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Los Planes de Desplazamiento de Empresas (PDE) están ganando protagonismo en toda España. Impulsar, incentivar y favorecer la movilidad sostenible se ha convertido en una cuestión de Estado, lo que está llevando a las diferentes administraciones públicas a adaptar su normativa para reflejar este cambio de tendencia y transformar los sistemas de transporte corporativo buscando modelos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
En este contexto, la Autoritat del Transport Metropolità de Catalunya ha sido una de las últimas instituciones en introducir novedades al actualizar su guía metodológica para la elaboración de estos planes. En concreto, ha incorporado criterios más estrictos sobre quién tiene la obligación de cumplir con estos programas, los plazos de implementación y los objetivos medioambientales a alcanzar.
Cada vez más, las organizaciones deberán ajustar sus estrategias de desplazamiento corporativo para cumplir con la normativa, reducir la contaminación y, al mismo tiempo, mejorar su gestión empresarial. ¿Quieres saber cómo influye en tu organización esta actualización realizada en Catalunya? ¿Eres consciente de los pasos que debes seguir para cumplir con los nuevos requisitos de la Ley de Movilidad Sostenible en Catalunya? ¿Y en otras regiones de España?
¿Qué es un Plan de Desplazamiento de Empresa (PDE) y a quién afecta?
Un Plan de Desplazamiento de Empresa es una estrategia obligatoria en Catalunya desde 2024 para aquellas organizaciones con más de 500 personas trabajadoras o con centros de actividad en zonas de baja emisión (ZBE). El objetivo principal es reducir el uso del vehículo privado en los desplazamientos laborales y fomentar alternativas sostenibles como el transporte público, la bicicleta, el carpooling o el teletrabajo.
El PDE es más que un simple informe: se trata de un diagnóstico completo de los hábitos de movilidad del personal, acompañado de un plan de acciones concretas para mejorarla. Debe presentarse ante la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y actualizarse periódicamente.
Las empresas que no cumplan con esta normativa pueden enfrentarse a sanciones y perder beneficios fiscales asociados a la movilidad sostenible. Pero más allá de las obligaciones legales, implementar un PDE es una oportunidad para mejorar el clima laboral, reducir costes y reforzar la responsabilidad social corporativa (RSC).
Cómo elaborar un PDE efectivo paso a paso
El proceso para implantar un Plan de Desplazamiento de Empresa implica varias etapas clave:
- Diagnóstico de movilidad actual: Encuestas al personal para conocer cómo se desplazan, en qué horarios, distancias y modos de transporte.
- Análisis y objetivos: Detectar puntos críticos como exceso de coches o falta de aparcamiento y establecer metas medibles.
- Diseño de acciones: Desde rutas de bus lanzadera hasta fomento del teletrabajo, pasando por instalaciones ciclistas, zonas de aparcamiento para motos o acuerdos con operadores de transporte.
- Comunicación interna: Es esencial que el personal conozca los cambios y participe en su diseño y evaluación.
- Seguimiento y revisión: Evaluar anualmente el impacto y actualizar el plan.
Las entidades pueden contar con herramientas de apoyo como el Planificador de Plan de Desplazamiento de Empresa de la ATM, manuales técnicos y subvenciones para implementar mejoras.
Beneficios del PDE: más allá del cumplimiento normativo
Además de cumplir con la legislación vigente, los PDE aportan grandes ventajas a empresas y empleados:
- Reducción de costes operativos: Menor uso de combustible y mantenimiento de flotas.
- Menor huella de carbono: Mejora del perfil ambiental de la empresa.
- Mejora de la puntualidad y salud laboral: Trayectos más eficientes reducen estrés y absentismo.
- Aumento de la reputación corporativa: Las empresas que aplican políticas sostenibles son mejor valoradas por clientes y talento joven.
El PDE también puede integrarse en los informes de sostenibilidad ESG y ayudar a cumplir con la Agenda 2030.
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