El Brexit recae sobre los trabajadores europeos en el Reino Unido

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21/01/2020 - 09:33
Los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido están preocupados.

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El Brexit está a punto de culminarse pero aún sigue habiendo dudas sobre cómo afectará la salida del Reino Unido de la Unión Europea a los trabajadores procedentes de otros países europeos que trabajan allí.

Pues bien, Tanja Bueltmann, profesora e investigadora de la Universidad de Northumbria, afirma que la identidad europea se ha reforzado con el Brexit.

La profesora diseñó la mayor encuesta hecha hasta el momento a ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido junto con la organización "The 3 million", que defiende los intereses de los ciudadanos comunitarios en ese país.

Permisos de permanencia

Durante un acto con corresponsales celebrado este lunes 20 de enero en la Asociación de la Prensa Extranjera de Londres, se dieron a conocer los datos y conclusiones del estudio. Además, revela el enorme impacto negativo del llamado «plan de asentamiento». En la práctica se trata de una especie de permiso de permanencia en el país.

Así las cosas, «aquellos que aún no han vivido en el Reino Unido durante un mínimo de cinco años recibirán un estatus de pre-asentados y podrán solicitar el estatus de residentes una vez que cumplan los cinco años».

La solicitud debe hacerse online y a través de una aplicación que está disponible para dispositivos Android y Apple antes de mediados de este año, lo que supone un problema para muchas personas, por ejemplo los ancianos o enfermos.

Según Colin Yeo, abogado especialista en derecho de inmigración y fundador de «freemovemente.org.uk», cuando llegue el final de la libre circulación entre la UE y Gran Bretaña será inevitable que atrás quede «una población significativa de ciudadanos europeos que se convertirán en residentes ilegales».

La preocupación de los trabajadores

La encuesta, según la investigadora, identifica las preocupaciones clave de las personas que tienen que solicitar el permiso, y que van desde la discriminación y la pérdida de identidad, hasta la preocupación por la falta de transparencia y visibilidad, así como el miedo a que el Gobierno sea incapaz de ofrecer seguridad en el largo plazo.

Como es natural, una de las mayores preocupaciones de los tres mil encuestados es la falta de una prueba física del permiso para permanecer en el país tras el divorcio. La ruptura está contemplada para el próximo 31 de enero, aunque cuenta aún con un período de transición hasta final de año.

En este sentido, el Gobierno de Boris Johnson argumenta que el permiso es «digital», pero eso supone una incapacidad de demostrar fácilmente que se tiene.

No obstante, el 89% de los encuestados señaló su descontento con que el permiso sea solo en formato digital y temen ser discriminados en el trabajo, al cruzar las fronteras o al tratar de alquilar una vivienda, por ejemplo.

Por su parte, el 10,9% manifestó que los propietarios de las casas de alquiler y los bancos, entre otros, ya les han preguntado sobre su proceso de residencia, aunque esto no sea legalmente necesario hasta el 2021.

El Gobierno sostiene que es mejor el formato digital

A todo esto, el Ministerio del Interior defiende que el estatus digital es mejor que un documento físico. Alegan que «está vinculado a su pasaporte y así no se corre el riesgo de tener un documento físico que puede perderse, ser robado, dañado o manipulado».

«Estoy trabajando en el sector público y alguien de recursos humanos me dijo que no pueden formalizar mi contrato permanente ya que mi futuro es incierto en el Reino Unido. Me pidieron que probara que he solicitado el estatus de asentamiento».

Según explicó Luke Piper, experto legal que acompañó a los otros ponentes de la mesa, «un empleador puede ahora mismo denegar un empleo debido a la incertidumbre del estatus y ya hemos visto casos de gente que ha sido despedida por no tenerlo».

Ciudadanos estresados por la situación

Los testimonios recogidos en la encuesta son muy reveladores. Y es que se pone de manifiesto que hay ciudadanos que están sufriendo mucho estrés debido al nuevo requisito exigido, negación e incluso problemas mentales.

Para muchas personas se trata de una situación en la que se ven sometidos a "un control migratorio" después de llevar ya varios años residiendo en el Reino Unido.

Según la investigadora, el daño va más allá del proceso de solicitud, que al final ha resultado ser satisfactorio en un 97% de los casos. El hecho es que todo este proceso crea "una erosión de la confianza, una erosión del bienestar y una erosión del sentido de pertenencia entre los encuestados".

Cuestión de dar tranquilidad a los ciudadanos

"El Gobierno tiene el deber de dar tranquilidad a los ciudadanos de la Unión Europea y Suiza. Las palabras huecas no son suficientes", opina la investigadora. Hay casos además muy difíciles, como el de una ciudadana alemana de 90 años que vive aquí desde 1961 y que ya es «más británica que la reina», pero no tiene como probar su residencia.

En la misma línea se manifestó Maike Bohn, cofundadora de «The 3 million», para quien «este informe muestra que el Gobierno del Reino Unido no se ha ganado la confianza de los ciudadanos de la UE, ya que ha pasado los últimos tres años dando mensajes contradictorios. ¿Somos los «vecinos, colegas, amigos» o somos los «saltadores de colas, buscadores de beneficios, invitados no deseados, los que acabamos con el NHS (el servicio nacional de salud?», se preguntó.

Así las cosas, con el Brexit de frente, la hostilidad se palpa en el ambiente justo en el momento en el que miles de ciudadanos residentes en Reino Unido temen entrar en una situación irregular cuando el país ya no forme parte de la Unión Europea.

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