ODS 6. Agua limpia y saneamiento

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07/04/2020 - 08:11
Niña recogiendo agua sucia en África

Lectura fácil

  • Objetivo 6. Agua limpia y saneamiento
  • ¿En qué consiste?

El agua, ese recurso que forma nuestro planeta y rodea nuestros continentes. Es algo a lo que todos deberíamos tener acceso, y también algo, que deberíamos cuidar y proteger.

Desafortunadamente, la escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial, lo que supone un dato bastante alarmante, que irá creciendo a medida que las temperaturas globales vayan en aumento por el cambio climático.

Y aunque 2.100 millones de personas cuentan con acceso a mejores condiciones de este recurso y saneamiento desde el año 1990, se ha venido dando una baja disponibilidad de agua potable de calidad, cosa que es un problema bastante importante y que afecta a todos los continentes.

El agua es un derecho esencial para la vida, entre todo podemos revertir la situación y luchar para que todos tengamos acceso

Según los datos obtenidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 844 millones de personas en el 2015 no tenían acceso al agua potable básica. Y además, 2,3 millones carecen del saneamiento básico.

Los países presentan más estrés hídrico, y el aumento de las sequías y la desertificación empeorán esta situación. Los análisis estiman que, al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para el año 2050.

Imágenes del Centro UNESCO del País Vasco

El suministro de agua limpia y su correspondiente saneamiento es una pieza fundamental para que la sociedad se desarrolle. Asimismo, es clave en la lucha contra la pobreza y las enfermedades.

Este recurso tiene un carácter trasversal, lo que hace que sea indispensable para conseguir un desarrollo sostenible a nivel económico, social y ambiental.

Es un bien imprescindible para toda la humanidad, además de ser indispensable para el mantenimiento de los ecosistemas, y ante todo lo anterior, es un derecho esencial para la vida y la dignidad de los seres humanos.

Esta en nuestra mano, exigir y luchar para garantizar un acceso universal al agua potable segura y asequible en 2030. Por ello, es necesario que se realicen las inversiones adecuadas en infraestructuras, se proporcionen las instalaciones sanitarias y se fomenten las prácticas de higiene.

Porque hay un escalofriante cifra de personas que carecen de servicios básicos, debemos darles voz, para mejorar y garantizar su accesibilidad a este recurso, así como otorgar la seguridad de los servicios de saneamiento.

Estos son los objetivos a cumplir para que este recurso sea accesible para toda la humanidad

Todos ellos entran en la Agenda 2030, por lo que tenemos un tiempo límite para lograrlos.

  • Se debe conseguir el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.

  • Conseguir el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad.

  • Se tiene que mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos. Además de reducir a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial.

  • Hay que aumentar el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua. Además, debemos reducir considerablemente el número de personas que no pueden acceder a este recurso.

  • Hay que implementar la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, según proceda.

  • Este año, se deben de dejar protegidos y restablecidos los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos

  • Hay que ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo para la creación de capacidad en actividades y programas relativos al agua y el saneamiento, como los de captación de agua, desalinización, uso eficiente de los recursos hídricos, tratamiento de aguas residuales, reciclado y tecnologías de reutilización.

  • Debemos apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento.

¿Qué podemos hacer nosotros?

Las organizaciones de la sociedad civil deben trabajar para exigir que los gobiernos rindan cuentas, invertir en investigación y desarrollo de los recursos hídricos y promover la inclusión de las mujeres, los jóvenes y las comunidades indígenas en la gobernanza de los recursos hídricos.

Concienciar sobre estos cometidos y convertirlos en medidas concretas producirá resultados ventajosos para todos y conllevará una mayor sostenibilidad e integridad de los sistemas humanos y ecológicos.

También podemos colaborar en las campañas del Día Mundial del Agua y el Día Mundial del Retrete, que tienen por objeto proporcionar información e inspiración para adoptar medidas sobre cuestiones de higiene.

Recordemos, que el agua es un bien de todos y para todos. Cuídalo, por tu bien y el de todos.

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