen licopeno, un antioxidante natural que nos ayuda a evitar el envejecimiento prematuro, que pueden causar por ejemplo la ingesta de alcohol, un exceso de azúcares refinados o si fumamos.

‌Mantenerse hidratado

La hidratación es esencial no solo para nuestro cuerpo en general, sino también en especial para nuestra piel. Hay que beber un mínimo de dos litros al día para que el cuerpo esté hidratado. Se puede combinar con zumos (con poco o nada de azúcar) e infusiones o con alimentos como el tomate, el pepino, el melón o la sandía, que contienen bastante agua.

‌Hacer deporte

El deporte tiene una infinidad de beneficios tanto en nuestra salud física como mental. Por supuesto, también lo tiene a la hora de cuidar la piel. Esto se debe a que favorece la liberación de endorfinas, lo que hace que nuestro estado de ánimo mejore, se reduzca el estrés, mejore la circulación, etc. Esto a su vez provoca que la piel esté más brillante, suave y con apariencia más joven.

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