Un incendio devastador en Ávila reabre el debate sobre la gestión forestal en Castilla y León

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13/09/2025 - 10:00
La gestión forestal protege nuestros bosques

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La noche del pasado 28 de julio, a las 23:00 horas, se declaró un incendio forestal en la provincia de Ávila que afectó a los municipios de Cuevas del Valle, Mombeltrán, El Arenal y Arenas de San Pedro, todos situados en el entorno del Valle del Tiétar. Las condiciones meteorológicas, marcadas por fuertes rachas de viento y una densa masa vegetal, propiciaron una propagación extremadamente rápida del fuego. Este gran incendio sirve como muestra de una incorrecta gestión forestal que podría haber evitado esta desgracia.

Según los datos recopilados por la organización Ecologistas en Acción, el fuego ha calcinado cerca de 2.000 hectáreas, muchas de las cuales ya habían sido afectadas por un gran incendio en 2009 que destruyó 4.200 hectáreas en poco más de 24 horas y causó la muerte de dos personas. La coincidencia espacial entre ambos eventos ha reactivado las críticas a la política forestal autonómica.

Una tragedia con responsabilidades compartidas por falta de gestión forestal

Ecologistas en Acción ha cuestionado la actuación de la Junta de Castilla y León, especialmente por haber atribuido rápidamente el incendio a causas intencionadas sin esperar los resultados de la investigación oficial. Para la organización ecologista, incluso si se demostrara que el fuego fue provocado, ello no exime a las autoridades de su responsabilidad en la gestión forestal del territorio.

Desde el propio dispositivo de extinción se ha señalado que el terreno presentaba una elevada carga de combustible vegetal, lo que incrementó significativamente la velocidad de expansión del fuego. Este exceso de material combustible, compuesto principalmente por masas de pinos y matorral de piorno, es una consecuencia directa del abandono del medio rural y de la escasa intervención forestal preventiva.

Lecciones no aprendidas desde 2009

Tras el gran incendio de 2009, la población del Valle del Tiétar pidió a la Junta de Castilla y León un cambio radical en la gestión forestal. De hecho, se puso en marcha un proceso participativo en el que participaron técnicos, asociaciones locales y expertos, que dio como resultado un plan de acción con propuestas concretas. Sin embargo, Ecologistas en Acción denuncia que dicho plan fue “enterrado en un cajón” y que desde entonces “poco o nada ha cambiado”.

La gestión forestal en Castilla y León ha sido objeto de críticas recurrentes por parte de diversas organizaciones y sindicatos del sector. Según datos del propio Plan de Defensa contra Incendios Forestales (INFOCAL) de la Junta, la comunidad autónoma presenta una estructura de prevención y extinción que, en palabras de Ecologistas en Acción, sigue siendo “la más precaria de España”. La falta de medios permanentes y de personal especializado fuera de la temporada de verano es uno de los principales déficits señalados.

Propuestas para evitar nuevos desastres

Ante la magnitud del incendio y sus consecuencias, la organización ecologista ha propuesto una serie de medidas urgentes para reducir el riesgo de incendios de gran escala en el futuro:

  • La transformación del paisaje hacia un modelo en mosaico, alternando zonas forestales con pastos, cultivos y áreas gestionadas.
  • La diversificación de especies vegetales, favoreciendo árboles menos combustibles como robles o castaños en lugar de pinares densos.
  • La recuperación y gestión forestal de fincas abandonadas, actualmente cubiertas por vegetación densa y sin control.
  • El control de la interfaz urbano-forestal, es decir, las zonas donde la vegetación salvaje entra en contacto con núcleos habitados, lo que aumenta el riesgo tanto para la población como para los servicios de emergencia.
  • La elaboración de planes de autoprotección locales, que preparen a los vecinos para actuar en caso de emergencia forestal.

Una llamada a la ciudadanía y homenaje a las víctimas

Ecologistas en Acción ha mostrado su apoyo a los vecinos de las zonas afectadas, expresando su “solidaridad, agradecimiento y ánimo” a todas las personas que han sufrido las consecuencias del fuego. También ha transmitido sus condolencias a la familia del manguerista fallecido durante las labores de extinción, una pérdida que calificaron como “una tragedia que nunca debió ocurrir”.

Además, la organización ha reconocido la entrega del personal profesional y del voluntariado que ha participado en las labores de extinción y ha hecho un llamamiento a los habitantes de El Arenal, Arenas de San Pedro y del Barranco de las Cinco Villas para que se unan a la exigencia de un cambio estructural en la gestión forestal del territorio.

Una oportunidad para repensar el futuro del monte

El incendio en el Valle del Tiétar no es un hecho aislado, sino el reflejo de una problemática estructural vinculada al abandono rural, la falta de gestión forestal activa y una planificación inadecuada. Castilla y León cuenta con más de 5 millones de hectáreas forestales, el 52 % de su superficie, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Sin una intervención decidida y sostenible, estos ecosistemas seguirán siendo altamente vulnerables a los incendios.

Este nuevo desastre natural debe servir de punto de inflexión para exigir políticas públicas a la altura del reto ambiental y social que implica proteger nuestros montes.

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