Caos en la frontera entre Polonia y Bielorrusia

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
22/11/2021 - 17:29
Miles de migrantes tratan de pasar en la frontera entre Polonia y Bielorrusia

Lectura fácil

La pobreza, el hambre y los conflictos que sufren millones de personas en el mundo deja situaciones desoladoras de un modo cada vez más frecuente entre fronteras. Sumado a los miles de civiles que fallecen en el Mediterráneo o a los millones de desplazados de Afganistán, hace dos meses miles de migrantes haitianos trataban de pasar a la frontera de Estados Unidos, país hacia donde también muchas personas tratan de huir en la frontera con México.

Las noticias más recientes apuntan al noreste de Europa, concretamente a la frontera de Bielorrusia, donde migrantes y refugiados acampan en vilo para llegar a Polonia, donde, según la ONG Chleben i Sola (en polaco, Pan y Sal), estas personas se juegan la vida, basándose en el relato de cientos de personas a las que esta organización ha auxiliado desde septiembre. “Casi cada día recibimos información de que alguien ha muerto. Su única forma de salir es entrar en Polonia. Algunos lo intentan por su cuenta. A otros los ayudan los soldados bielorrusos”, declara a El País Marysia Zlonkiewicz, activista en la zona de la ONG.

Los migrantes vuelan desde Siria o El Líbano

Según el Gobierno polaco, a mediados de noviembre había 4.000 personas concentradas en las inmediaciones de la aldea de Kranica, donde apenas hay comida, mientras el frío aumenta a medida que se aproxima el invierno. El País recoge que los alimentos se venden por varias decenas de dólares. Las botellas de agua multiplican por 10 veces su precio.

Incluso cargar el móvil cuesta dinero. También informa que muchos de los migrantes volaron a la capital, Minsk, a través de agencias turísticas de Erbil, Bagdad, Damasco o Beirut, que tienen una contraparte bielorrusa que les gestiona un paquete de transporte y alojamiento. Una vez en Minsk, tratan de llegar a la frontera, pero nunca les permiten dirigirse al puesto fronterizo de Kuznica, cerrado por Polonia. “Cuando ya están allí, no podemos hacer nada con los que nos contactan. Solo informar a Acnur y a la Cruz Roja”, precisa Zlonkiewicz.

Según El País, Polonia mantiene en la frontera con Bielorrusia a unos 15.000 militares, policías, guardias de frontera o miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial, un cuerpo paramilitar de reservistas y voluntarios. Con todo, miles de migrantes y refugiados logran colarse en una divisoria de casi 400 kilómetros. Algunos piden protección internacional en Polonia y la mayoría decide seguir su camino hacia el centro de la Unión Europea. El principal destino es Alemania, que ha recibido en lo que va de año más de 6.000 migrantes a través de esta ruta.

Algunos de ellos, principalmente los más jóvenes, se esconden en la parte polaca del bosque de Bialowieza, un lugar Patrimonio Mundial de la Unesco. Las familias, con ancianos o niños, optan por ir a la carretera, donde rápido se hacen visibles para las autoridades.

El País también recoge que un numeroso grupo trató de forzar la valla el 8 de noviembre, lo que aumentó la tensión entre ambos países. “El principal reto para ellos es cruzar, porque en el lado bielorruso no les ayuda nadie”, señala Czwarnog. “En Polonia, en la zona de emergencia, algunas personas lo hacen. Y luego cuando salen de la zona de emergencia podemos darles comida, bebida o mantas y ayudarles a pedir protección internacional antes de que lleguen las fuerzas de seguridad”, explica.

Según Naciones Unidas, más de 40.000 migrantes han desaparecido en el mundo desde 2014 en las distintas rutas migratorias alrededor del mundo. Solo hasta agosto de 2021, más de 22.000 personas fueron en la ruta migratoria del Mediterráneo Central cuando trataban de viajar de forma irregular a Europa.

Añadir nuevo comentario