La miastenia gravis y su resistencia a los fármacos

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05/06/2022 - 11:30
Miastenia gravis

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La Sociedad Española de Neurología (SEN) alerta de que el 8,5 % de los pacientes con miastenia gravis son farmacorresistentes en España, donde más de 15.000 personas padecen esta enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica que produce debilidad y fragilidad en los músculos.

Con motivo de la celebración del Día Nacional contra la miastenia gravis este pasado jueves, el coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la SEN, el doctor Alejandro Horga Hernández, señaló que “la debilidad y la fatiga muscular que provoca esta enfermedad suele aumentar en los momentos de actividad y disminuir con el descanso. Además, lo más habitual es que, al menos inicialmente, los primeros síntomas aparezcan en un solo grupo muscular”.

La miastenia gravis afecta a 15.000 personas en España

Además, según expone Horga Hernández sobre la miastenia gravis, “entre el 50 y el 70 % de los casos suele debutar en la musculatura ocular, produciendo caída de párpados o visión doble, pero también puede afectar a otros músculos de la cara o del cuello y, con el paso del tiempo, afectar a los músculos de las extremidades o a los respiratorios. Cuando la enfermedad produce una debilidad severa en los músculos respiratorios, es cuando más peligra el pronóstico vital de los pacientes”.

Aunque hasta hace poco la miastenia era considerada una enfermedad rara, el hecho de que en Europa, en los últimos años, se haya observado una tendencia creciente en el número de casos diagnosticados, sobre todo a expensas de una incidencia más elevada en personas mayores de 50 años, hace que cada vez sea una enfermedad más común.

Actualmente en España, cada año, se diagnostican unos 700 nuevos casos de esta enfermedad. Aunque antiguamente generaba una elevada morbilidad y mortalidad, gracias a los tratamientos disponibles son muchos los pacientes que pueden controlar su enfermedad y sus síntomas.

En todo caso, durante el curso de la enfermedad es común que los pacientes puedan experimentar exacerbaciones de los síntomas, que pueden ser espontáneas o debidas a algún factor desencadenante.

Entre estos factores desencadenantes, las infecciones, el estrés, el embarazo, el ciclo menstrual y algunos fármacos suelen estar entre los principales, según destacaron desde la SEN.

“El curso natural a largo plazo de la miastenia gravis es muy variable y a pesar de que la mayoría de los pacientes desarrolla progresión de los síntomas clínicos durante los dos o tres años iniciales, gracias a los tratamientos disponibles, a largo plazo se suele conseguir un control aceptable de la enfermedad”, explicó el doctor Alejandro Horga.

Por ello, añadió, en la actualidad son muchas las personas que consiguen pausar su progresión o incluso llegar a ser prácticamente asintomáticos. Sin embargo, “esto aún no ocurre en todos los casos”.

Investigar para encontrar nuevos tratamientos para la enfermedad en su variante farmacorresistente

En aquellos pacientes que padecen miastenia gravis refractaria, también llamada farmacorresistente, a pesar de los tratamientos, los pacientes no conseguirán alcanzar mejoría y padecerán frecuentes recaídas e importantes repercusiones funcionales. Por esa razón es fundamental que se siga investigando en el desarrollo de nuevos tratamientos.

En España, el 60 % de los casos de miastenia gravis que se diagnostican cada año corresponden a personas de entre 60 y 65 años, aunque la miastenia puede afectar a personas de todas las edades. Si bien en mujeres es típico que la enfermedad debute entre los 20-40 años y los 60-80, en los hombres es más habitual que lo haga a partir de la sexta década de vida. Aun así, en un 10-15 % de los casos la enfermedad se inicia en la edad infantil y juvenil.

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