España, entre los 10 países con más casos de párkinson en el mundo

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05/06/2025 - 08:57
Mano de una persona con párkinson

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Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), España se sitúa como el noveno país del mundo con mayor número de personas diagnosticadas con párkinson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso y que se manifiesta con temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y alteraciones posturales. Con una población cada vez más envejecida, el número de afectados por esta patología ha ido en aumento en las últimas décadas, posicionando al párkinson como uno de los principales desafíos sanitarios y sociales del país.

Entre sus síntomas destacan el temblor, la rigidez muscular, la lentitud en el movimiento y/o la inestabilidad postural, que son comunes en esta enfermedad; pero también otros no motores, como la pérdida del sentido del olfato, cambios en el estado de ánimo, depresión, alteraciones del sueño o incluso degeneración cognitiva, que generan una alta discapacidad a medida de que avanza la enfermedad.

El coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN, el doctor Álvaro Sánchez Ferro, aseguró que “en los últimos 20 años la carga de discapacidad aumentó más de un 80 %, el número de fallecimientos se duplicó y, según las últimas previsiones, publicadas hace solo unas semanas, seguirá aumentando de forma muy considerable en los próximos años”.

Envejecimiento y detección precoz: claves del aumento de casos

A principios del mes de marzo se daban a conocer las conclusiones del último Global Burden of Disease Study sobre la enfermedad de Párkinson en las que, teniendo en cuenta los datos de 195 países, se estimaba que frente a los 12 millones de personas que padecen actualmente esta patología en todo el mundo, en los próximos 25 años estas cifras aumentarán más del doble, concretamente un 112 % más, lo que supone que en 2050 habrá más de 25,2 millones de afectados.

“Pese a que este previsible aumento se producirá en todos los países, sexos y edades, son especialmente llamativas las previsiones para España. Porque a pesar de que solo somos el 31º país más poblado, actualmente ya somos el noveno país con más casos de párkinson en el mundo. Pero, en 2050, escalaremos hasta el octavo puesto y, además, seremos el país con mayor número de personas con párkinson por habitante, con una prevalencia cercana a los 850 casos por cada 100.000 habitantes”, destacó el doctor Sánchez Ferro.

El envejecimiento poblacional es uno de los principales factores detrás del crecimiento de esta enfermedad. En España, donde la esperanza de vida supera los 83 años, se estima que más de 160.000 personas viven con párkinson, una cifra que podría duplicarse en los próximos 20 años si no se toman medidas preventivas eficaces. Aunque es más común en personas mayores de 60 años, cada vez se diagnostican más casos en adultos jóvenes, conocidos como de inicio temprano.

La detección precoz y el acceso a tratamientos adecuados son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad. No obstante, muchas personas aún tardan años en recibir un diagnóstico correcto, lo que retrasa intervenciones esenciales que podrían ralentizar su progresión.

Retos en el tratamiento y apoyo a los pacientes

Uno de los grandes desafíos de esta enfermedad es su complejidad clínica y emocional. Además de los síntomas físicos, los pacientes enfrentan depresión, ansiedad y un impacto significativo en su autonomía. Las terapias farmacológicas ayudan a controlar los síntomas, pero aún no existe una cura. Por ello, se insiste en la importancia de investigar nuevas terapias, mejorar la atención multidisciplinar e impulsar políticas públicas que garanticen una atención integral y accesible.

Organizaciones como la Federación Española de Párkinson trabajan intensamente para visibilizar la enfermedad, apoyar a pacientes y cuidadores, y sensibilizar a la sociedad sobre una realidad que afecta a miles de familias. Desde la comunidad científica también se insiste en la necesidad de fomentar la investigación para comprender mejor los mecanismos de esta enfermedad y desarrollar terapias más eficaces.

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