Una madre haitiana lidera la lucha comunitaria contra el cólera

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20/10/2025 - 17:00
Una madre lucha contra la cólera

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Cuando su hija Noel-Dina enfermó gravemente a causa del cólera, Oriata no dudó ni un instante. Lo que comenzó como un acto desesperado por salvar a su pequeña se convirtió en un movimiento comunitario que ha transformado su barrio en Haití, llevando higiene, letrinas y esperanza a cientos de familias.

El cólera, una realidad más allá

Cuando su hija de 11 años, Noel-Dina, comenzó a sentir un dolor abdominal intenso y fiebre alta, Oriata supo que debía actuar de inmediato. Con el corazón encogido, cargó a su hija hasta el hospital más cercano.

«No podía caminar, estaba tan débil que tuve que llevarla en brazos. Pensé que la iba a perder», recuerda Oriata, con lágrimas en los ojos. Ese día, los médicos diagnosticaron cólera a Noel-Dina. Fue un momento que cambiaría para siempre la vida de toda la familia.

En el barrio rural de Grand-Goâve, al oeste de Puerto Príncipe, muchos niños y adultos viven sin acceso a agua potable ni baños adecuados. Oriata explica: «No teníamos letrinas y hacíamos nuestras necesidades al aire libre. Así llegó esta enfermedad a nuestra comunidad».

La diarrea severa y las infecciones intestinales, síntomas comunes de la cólera, se habían convertido en una amenaza constante para los más pequeños.

La amenaza se expande

En Haití, los brotes recientes de cólera han afectado a miles de personas. Solo en los últimos meses, se notificaron numerosos casos sospechosos en escuelas y zonas concurridas. Los jóvenes adultos, quienes viajan frecuentemente, son los más afectados, lo que aumenta la preocupación por la propagación de la infección.

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, aseguró que la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria estaba trabajando con autoridades locales para vigilar de cerca cada caso y movilizar rápidamente a los equipos sanitarios, con el fin de contener la epidemia.

Una acción comunitaria

Superada la enfermedad gracias a tratamiento médico oportuno, Noel-Dina empezó a recuperarse, pero su madre decidió que no podía esperar a que otros resolvieran el problema. Oriata comprendió que la falta de letrinas era la principal causa de transmisión de la infección intestinal que había sufrido su hija.

Sin recursos externos, comenzó a cavar un pozo en su patio. «No tenía dinero ni materiales, pero debía hacer algo, no solo por mi hija, sino por todos los niños del barrio», dice.

Pronto, Oriata comenzó a sensibilizar a sus vecinos, explicando la importancia de lavarse las manos, mantener limpios los espacios y construir letrinas seguras. Lo que empezó como un esfuerzo personal, se convirtió en un movimiento comunitario.

Transformando la comunidad

El apoyo mutuo hizo que la iniciativa creciera rápidamente. Vecinos se unieron para cavar letrinas y promover hábitos de higiene, reduciendo drásticamente la propagación del brote. Hoy, el barrio de Oriata ha cambiado: los malos olores han desaparecido, y la diarrea y otras enfermedades transmitidas por el agua son mucho menos comunes.

Gracias a estas acciones, la comunidad está más protegida frente al cólera y otros problemas intestinales, y la solidaridad se ha convertido en el motor del cambio.

Con el apoyo de UNICEF y autoridades locales, casi 3000 hogares ahora cuentan con letrinas seguras y se han creado clubes de higiene en escuelas y centros de salud, consolidando una cultura de prevención que protege a toda la comunidad del cólera y otras enfermedades similares.

Oriata observa a su hija y sonríe: «Hemos aprendido que, con esfuerzo y unidad, incluso un barrio pequeño puede vencer grandes amenazas».

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