El 53 % de las muertes laborales en enero fueron por infartos y derrames cerebrales

En enero, un informe alarmante reveló que el 53 % de las muertes registradas durante la jornada laboral fueron causadas por infartos y derrames cerebrales. Este dato subraya la creciente preocupación por la salud cardiovascular de los trabajadores y la necesidad de abordar los riesgos laborales relacionados con estas enfermedades. 

Mientras que los infartos y los derrames cerebrales son más comunes en la población general, su prevalencia en el ámbito laboral pone de manifiesto la presión y el estrés a los que muchos trabajadores se ven sometidos a diario.

Ante estas cifras, UGT ve “imprescindible” promover mejoras en la protección de la salud mental de las personas trabajadoras, ya que estas patologías pueden verse agravadas, por ejemplo, por el estrés laboral.

“Desde UGT pedimos ambición y compromiso a la hora de revisar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en la mesa de diálogo social. No podemos dejar pasar esta oportunidad para garantizar una mayor protección de la seguridad y salud de las personas trabajadoras”, apremió el sindicato.

El estrés como factor de riesgo en el trabajo

Una de las principales razones detrás de la alta tasa de muertes por infartos y derrames cerebrales en el trabajo está relacionada con el estrés. Las jornadas laborales largas, la presión constante para cumplir plazos y las exigencias cada vez mayores están afectando la salud de los empleados. El estrés crónico ha sido reconocido como un factor que incrementa el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, como infartos y derrames cerebrales.

A lo largo de los años, se ha demostrado que el estrés puede aumentar la presión arterial, generar alteraciones en el ritmo cardíaco y aumentar la probabilidad de formación de coágulos sanguíneos. Estos factores contribuyen a que, en muchos casos, los trabajadores sufran eventos cardiovasculares durante su jornada laboral. De hecho, varios estudios han demostrado que las personas que enfrentan niveles elevados de estrés en el trabajo tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.

Prevención y medidas para proteger a los trabajadores

Es crucial que las empresas y las autoridades laborales implementen medidas para reducir los riesgos asociados con los infartos y derrames cerebrales en el ámbito laboral. En primer lugar, las empresas deben centrarse en la promoción de un ambiente de trabajo saludable que fomente el bienestar físico y mental de los empleados. Esto incluye ofrecer programas de manejo del estrés, pausas activas, asesoramiento sobre salud cardiovascular y la posibilidad de realizar chequeos médicos periódicos.

Además, es fundamental mejorar las condiciones laborales para reducir el exceso de trabajo y evitar jornadas laborales interminables que afecten la salud de los trabajadores. Adoptar políticas laborales más flexibles, como la jornada laboral reducida y el trabajo remoto, puede ser una solución para mitigar los efectos del estrés en la salud cardiovascular.

Por otro lado, es importante que los trabajadores estén informados sobre los riesgos cardiovasculares y se les eduque sobre cómo detectar signos tempranos de problemas de salud. Implementar medidas preventivas, como la promoción de hábitos saludables y la educación sobre el control de la presión arterial, puede salvar vidas y reducir significativamente las muertes laborales relacionadas con enfermedades cardiovasculares.