La pobreza y la criminalidad afectan al tejido cerebral de los bebés recién nacidos

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25/04/2022 - 12:30
Entornos nocivos podrían tener efectos negativos en el cerebro de los bebés

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Dos nuevas investigaciones realizadas a mujeres embarazadas han dado lugar a uno de los mayores descubrimientos: la pobreza de las madres y la criminalidad en el entorno pueden llegar a afectar de forma negativa al cerebro de los bebés.

Un estudio con 280 mujeres embarazadas de varios niveles sociodemográficos

Está claro que la pobreza es uno de los elementos más negativos en todos los aspectos de la vida, también en las zonas más desarrolladas. Ante ello, miles de personas no saben cómo afrontarlo para que no llegue a afectar a sus vidas, ni mucho menos a sus familiares. Sim embargo, dos investigaciones han señalado que estos dos factores sí pueden alterar la normalidad de una vida plena.

Para ello, varios investigadores estadounidenses han realizado un seguimiento de 280 mujeres embarazadas dentro de varios niveles sociodemográficos, desde el primero o segundo trimestre hasta las primeras semanas después del parto. En cuanto a los participantes, todos completaron cuestionaros relacionados con el estrés psicosocial, la salud durante el embarazo y las desventajas sociales a las que se podrían haber visto involucradas.

Los bebés también fueron sometidos durante las primeras semanas a resonancias magnéticas mientras dormían.

Las características de la madre y los parámetros del niño se asocian con diferencias en la estructura cerebral

A través de la técnica de regresión jerárquica, que comprara varios modelos diferentes, los autores pudieron observar cómo las características de la madre y los parámetros adicionales del niño se asociaba con diferencias en la estructura de su cerebro.

En este sentido, algunos factores como el sexo femenino, su bajo peso al nacer, la edad postmenstrual o el consumo materno de tabaco también influyeron en el volumen de varias sustancias situadas en el cerebro, lo que da lugar a una inmadurez cerebral. Por tanto, cuanto menor es el bienestar de la madre durante el embarazo, menor es el volumen del tejido cerebral del niño.

En un segundo estudio se descubrió que las mujeres embarazadas que viven con altas tasas de criminalidad y pobreza, dieron luz a bebés cuyos cerebros funcionaron de una manera distinta en las primeras semanas de vida. Por eso, los investigadores resaltan la idea de proteger a las futuras madres del crimen y de la pobreza con el fin de mejorar el crecimiento y las conexiones del cerebro de los más indefensos, en este caso los bebés.

La pobreza en la niñez y la adolescencia está asociada con cambios en la función cerebral

Triste, pero cierto. Tras descubrir los múltiples resultados se ha podido confirmar que la pobreza en la niñez y la adolescencia está asociada con cambios en la función cerebral, así como con niveles más bajos de educación y capacidad cognitiva en la vejez. A ello se le suma las dificultades que viven los niños durante la primera infancia, trastornos que persistirán a lo largo de su vida y que afectará en varios sentidos.

Es importante no olvidar que, además de la pobreza, el estado mental de la madre durante el embarazo puede afectar al feto. Dentro de estos factores de salud mental destacan la ansiedad y la depresión.

Por último, cabe destacar que no solo existen estas situaciones en zonas desarrolladas, tal y como hemos visto, sino que es importante no dejar atrás la situación parecida que persiste en zonas más vulnerables y que día a día son abandonadas en mayor medida. La acción ciudadana y gubernamental son fundamentales para lograr un futuro mejor.

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