¿Pueden los audífonos combatir el Alzheimer y la soledad? La historia de dos personas, Belén y Augusto, a las que su uso frenó su deterioro cognitivo

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26/09/2023 - 08:21
¿Pueden los audífonos luchar contra la soledad?

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Más de 800 mil personas en España padecen Alzheimer, según datos de la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA). Quizás la enfermedad neurodegenerativa más conocida, para la que, sin embargo, todavía no existe un tratamiento definitivo que frene su avance. Aunque aún existe un gran desconocimiento acerca del Alzheimer, lo que se sabe es que existen factores de riesgo de padecerla y acciones que podemos realizar para retrasar su aparición o mitigar sus efectos. Según un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Canadá), la soledad y el aislamiento están directamente relacionados con la aparición de la demencia.

El aislamiento social se asocia a la pérdida auditiva

A su vez, este aislamiento social está muy asociado a la pérdida auditiva, ya que cuando una persona posee dificultades para escuchar, o no entiende bien lo que le están diciendo, poco a poco se va alejando de su entorno social, aumentando el riesgo de padecer algún tipo de neurodegeneración o malestar psicológico. Este es el motivo por el que las relaciones sociales son positivas para mantener nuestro cerebro en forma y activo: nos reconfortan, nos dan mayor seguridad y nos ofrecen apoyo emocional.

Es ahí donde Audika, expertos en soluciones auditivas, quiere dirigir su mirada en el Día Mundial del Alzheimer que se conmemora cada 21 de septiembre: en concienciar a la población acerca de todo aquello que se puede hacer para combatir y frenar la pérdida cognitiva. Especialmente, en tanto en cuanto al aislamiento que produce la pérdida auditiva, donde el uso de audífonos puede contribuir muy positivamente a la lucha contra la soledad y la aparición de enfermedades neurodegenerativas, o la pérdida de memoria.

Ese es el caso de Belén, y también el de Augusto. A ambos, los audífonos les han cambiado la vida.

Belén y Augusto: dos personas a las que los audífonos salvaron del aislamiento, volviendo a ser ellos mismos

Belén acudió a un centro de Audika en Valladolid acompañada de su marido y de su hija, quienes estaban muy preocupados por su estado de salud. Belén acusaba cambios de humor repentinos, notaban que le costaba concentrarse y solía aislarse. Su familia decidió buscar solución desde el principio y por eso estaba recibiendo tratamiento de una prestigiosa clínica deneurología de Galicia, donde, tras varias revisiones médicas, le detectaron que podría estar sufriendo pérdidas de memoria.

Cuando acudió a los expertos de audición, Belén se resistía a aceptar que padecía pérdida auditiva, pero, tras el estudio completo y las explicaciones de los expertos en audiología, su actitud fue cambiando y empezó a asimilar su pérdida auditiva.

Fue en la prueba de la adaptación de sus audífonos cuando tanto Belén como su familia se emocionaron por primera vez. Tras varios días con sus audífonos, Belén aseguraba: ‘Me habéis cambiado la vida no solamente a mí, sino también a mi marido’. Pequeñas cosas, como notar un descenso significativo en el volumen de la televisión, o poder mantener una conversación
mucho más fluida y agradable, que proporcionan una gran mejoría tanto en la calidad de la vida, como en el bienestar emocional. Tal y como resume Belén: ‘qué importante es oír bien’.

Por otro lado, el centro de Audika Salamanca, hace un par de años, fue el encargado de recibir a Augusto con su mujer que acudían a realizarse un examen auditivo. A pesar de que él no quería, su mujer insistió y consiguió que viniera. Durante la primera visita, su mujer, Tere, compartió que Augusto padece Alzheimer, le hace la vida complicada por su carácter y nota que la enfermedad avanza rápidamente. Al realizarle el estudio auditivo, se confirmó que ambos necesitaban audífonos, por lo que al momento adaptaron los audífonos de Augusto.

La magia comenzó a suceder a los pocos meses, cuando Augusto iba a las revisiones y tenía un carácter totalmente distinto: pasó de acudir malhumorado y serio, a traer una sonrisa en la cara y una actitud mucho más relajada, incluso bromeaba con el equipo de Audika. Tras unos meses, le tocó su segunda revisión y fue cuando el equipo de expertos de audiología le notaron mucho más feliz, despierto y con ganas de disfrutar.

Lo más especial de esta historia es cuando su familia transmitió su gratitud, porque su padre era otra persona, con un carácter más llevadero, incluso dejó de usar los bastones porque se encontraba mucho más seguro y parecía que el deterioro cognitivo que sufría desde el primer momento frenó de manera considerable. Hoy en día, la enfermedad que padece Augusto parece que se ha congelado.

Dos historias, dos vidas, a las que estos aparatos les han ayudado a combatir el aislamiento, luchar contra el deterioro cognitivo, pero, sobre todo, a ser ellos mismos y volver a sonreír.

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