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El ejercicio físico es clave para mantenerse sano y en forma, pero ¿sabías que también puede influir en la salud de tu cabello? Aunque entrenar mejora la circulación y el bienestar general, ciertos hábitos asociados al deporte —como el exceso de esfuerzo, la suplementación o el estrés— podrían tener efectos inesperados sobre el cuero cabelludo. Descubre cómo encontrar el equilibrio entre cuidar tu cuerpo con el ejercicio físico y proteger tu cabello.
Ejercicio físico y salud capilar: ¿enemigos o aliados?
Practicar deporte es una de las mejores decisiones que se pueden tomar para mejorar la calidad de vida. Contribuye a mantener un peso saludable, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico. No obstante, hay aspectos que muchas veces se pasan por alto, como el impacto que el ejercicio físico puede tener sobre el cabello. Y aunque no siempre se hable de ello, lo cierto es que existe una relación entre la actividad física, el estilo de vida del deportista y la salud capilar.
En condiciones normales, la actividad física moderada no solo no perjudica, sino que puede favorecer la circulación sanguínea del cuero cabelludo, mejorando el aporte de nutrientes al folículo piloso. Sin embargo, cuando el ejercicio físico se practica de forma excesiva, o se acompaña de una mala alimentación y niveles altos de estrés, pueden aparecer señales de alarma.
Los entrenamientos demasiado intensos y frecuentes, sobre todo sin el descanso adecuado, pueden elevar los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esta hormona, cuando se mantiene elevada por periodos prolongados, puede contribuir a desequilibrios hormonales que influyen en el ciclo de crecimiento del cabello, acelerando su caída.
Suplementos deportivos: ¿beneficio o riesgo?
Una de las prácticas comunes en el ámbito del fitness es el uso de suplementos, especialmente proteínas en polvo o fórmulas ricas en vitaminas y minerales. Aunque tomarlos en cantidades adecuadas no representa un riesgo, un consumo excesivo o mal supervisado puede tener efectos adversos. Algunos preparados contienen hormonas o ingredientes que alteran el equilibrio metabólico del cuerpo, y eso incluye también al cuero cabelludo.
En particular, los suplementos con altas dosis de vitamina A, zinc o ciertos aminoácidos pueden desencadenar una pérdida de cabello si no se utilizan bajo control profesional. El organismo necesita equilibrio, y un exceso de nutrientes puede ser tan perjudicial como su déficit.
Cómo proteger la salud capilar sin dejar de entrenar
La buena noticia es que no es necesario elegir entre un cuerpo en forma y un cabello sano. La clave está en el equilibrio. Para mantener la salud capilar es fundamental seguir una dieta variada, rica en proteínas magras, frutas, verduras, legumbres y ácidos grasos saludables como los del pescado azul o las semillas. Junto a ello el ejercicio físico.
También es recomendable mantener una hidratación adecuada, evitar el uso indiscriminado de suplementos y dar al cuerpo el descanso que necesita para recuperarse del esfuerzo físico. Dormir bien, reducir el estrés y escuchar las señales del cuerpo también forman parte del cuidado del cabello.
En caso de notar una pérdida de cabello mayor a la habitual, lo mejor es acudir a un dermatólogo o tricólogo. Solo un profesional podrá determinar si se trata de una caída temporal o si está relacionada con factores como el ejercicio físico excesivo, la alimentación o el uso de suplementos.
Llevar una vida activa no tiene por qué ser incompatible con una buena salud capilar. Con las pautas adecuadas, es posible disfrutar de los beneficios del deporte sin descuidar el bienestar del cabello.
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