El desafío global: ¿podremos alcanzar el ODS 7 para 2030?

En la mitad del período fijado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la energía para 2030, un informe crítico de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) arroja luz sobre el panorama actual.

Lamentablemente, el informe revela que el mundo no avanza de manera satisfactoria hacia la consecución de las metas del ODS 7, que se establecieron en la Cumbre de Naciones Unidas en 2015 con el objetivo de "garantizar el acceso a servicios de energía asequibles, confiables y sostenibles para todos" antes de que termine esta década.

A pesar de ciertos avances en los indicadores de energía sostenible, la velocidad actual de progreso resulta insuficiente para alcanzar cualquiera de las metas previstas para 2030. Lo que es aún más preocupante es la marcada variación en las tasas de progreso entre diferentes regiones, con algunas experimentando avances significativos mientras que otras enfrentan retrasos e, incluso, retrocesos en su camino hacia un sistema de energía más sostenible.

Obstáculos económicos globales

Uno de los obstáculos más destacados que dificultan el cumplimiento de los ODS 7 a nivel mundial se relaciona con la incertidumbre en las perspectivas macroeconómicas, así como con los altos niveles de inflación.

Esta incertidumbre económica, combinada con fluctuaciones monetarias y niveles significativos de endeudamiento, ha llevado a un déficit de financiamiento para inversiones críticas en infraestructura energética sostenible. Además, las cadenas de suministro se han visto obstaculizadas, las condiciones fiscales se han vuelto más rigurosas y los precios de los materiales han experimentado un rápido aumento, lo que genera dificultades adicionales para avanzar hacia un sistema de energía más sostenible y accesible.

Pandemia y aumento de precios energéticos

La pandemia de COVID-19 y el constante aumento de los precios de la energía desde mediados de 2021 presentan desafíos adicionales en el camino hacia la consecución de los importantes objetivos de energía en el ODS 7. Estos obstáculos son particularmente notorios en los países que ya se encontraban en una posición vulnerable en relación con sus metas energéticas.

El informe de la IRENA advierte que, si no se toman medidas adicionales y no se intensifican los esfuerzos actuales, se estima que alrededor de 1.900 millones de personas carecerán de acceso a cocinas limpias y 660 millones no tendrán acceso a electricidad para 2030. Estas brechas no solo tendrán un impacto negativo en la salud de las poblaciones más empobrecidas, sino que también acelerarán el cambio climático, lo que subraya la urgencia de actuar de manera decisiva para transformar los sistemas de energía en todo el mundo.

Los desafíos son significativos, y el progreso actual no es suficiente para cumplir con los ODS 7. La comunidad internacional y los formuladores de políticas deben centrarse en reformas estructurales y en proporcionar apoyo estratégico a los países más vulnerables con el fin de lograr un sistema de energía asequible, confiable y sostenible para todos de aquí a 2030. La cooperación internacional y un enfoque más equitativo en la asignación de recursos son esenciales para abordar estos desafíos apremiantes y llevarnos un paso más cerca de un mundo con energía sostenible y accesible para todos.