Alternativas a las residencias de mayores: Vivir en una supone un infierno para muchos de nuestros abuelos

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30/01/2023 - 08:33
Las personas mayores no quieren ir a las residencias

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En España hay cerca de un millón de personas mayores que viven solas, y tan solo 400.000 viven en residencias. Según datos de TK Home Solutions, en España solo hay 4 plazas por cada 100 mayores de 65, cuando la OMS recomienda que haya 5.

Por otro lado, la problemática de que la gran parte de estos centros sean privados, impide que muchos puedan costearse este tipo de servicio, teniendo que entrar en lista de espera hasta poder entrar en un pública.

Además, los requisitos que se piden son muchos, y son los que decidirán si la persona es válida para poder ingresar en una institución de esta tipología.

‌9 de cada 10 españoles no quieren vivir residencias de mayores

Los datos son claros, pero el problema radica en que hay muchas personas que no quieren terminar sus días en una residencia para personas mayores.

Tendemos a ver las residencias como el enemigo, y tampoco es así, ya que en estos lugares se otorgar asistencia médica permanente, fisioterapia, psicología, cuidado personal, control de la medicación, seguridad, etc.

Pero no todo está perdido, porque para aquellas personas que no quieran vivir en una residencia se den las circunstancias que se den, también hay alternativas, pero se debe tener en cuenta que también tienen una serie de inconvenientes.

TK Home Solutions muestra cuales serían las diferentes opciones antes que ingresar a tu familiar en residencias para personas mayores:

  • Cuidados en casa: Se puede contratar a personas especializadas para dar atención interna, pero si no se cuenta con lo recursos económicos adecuados, las CCAA y los ayuntamientos gestionar ayudas domiciliarias en función del grado de dependencia o discapacidad del solicitante. En este caso son ayudas limitadas que no incluyen fines de semana, y se debe pagar una cantidad en función de la renta de cada uno. Esto es ventajoso si se tiene autonomía personal, en caso contrario, cuando llegamos a una edad necesitaremos que alguien se encargue de nosotros, y si queremos seguir en casa, debemos saber que esta persona tendrá días libres y vacaciones además de horario limitados.
  • Compartir vivienda: Se puede optar para buscar un amigo, hermana, o alguien de la misma generación para compartir hogar, ya que la soledad es nefasta y más en edades avanzadas. Se ahorran gastos, pero la convivencia también puede ocasionar conflictos, por lo que habrá que establecer una serie de normas.
  • Piso tutelado: Estos están pensados como solución a las residencias y para mayores de 65 años que no tengan una vivienda adecuada y que sean autónomas en su cuidado. Aquí se les da apoyo, supervisión y servicios comunes como son las visitas médicas, comidas, lavandería, etc. Son un ahorro importante, pero las plazas no son fáciles de conseguir y no existen en todas las autonomías.
  • Cohousing o coliving: un modelo alternativo a las residencias de mayores, sin masificación y sin régimen cuartelario. Es muy normal en los países del norte de Europa, que crece en Francia y Gran Bretaña. Se trata de una especie de cooperativa de mayores con habitaciones individuales y zonas comunes, con servicios y equipamientos colectivos y programas de envejecimiento activo. Grupos de 30 personas de viviendas colaborativas que se consideran centros de servicios sociales, adaptadas y accesibles para personas con movilidad reducida. Necesita una aportación inicial y una cuota mensual. Se socializa mucho, pero no suelen ser baratos y hay que cumplir normas de convivencia.

‌Quieras o no ir a residencias de mayores, una cosa debes tener clara, la vejez llegará por lo que es buena idea planificar nuestro futuro.

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