El PP resurge de las cenizas pero no podrá gobernar ante un bloque de izquierdas más fuerte

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24/07/2023 - 09:29
Líderes del PP en el balcón de su sede

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Lo de ayer fue un escrutinio de infarto que deja a la izquierda al borde de reeditar la coalición y a Pedro Sánchez con opciones de seguir cuatro años más en La Moncloa. Este match point era vivir o morir, ¡y vive!

Y mientras todos escuchamos - las mentiras y los insultos, otro asunto en el que ahora no nos meteremos de lleno - a Feijóo en el balcón de Génova, los asistentes no dejaron de corear el nombre de Ayuso, ¿qué es lo que realmente ha votado la gente del PP?

El PP gana las elecciones, si por eso se entiende ser la lista más votada, pero se queda muy lejos de todos sus objetivos. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, insistió durante toda la campaña en que su modelo era el de Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía e Isabel Díaz Ayuso en Madrid. En otras palabras: la mayoría absoluta. Pero le faltan 40 diputados y no podrá poner en marcha su plan B, el pacto con Vox que implicaría meter a dirigentes de la extrema derecha en el Gobierno.

Voy a hacer de este espacio un editorial saltándome la línea de GNDiario. Y es que, los resultados los sabemos todos. Estas han sido las elecciones españolas, más españolas que hemos visto en mucho tiempo. El bipartidismo recupera el terreno que estaba perdiendo. La cuestión es: ¿progresismo o Vox? Sería un fracaso que las izquierdas no se pusieran de acuerdo ahora que se han movilizado. Bajo mi punto de vista, la solución es que Feijóo se abstuviera e hiciese una buena oposición o que se uniese al PSOE. Algo que obviamente no va a pasar porque la política ya no es escuchar al pueblo y hacer lo que éste quiera (que gobiernen los más votados), ahora la política parece que consiste en darle un buen golpe al partido contrario. Eso sí, lo que se abre ahora es el debate sobre legitimidad, ¿quién gobernará, el partido más votado o el partido con más apoyos? Una batalla por el relato sobre cómo vender lo que ha pasado esta noche de domingo electoral.

Aunque gana el PP, los 122 escaños de PSOE saben a victoria

Así las cosas, no hay tsunami de derechas. El PP ha ganado las elecciones generales y como partido más votado obtiene 136 diputados, que son 47 más de los que tenía, pero queda a solo 14 escaños del PSOE, que resiste la erosión de gobernar y además obtiene dos diputados más de los que tenía (122). 

La diferencia en porcentaje de votos entre ambos es poco más de un punto, porque los socialistas también crecen. El otro flanco de la batalla entre los dos potenciales socios de Gobierno, Sumar y Vox, se ha resuelto a los puntos, y en ambos casos con pérdidas: Sumar y Vox recogen una cantidad de voto similar pero los rentabiliza mejor Vox, con 33 escaños frente a los 31 de Sumar (que baja cuatro con respecto a los resultados de Podemos en 2019).

La buena noticia para la democracia es el fuerte retroceso de la ultraderecha

Ayer por la mañana, a la hora de votar, yo no dejaba de pensar en la Ley 1/2004 de protección integral contra la violencia de género y lo importante que eran estos resultados electorales. No hay divorcios, duros, hay violencia de género, violencia contra las mujeres, y eso es lo que tengo muy en mente a la hora de pasar los días de votación. Con lo cual, ejercí mi derecho pensando en nosotras, en todas y en especial, en mi hija, para que además, pueda amar sin miedo. Un logro que he celebrado con este alejamiento de la ultraderecha.

En concreto, Vox pierde hasta 19 diputados, que regresan al PP. Cualquier posible investidura nacerá, por tanto, de acuerdos parlamentarios múltiples dado que ninguno de los dos bloques obtiene por sí solo la mayoría absoluta.

El 23J ofrece un resultado más cerca de la actual configuración del Parlamento que de un cambio radical, pese al aumento sustancial del PP desde sus 89 diputados actuales hasta los 136, tras engullir a la mayoría de los votantes del extinto Ciudadanos.

Aunque, como decíamos, se produce un ligero reforzamiento del bipartidismo, el reparto de diputados no prefigura una coalición gubernamental clara o fácil ni en la derecha ni en la izquierda. La suma de las derechas de PP y Vox queda a siete diputados de la mayoría absoluta, con 169, mientras PSOE y Sumar alcanzan juntos la cifra de 155, muy lejos de los 176 necesarios para la investidura del presidente, aunque disponen - de momento - de más capacidad de tejer alianzas con otros partidos que Feijóo y Abascal.

El candidato que ha ganado las elecciones, Feijóo, consideró “lógico” incluir a Vox en su Gobierno si necesitaba su sí y apeló a los socialistas para pedirles la abstención en una estrambótica estrategia en campaña que parece haberle pasado factura. Anoche asumió la responsabilidad de intentar gobernar y exigió que no hubiese bloqueos con el argumento de que siempre ha gobernado el candidato más votado. Pero el parlamentarismo no exige esa condición sino una mayoría.

La apelación a la abstención de los demás exige del PP un ejercicio de coherencia que no ha formulado hasta ahora

Volvamos a este punto, el PP pide al PSOE su abstención para a continuación “derogar el sanchismo” con los votos de Vox. Mientras, gobierna en Extremadura y Canarias — donde el PSOE fue la fuerza más votada — aliado con los de Abascal. El líder del PP debería explicar la teoría de que no es lo mismo gobernar España que gobernar las comunidades autónomas con la extrema derecha.

Con el resultado de este 23J, a él le corresponde abrir negociaciones y ofrecer pactos con contenidos concretos a todos aquellos a los que pida su voto o su abstención.

Habrá que esperar a que tome la iniciativa para saber y valorar lo que ofrece a cambio del apoyo que, por acción u omisión, necesita para gobernar.

Y pese a ese hundimiento y al peor resultado electoral de la historia reciente del PP, el 23J que supuestamente iba a enterrar el sanchismo deja en manos de Junts el futuro del país: coalición de izquierdas o repetición electoral.

Las difíciles paradojas de este resultado señalan que los siete diputados de la formación de Carles Puigdemont, Junts, pueden tener la clave de una nueva investidura de Pedro Sánchez y la reedición del Gobierno progresista. La abstención de Junts podría garantizar una mayoría simple en segunda vuelta, pero la situación de rebeldía ante la justicia española de Puigdemont y su misma estrategia frentista podría conducir a un bloqueo que forzase una repetición electoral.

Todo apunta a que nos alejamos de la ultraderecha, pero una vez más, los independentistas, huidos de la justicia y etarras, estarán en el Gobierno, ¿qué protagonismo tendrán? Quedamos a la espera.

Pero aquí no acaban mis alegrías. ¿Sabéis que falta por computar el voto rogado? El voto del extranjero se computa el viernes y todo parece apuntar que crecerán PSOE y Sumar, que superará a Vox.

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