Finaliza el programa Impulsa de Fundación Juan XXIII

La Fundación Juan XXIII finalizó con éxito un proyecto que permite fomentar la autonomía, la independencia y la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual. La iniciativa se celebró entre los meses de agosto y diciembre de 2020, siendo ésta su segunda edición. La propuesta formativa lleva el nombre de: “Programa Impulsa de apoyos personalizados para personas con discapacidad intelectual”.

Claves del Programa Impulsa de la Fundación Juan XXIII

Esta acción formativa tiene una metodología participativa, que se desarrolla a través de tres áreas: 

• Formación con talleres para el aprendizaje y entrenamiento de habilidades y destrezas. 
• Apoyos personalizados a la carta para dar respuesta a necesidades de acompañamiento de los trabajadores en diferentes espacios: domicilio familiar y en la comunidad.
• Actividades de ocio inclusivo y tiempo libre para que puedan compartir experiencias tanto en grupo como de forma individual.

Los trabajadores de este Centro Especial de Empleo tienen la oportunidad de participar en un programa de apoyos con carácter preventivo, educativo y “centrado en la persona”.

Por su parte, la Fundación Juan XXIII ha conseguido que más de 50 trabajadores de su plantilla, de entre 18 y 65 años se vean beneficiados con este tipo de propuestas. Lo singular en esta última edición fue que la cifra de participantes se incrementó hasta el doble respecto a la del año pasado, cuando Impulsa se puso en marcha por primera vez.

El proyecto cuenta con la financiación de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid en el marco de la convocatoria de subvenciones destinadas a la realización de programas de interés general para atender fines de interés social, con un cargo al 0,7 % del rendimiento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Formación y ocio en el contexto de una pandemia sanitaria

La Fundación Juan XXIII ha explicado que gran parte de los apoyos individualizados han tenido que darse en los propios domicilios y entornos comunitarios de estas personas. El programa Impulsa ha llevado a cabo determinadas acciones durante el confinamiento, como fue el plan estratégico de alfabetización digital, que se puso en marcha con el objetivo de enseñar el uso de dispositivos tecnológicos para favorecer la comunicación entre los participantes. De forma paralela se trabajaba en los conocimientos de soportes informáticos.

En esta línea, durante el confinamiento se activaron acciones para la estimulación cognitiva y el bienestar emocional de los participantes. Para ello se emplearon herramientas tecnológicas de entrenamiento cognitivo como es GNPT: una plataforma online de rehabilitación y estimulación cognitiva adaptada para personas con discapacidad intelectual.
 
Dentro del espacio dedicado al ocio dentro de Impulsa se pudo impartir un taller de teatro en la Sala Off-Latina, en colaboración con el Proyecto ON de La Fragua y La Luna. Los participantes pudieron ensayar y poner en prácticas sus dotes interpretativas en un entorno real e inclusivo.

 En relación al área de ocio, el deporte ha cobrado especial atención en esta última formación. Se ha creado el Primer “Club Ciclista Impulsa”, con rutas cada domingo y el primer “equipo de futbol del CEE”. El Club Galapagar ha donado la equipación deportiva.

Impulsa ha permitido gracias una segunda edición mejorar la autoestima de los participantes y también, su calidad de vida durante estos meses de formación y ocio, a pesar de la pandemia.

Una vez finalizado este programa, el grado de satisfacción de los participantes que han cumplimentado la encuesta de evaluación se sitúa en un 9, 57 de 10.
 

La Fundación Juan XXIII lleva más de 50 años trabajando por la inclusión social y laboral de personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental, a través de propuestas como la de este programa tan completo centrado en cada uno de los participantes.