España limita la compra de armas a Israel pero mantiene la cooperación tecnológica militar

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02/06/2025 - 10:30
Las importaciones de España desde Israel

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El Congreso de los Diputados ha aprobado esta semana una medida histórica: el embargo a la compra de armamento procedente de Israel.

Sin embargo, esta decisión no significa un cese total de las relaciones comerciales militares entre ambos países. El Ministerio de Defensa ha dejado claro que ciertos sistemas tecnológicos de origen israelí seguirán llegando a España, ya que son considerados esenciales e irremplazables para las capacidades de las Fuerzas Armadas.

Aumento de compras tras el conflicto de Israel

Desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamás, iniciado tras los ataques perpetrados por el grupo palestino y la posterior ofensiva militar israelí en Gaza, España ha intensificado significativamente sus adquisiciones de armamento. Según datos aduaneros recopilados por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, el gasto español en armamento israelí ha alcanzado los 36,7 millones de euros desde el inicio del conflicto.

Este volumen de compras representa una cifra récord y plantea preguntas sobre el papel que España, directa o indirectamente, podría estar desempeñando en la financiación de la maquinaria bélica que se utiliza en Oriente Próximo.

Una industria orientada a la exportación

Israel es uno de los principales exportadores de tecnología militar del mundo. De hecho, cerca del 80 % de su producción armamentística se destina al extranjero. Esta capacidad exportadora permite abaratar los costos unitarios de sus armas, gracias a una producción a gran escala. Como consecuencia, el Ejército israelí puede acceder a munición, bombas y misiles a precios considerablemente más bajos que los que pagarían países con menor volumen de producción.

Según Eduardo Melero, investigador del Centro Delàs, esta dinámica convierte a los países compradores, como España, en financiadores indirectos de las acciones militares en Gaza y Cisjordania. “Cada adquisición contribuye a que el coste de la guerra sea más asumible para Israel”, explica Melero.

Una relación estratégica y simbiótica

Lejos de ser una relación unilateral, el vínculo militar entre España y los israelíes se caracteriza por ser simbiótico. Israel no solo vende armas, sino también licencias, patentes y certificaciones de tecnología militar que luego se fabrica o adapta en suelo español. Esto permite a empresas españolas, o radicadas en España, acceder a contratos y mercados internacionales que de otro modo les estarían vedados.

Uno de los ejemplos más notorios de esta colaboración es el desarrollo del lanzacohetes SILAM y de los misiles Spike, ambos productos de cooperación tecnológica entre ambos países. Estas armas, además, se comercializan internacionalmente con la etiqueta de estar “probadas en combate”, un argumento de venta que enmascara su uso real en operaciones sobre población civil palestina, especialmente en Gaza.

El peso real de las armas en el comercio bilateral

A pesar de la atención mediática, el comercio armamentístico solo representa una pequeña parte de la relación económica entre España e Israel. En 2023, las importaciones españolas desde el país superaron los 2.000 millones de euros, de los cuales el armamento supuso apenas un 1 %.

La mayoría de las importaciones consistieron en productos industriales como maquinaria, equipos ópticos y fotográficos, productos químicos y plásticos, sectores en los que el país también se destaca como proveedor tecnológico avanzado.

El futuro de la cooperación militar

Con el nuevo embargo, España se une a un reducido grupo de países europeos que han decidido tomar una postura crítica frente al uso del armamento israelí en los territorios ocupados. Sin embargo, las declaraciones del Ministerio de Defensa apuntan a una continuidad en la cooperación en ámbitos que consideran estratégicos para la seguridad nacional.

El debate ahora se traslada a qué tipo de tecnología se considera insustituible y hasta qué punto debe España seguir colaborando con Israel, un país inmerso en una guerra que ha suscitado numerosas críticas por sus consecuencias humanitarias. El equilibrio entre principios éticos y necesidades estratégicas seguirá marcando la agenda política en los próximos meses.

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