Un nuevo estudio vincula productos químicos PFA con mayor riesgo de cáncer de tiroides

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06/11/2023 - 11:10
Sustancias químicas de las sartenes

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El descubrimiento de una conexión entre las sustancias PFAS (per- y polifluoroalquiladas) y el riesgo de cáncer de tiroides, por parte de investigadores del Mount Sinai, expone la real posibilidad de un mayor peligro, según un estudio publicado en ´eBioMedicine´.

Los PFAS, conocidos como "sustancias químicas para siempre", son compuestos que persisten en el medio ambiente y se utilizan globalmente en utensilios de cocina antiadherentes, ropa impermeable y tejidos resistentes a manchas.

Este hallazgo refuerza la necesidad de regular y eliminar estas sustancias, especialmente considerando el aumento de casos de cáncer de tiroides en todo el mundo.

La importancia de reducir la exposición a PFAS

El estudio, basado en datos del biobanco BioMe del Icahn Mount Sinai, muestra que la exposición al ácido perfluorooctanesulfónico (n-PFOS) podría incrementar en un 56 % el riesgo de cáncer en la tiroides. Estos resultados subrayan la urgencia de minimizar la exposición a los PFAS y llevar a cabo cambios en la industria para eliminar estas sustancias, ya que es prácticamente imposible evitar su presencia en la vida diaria. Asimismo, evidencia la necesidad de realizar pruebas de detección y discutir los riesgos con profesionales médicos.

El equipo del Mount Sinai analizó muestras de sangre de 88 pacientes con cáncer de tiroides y 88 participantes sanos, investigando los niveles de ocho PFAS y encontrando una asociación entre la exposición a n-PFOS y un mayor riesgo de cáncer tiroideo. Además, destacaron la necesidad de investigaciones más exhaustivas para comprender mejor cómo estas sustancias afectan la glándula tiroides y su papel en el aumento de casos de cáncer de tiroides.

La Dra. Lauren Petrick, coautora del estudio, resaltó la dificultad de evitar la exposición a los PFAS en la vida diaria y la importancia de hablar con los profesionales de la salud para realizar pruebas de detección, instando a la industria a realizar cambios sustanciales para eliminar estas sustancias químicas permanentes.

Con estos descubrimientos, se espera que se generen más investigaciones para profundizar en el impacto de los PFAS en la salud, así como la implementación de medidas para reducir la exposición a estas sustancias y, en última instancia, proteger la salud pública.

El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que comienza en la glándula tiroides, ubicada en la base del cuello

Esta glándula juega un papel vital en la regulación del metabolismo y la producción de hormonas esenciales.

El cáncer de tiroides generalmente no provoca síntomas tempranos, lo que dificulta su detección en etapas iniciales. Sin embargo, a menudo se diagnostica mediante exámenes de rutina o pruebas de imagen que se realizan por otras razones.

Existen varios tipos de cáncer, y el pronóstico puede variar dependiendo del tipo específico y el momento en que se diagnostique. Los tipos principales son:

  1. Carcinoma papilar: Es el tipo más común y suele tener un pronóstico favorable. Se desarrolla en las células que producen y almacenan yodo y tiende a crecer lentamente.
  2. Carcinoma folicular: Representa alrededor del 15 % de los casos de cáncer en la tiroides. A menudo se detecta en personas mayores y, si bien suele crecer lentamente, puede diseminarse a órganos cercanos.
  3. Carcinoma medular: Es menos común y puede afectar las células C de la glándula tiroides. Puede ser hereditario y a menudo requiere un tratamiento más específico.
  4. Carcinoma anaplásico: Es el tipo más agresivo y menos común de cáncer de tiroides. Tiende a crecer y diseminarse rápidamente, y es más difícil de tratar.

Los síntomas pueden incluir bultos o hinchazón en el cuello, cambios en la voz, dificultad para tragar o respirar, dolor en el cuello y ganglios linfáticos inflamados. El tratamiento varía según el tipo y la etapa del cáncer, y puede incluir cirugía, radioterapia, terapia con yodo radioactivo o terapia hormonal.

La detección temprana y un tratamiento adecuado mejoran las posibilidades de recuperación en muchos casos. Por eso, es fundamental realizar chequeos médicos regulares y prestar atención a cualquier cambio en el cuello que pueda indicar un problema de tiroides.

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