La energía eólica marina, el gigante renovable que despierta en 2025 

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24/09/2025 - 07:48
Acantilado en España

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España es una potencia mundial en energía eólica terrestre, con sus paisajes salpicados de aerogeneradores que se han convertido en un símbolo de la transición energética. Sin embargo, hemos vivido de espaldas a un tesoro energético de un potencial inmenso: el viento que sopla, con una fuerza y constancia inigualables, sobre los más de 8.000 kilómetros de nuestra costa. Durante años, la energía eólica marina ha sido el gigante dormido de las renovables en nuestro país. Ahora, gracias a los avances tecnológicos y a un nuevo marco regulatorio, ese gigante está a punto de despertar.

La aprobación definitiva de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) ha sido el pistoletazo de salida que la industria llevaba años esperando. Esta hoja de ruta define las zonas donde se podrán instalar los futuros parques eólicos marinos, ofreciendo la seguridad jurídica necesaria para atraer las millonarias inversiones que transformarán nuestro litoral en una fuente masiva de energía limpia.

El desafío de las aguas profundas y la solución flotante

¿Por qué un país con una costa tan extensa ha tardado tanto en dar el paso? La respuesta está en nuestra geografía submarina. A diferencia de las aguas poco profundas del mar del Norte, donde países como Reino Unido o Dinamarca han instalado miles de aerogeneradores anclados al fondo marino, la plataforma continental española es muy estrecha y cae bruscamente a grandes profundidades a pocos kilómetros de la costa. Esto hacía inviable, técnica y económicamente, la tecnología óptima para la energía eólica marina tradicional.

La solución a este reto tiene un nombre: energía eólica marina flotante. Esta tecnología disruptiva no fija las turbinas al lecho marino, sino que las monta sobre grandes plataformas flotantes que se anclan al fondo con cadenas, de forma similar a una plataforma petrolífera. Esta innovación es la llave que abre el 90 % del potencial eólico marino de Europa y convierte a España, con sus aguas profundas, en uno de los lugares más prometedores del mundo para su desarrollo. Zonas como la costa de Galicia, el litoral de Cataluña o las Islas Canarias han sido identificadas en los POEM como enclaves con un recurso eólico excepcional para esta tecnología.

Los POEM: el mapa del tesoro de la energía eólica marina

La aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo a principios de 2023 es el hito administrativo más importante de la última década para las renovables en España. Estos planes son, en esencia, un mapa que zonifica los usos del mar, desde la pesca y la acuicultura hasta las rutas de navegación y, por primera vez de forma clara, las áreas destinadas a la producción de energía.

Al designar polígonos específicos para la instalación de parques eólicos, los POEM ofrecen a las empresas desarrolladoras unas reglas del juego claras y un marco de certidumbre para empezar a diseñar sus proyectos. El Gobierno ya ha fijado un objetivo ambicioso: alcanzar los 3 gigavatios (GW) de potencia eólica marina para 2030, una cifra que requerirá la puesta en marcha de los primeros concursos públicos para adjudicar el espacio marítimo a los proyectos más competitivos y sostenibles de energía eólica marina .

Beneficios y desafíos de la revolución eólica marina

El despliegue de la energía eólica marina en España promete una cascada de beneficios, pero también plantea retos que deben ser gestionados con rigor.

Beneficios:

  • Soberanía energética: En un contexto de volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, generar energía masiva en nuestro propio territorio reducirá drásticamente nuestra dependencia energética del exterior.
  • Desarrollo industrial y empleo: La construcción y mantenimiento de estos parques creará una nueva y potente cadena industrial en torno a nuestros puertos (construcción de plataformas, logística, operación naval), generando miles de empleos cualificados y de alto valor.
  • Sinergia con el hidrógeno verde: La producción masiva de electricidad renovable es el ingrediente esencial para producir hidrógeno verde a gran escala, otro de los pilares de la descarbonización.
  • Estabilidad de la red: El viento en el mar es más fuerte y constante que en tierra, lo que permite una producción de energía más predecible y estable, facilitando la gestión de la red eléctrica.

Desafíos:

  • Coste e inversión: La tecnología flotante es todavía más cara que la fija o la eólica terrestre, aunque sus costes están cayendo a gran velocidad. Requerirá una inversión inicial muy elevada.
  • Impacto ambiental: Es el punto más sensible. Se debe garantizar que la instalación y operación de los parques sea compatible con la protección de los ecosistemas marinos y las rutas migratorias de las aves.
  • Convivencia con otros sectores: Es fundamental asegurar una coexistencia armónica con sectores tradicionales como la pesca, uno de los grandes debates sociales que acompañará este despliegue.

En definitiva, España se encuentra en la línea de salida de una de las mayores transformaciones energéticas de su historia gracias a la energía eólica marina. El camino no estará exento de desafíos, pero el potencial del viento que sopla sobre nuestras costas para garantizar un futuro energético más limpio, autóctono y próspero es, simplemente, irrenunciable.

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