El Everest se convierte en un gran foco de contagio por coronavirus

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
02/05/2021 - 08:00
Alpinistas subiendo al Everest

Lectura fácil

El Everest ha estado lleno de gente ascendiendo y generando aglomeraciones y por ende el contagio de coronavirus, dejando en jaque la salud de los alpinistas.

Solo el 23 de abril alcanzó la cifra de 394 permisos, lo que supera la marca de 382 que se alcanzó en 2019. El oxígeno disminuye en la altura, por lo que la respiración es más difícil allí, lo que aumentaría el riesgo médico para los montañistas infectados por Covid.

Cabe agregar que recientemente se han registrado varias evacuaciones hacia hospitales de Katmandú, lo que generaría un nuevo cierre o restricciones más duras a las ya se han impuesto.

Las masificaciones para tratar de escalar el Everest son un problema que trata de regular el Gobierno de Nepal

Las imágenes de los ascensos al monte Everest lleno de gente, incluso hasta el punto de estar masificado, llevan tiempo preocupando a las autoridades por las consecuencias que puede tener para la propia salud de los alpinistas.

En plena pandemia de coronavirus, el Everest acaba de batir su récord histórico de permisos de ascenso. El problema es que el colapso de gente, especialmente en el campo base previo al ascenso, ha provocado que se convierta en un preocupante foco de contagios.

Las autoridades nepalíes guardan silencio, pero ya hay muchas voces que apuntan a un nuevo cierre o a unas restricciones más duras a las ya de por sí impuestas.

Además, según desvela el portal Desnivel.com, se ha descubierto un laboratorio que vendía test PCR falsos con resultado negativo para poder acceder a la expedición. Uno de los requisitos para acceder a los diferentes campamentos del Himalaya es hacerse una prueba PCR a los cinco días de haber llegado a Nepal.

Hasta ahora se había tenido la esperanza de que la Covid-19 no llegará hasta una zona tan delicada y se habían puesto muchas medidas para ello, pero no ha sido suficiente. 

A los riesgos lógicos de toda ascensión de estas características y a todos los peligros que se pueden encontrar en zonas de tanta altitud y de condiciones tan extremas, la Covid-19 ha generado un estado de alarma tal que ha provocado que la preocupación sea mayúscula.

Desde la Asociación de Rescate del Himalaya aseguran que el estado de nervios y de tensión ante esta situación es máxima ya que comparan cada positivo que se registre en el campo base con un terremoto, especialmente cuando el Everest se convierta en un ir y venir de cientos de personas. 

El mayor temor en estos momentos, además de los propios positivos, es la dificultad que se tiene en estas situaciones de poder detectarse, ya que se han dado cuenta que los síntomas propios de la Covid-19 son muy similares a los que provoca el mal de altura, algo muy común en zonas que se encuentran tan elevadas. Ya ocurrió con el primer caso registrado en el campo base. 

En ambos casos, los primeros indicios están relacionados con la tos, la pérdida de apetito y las dificultades respiratorias. Todos estos fenómenos, muy comunes entre los alpinistas y escaladores que se enfrentan ante retos como llegar hasta la cima del Everest, pueden estar siendo provocados por la Covid-19 y no por la altitud, lo que provoca que podrían estar enmascarándose sin intención y lo que se traduciría en un importante foco de contagios.

Nadie quiere abandonar ni quiere perder su oportunidad de escalar y de llegar lo más lejos que pueda. Sin embargo, este año están en juego en el Everest algo más que el dinero y los peligros habituales porque la Covid-19 también quiere coronar el techo del planeta.

Añadir nuevo comentario