Hacer ejercicio solo dos días es tan beneficioso como repartirlo en la semana

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06/05/2025 - 16:00
Lo importante es que se haga ejercicio físico

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Numerosos estudios han demostrado que la actividad física habitual tiene un efecto protector frente a muchas enfermedades. La evidencia científica sostiene que practicar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado a vigoroso reduce de forma significativa el riesgo de sufrir problemas de salud, especialmente aquellos relacionados con el corazón y el metabolismo. Por ello, alcanzar esta cantidad mínima de actividad física se ha convertido en una meta de salud pública prioritaria.

La realidad: falta de tiempo entre semana para realizar ejercicio

A pesar de conocer estos beneficios, muchas personas no logran incorporar el ejercicio en su rutina diaria debido a las exigencias laborales, responsabilidades familiares u otros compromisos. Sin embargo, una alternativa frecuente es concentrar toda la actividad física durante el fin de semana, en lo que se ha denominado el patrón de “guerrero de fin de semana”. Pero surge una duda importante: ¿es igual de beneficioso hacer toda la actividad física en dos días que repartirlo a lo largo de la semana?

Investigadores del Hospital General de Massachusetts, afiliado a la Universidad de Harvard, han buscado resolver esta incógnita con un estudio recientemente publicado en la revista científica Circulation. El trabajo concluye que practicar actividad física únicamente durante el fin de semana puede ser tan beneficioso como hacerlo de forma regular a lo largo de la semana, siempre que se alcance el volumen recomendado de ejercicio.

Para llegar a esta conclusión, el equipo científico analizó datos del UK Biobank, un banco de información médica del Reino Unido que incluye a miles de voluntarios. En esta ocasión, examinaron la actividad física de cerca de 90.000 personas que usaron acelerómetros en la muñeca durante una semana. Estos dispositivos permitieron medir de forma precisa la cantidad e intensidad del ejercicio realizado.

Con esos datos, los investigadores clasificaron a los participantes en tres grupos: “inactivos”, “regulares” (quienes repartían su actividad física durante varios días) y “guerreros de fin de semana” (quienes concentraban el ejercicio en uno o dos días). Luego evaluaron la relación entre estos patrones y el riesgo de desarrollar 678 enfermedades distintas, agrupadas en 16 categorías como afecciones mentales, digestivas, neurológicas y cardiovasculares.

Resultados sorprendentes

El análisis reveló que tanto los deportistas regulares como los guerreros de fin de semana tenían un riesgo considerablemente menor de padecer 264 enfermedades en comparación con los inactivos. En particular, las reducciones de riesgo fueron notables en enfermedades cardiometabólicas. Por ejemplo, el riesgo de hipertensión arterial fue un 23 % menor en los guerreros de fin de semana y un 28 % menor en los regulares. Para la diabetes tipo 2, las reducciones fueron del 43 % y el 46 %, respectivamente. En el caso de la obesidad y la apnea del sueño, el riesgo se redujo hasta en un 50 % en ambos grupos activos.

Según el doctor Shaan Khurshid, coautor principal del estudio y miembro del Centro Demoulas para Arritmias Cardíacas, lo que realmente importa no es tanto cómo se distribuye la actividad física, sino la cantidad total semanal. Es decir, siempre que se cumpla con el mínimo recomendado, los beneficios serán comparables, sin importar si se hace entre semana o solo los fines de semana.

Implicaciones para la salud pública: excusas para no moverse

Este hallazgo tiene implicaciones importantes. Por un lado, permite adaptar mejor las recomendaciones de actividad física a las circunstancias personales de cada individuo, especialmente para quienes alegan falta de tiempo. Por otro, sugiere que las campañas de salud pública podrían centrarse más en promover el volumen total de ejercicio, independientemente del momento en que se realice.

En vista de estos resultados, queda claro que la excusa del tiempo ya no es válida. Tanto si se tiene disponibilidad diaria como si solo se pueden liberar un par de días a la semana, hacer ejercicio es fundamental para reducir el riesgo de enfermedades crónicas. La clave está en moverse, cuando sea posible, pero asegurándose de alcanzar los 150 minutos semanales recomendados. Porque, al final, el cuerpo no distingue tanto el "cuándo", sino el "cuánto".

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