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El calor extremo altera el sueño y eleva riesgos cardiovasculares

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15/07/2025 - 14:45
Mujer abanicándose

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Con la llegada del verano y las altas temperaturas, los especialistas insisten en que no solo debemos preocuparnos por los golpes de calor y la deshidratación. Existen otros efectos menos evidentes del calor extremo que afectan al cuerpo humano y que muchas veces pasan desapercibidos.

"Más allá del cansancio y la fatiga habituales durante el verano, el calor extremo provoca una serie de reacciones fisiológicas que pueden alterar el bienestar general", explica el doctor Juan Torres Macho, internista y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en declaraciones a Europa Press Salud. Torres Macho, también jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Infanta Leonor-Virgen de la Torre en Madrid, subraya que el calor extremo puede provocar síntomas "silenciosos" como agotamiento persistente, falta de concentración o malestar general que muchas personas no asocian directamente con las altas temperaturas.

El calor extremo y su impacto silencioso

Además del conocido "golpe de calor", el especialista señala que este tipo de clima puede influir negativamente en personas con enfermedades crónicas, como los pacientes hipertensos, quienes pueden experimentar descompensaciones debido a la vasodilatación y a la pérdida de líquidos.

Ante este panorama, los médicos recomiendan prestar atención a los signos de fatiga excesiva, evitar la exposición prolongada al sol, hidratarse adecuadamente y, en caso de síntomas persistentes, consultar con un profesional. El calor no solo afecta el cuerpo de forma inmediata: también puede tener consecuencias acumulativas si no se toman las precauciones adecuadas.

"Lo que mucha gente no sabe, pero ocurre con frecuencia en los hospitales, es que el calor puede afectar seriamente a quienes tienen enfermedades crónicas. Estas personas pueden descompensarse por las altas temperaturas y la deshidratación. Además, los medicamentos para la tensión pueden tener un efecto más fuerte con el calor, porque este provoca que los vasos sanguíneos se dilaten", explica.

En personas sanas, el calor también tiene efectos: puede causar lentitud mental, cansancio o falta de ganas, debido a esa misma dilatación de los vasos, la bajada de la presión arterial y el aumento de temperatura en la piel y en el sistema nervioso central.

¿Cómo influye el calor en la salud mental?

El calor no solo afecta físicamente, sino que también puede tener un impacto significativo en la salud mental, especialmente en personas que ya padecen trastornos psicológicos. Así lo explica el doctor Torres, médico internista, quien señala que está ampliamente demostrado en estudios científicos que el calor extremo y las olas de calor pueden provocar descompensaciones en personas con trastornos de ansiedad o del estado de ánimo. Esto se traduce en un aumento de las visitas a urgencias y a centros de salud relacionadas con estos problemas.

El doctor añade que en aquellos pacientes que toman medicación psiquiátrica, el calor puede intensificar los efectos secundarios de estos fármacos. “Durante las olas de calor, los pacientes con enfermedades mentales pueden presentar más síntomas o descompensarse”, afirma.

El calor, el sueño y la salud cardiovascular

El calor extremo también interfiere en el sueño, un aspecto clave para la salud general. El especialista explica que las altas temperaturas dificultan conciliar el sueño y provocan múltiples despertares durante la noche. Esto no solo genera somnolencia durante el día, sino que también puede agravar otras enfermedades como la diabetes o trastornos mentales.

“La falta de sueño sostenida en el tiempo puede derivar en enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o problemas cardiovasculares (como infartos o ictus)”, alerta el doctor Torres. Dormir entre 7 y 8 horas es esencial, tanto como mantener una dieta saludable o hacer ejercicio físico.

Además, el portavoz de la SEMI advierte que el calor también puede agravar patologías sistémicas crónicas, como las enfermedades renales, cardiovasculares o neurológicas. “Pacientes con insuficiencia cardíaca, problemas de retención de líquidos, deshidratación, insuficiencia renal crónica o enfermedades como el Alzhéimer o el Parkinson pueden ver empeorada su condición si no se hidratan adecuadamente”, explica.

Otros efectos del calor en el cuerpo

El calor también puede alterar el funcionamiento del sistema digestivo, debido a su efecto sobre el sistema nervioso autónomo, que regula los órganos internos. Esto puede provocar molestias gastrointestinales o aumentar la incidencia de gastroenteritis, típicas de esta época del año.

Más allá de las quemaduras solares

No solo hay que preocuparse por las quemaduras solares. El exceso de calor y sudoración también puede empeorar enfermedades de la piel como la dermatitis atópica, la psoriasis o la rosácea. Además, pueden aparecer erupciones cutáneas o exantemas por el propio efecto del calor.

Recomendaciones ante el calor

Para minimizar los riesgos del calor, se recomienda:

  • Mantenerse bien hidratado.
  • Usar ropa suelta y ligera.
  • Secarse el sudor con frecuencia.
  • Evitar salir durante las horas de mayor temperatura, especialmente en días con alertas por calor.
  • Proteger especialmente a los grupos vulnerables, como las personas mayores o con enfermedades crónicas.
  • Acondicionar el hogar con ventiladores o aire acondicionado, si es posible.

Según el doctor Torres, en España contamos con un sistema eficaz de alertas que permite anticipar los días de calor extremo, lo cual debe ayudarnos a tomar medidas preventivas con tiempo suficiente.

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