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Cerca de 1.900 perros fallecen debido a atropellos durante los principales meses vacacionales en España, especialmente entre mayo y septiembre, según datos recientes. La Real Sociedad Canina de España (RSCE) ha lanzado una advertencia con motivo del inicio de la primera gran operación salida del verano, que arranca este martes 1 de julio, apelando a la responsabilidad de los conductores y dueños de mascotas para prevenir estos atropellos, muchos de los cuales podrían evitarse con simples medidas de precaución.
Estudios de Royal Canin, el RACE y la Dirección General de Tráfico (DGT) indican que alrededor del 70 % de estos atropellos se producen en carreteras secundarias y vías interurbanas, donde el acceso no está tan controlado y los animales pueden irrumpir con facilidad en la calzada.
Zonas rurales y turísticas, puntos críticos para los atropellos de perros
Las comunidades más afectadas por este problema son Andalucía, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha, especialmente durante el verano, cuando aumenta la circulación en estas regiones, que suelen ser puntos de paso o destinos turísticos. En estas zonas, la presencia de estaciones de servicio, áreas de descanso y accesos a entornos rurales exige una mayor atención y responsabilidad por parte de los conductores y propietarios de animales para evitar atropellos.
Un simple descuido, aparentemente insignificante —como colocar mal una correa, no cerrar correctamente una puerta o apartar la atención del animal por unos segundos— puede convertirse en el detonante de una tragedia. La Real Sociedad Canina de España (RSCE) advirtió que situaciones tan comunes como estas pueden bastar para que un perro se escape y corra hacia la carretera, lo que puede derivar en consecuencias graves e irreparables tanto para el animal como para las personas.
La legislación vigente establece de forma clara que está prohibido dejar a los animales sin la supervisión adecuada en contextos donde exista el riesgo de que accedan a espacios públicos, como calles o carreteras. Sin embargo, desde la RSCE insisten en que cumplir con las obligaciones legales no es suficiente si no se acompaña de una actitud verdaderamente empática, consciente y responsable por parte de quienes conviven con animales de compañía. Así lo manifestó también la Canina, remarcando que la normativa debe ir de la mano con un compromiso real con el bienestar del animal.
Recomendaciones de la RSCE
La RSCE hizo hincapié en que, además del peligro evidente que representa un atropello para la vida del perro, este tipo de incidentes pueden desencadenar accidentes en cadena que pongan en riesgo la integridad de otros usuarios de la vía, como conductores, ciclistas o peatones. Por ello, la entidad insta a extremar las precauciones en todo momento, incluso en trayectos cortos y aparentemente rutinarios.
Entre sus recomendaciones se encuentra el uso obligatorio de sistemas de sujeción homologados para transportar a los perros de forma segura dentro del vehículo. Estos pueden ser cinturones especiales, transportines adecuados al tamaño del animal, o separadores que delimiten el espacio en el maletero. Asimismo, recalcan que nunca se debe dejar solo a un perro dentro del coche, especialmente si este se encuentra al sol, ya que las altas temperaturas pueden provocarle un golpe de calor fatal.
Además, es fundamental sujetar al perro firmemente antes de abrir la puerta del coche, incluso en paradas breves, ya que cualquier distracción podría dar lugar a una huida repentina con riesgo de atropellos. También se aconseja realizar pausas frecuentes durante viajes largos para que el animal pueda hidratarse, pasear y reducir su nivel de estrés. En todo momento, pero especialmente cuando se esté cerca de zonas urbanas o vías con tráfico, es imprescindible mantener una vigilancia constante sobre el animal para evitar posibles atropellos.
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