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Al cumplirse un año de la devastadora DANA que anegó amplias zonas de la provincia de Valencia, SEO/BirdLife advirtió este martes que los actuales mapas de probabilidad y riesgo de inundaciones ya no reflejan la realidad climática del territorio. La organización subraya que ningún tipo de infraestructura puede garantizar por sí sola protección frente a episodios meteorológicos de esta magnitud y llama a una revisión integral de la gestión hídrica y ambiental en la región.
La entidad recuerda que los efectos de aquella catástrofe todavía están presentes en buena parte del territorio valenciano y que las consecuencias ecológicas, especialmente en espacios naturales emblemáticos como La Albufera, el Parque Natural del Turia y el Parque Natural Chera-Sot de Chera, son profundas y duraderas.
Un territorio aún marcado por los estragos de la DANA
La tormenta extrema, acompañada de intensas lluvias torrenciales en 2024, transformó la configuración de los cauces fluviales y dispersó una gran cantidad de residuos por toda la provincia. SEO/BirdLife asegura que la huella del desastre sigue siendo claramente visible, tanto por la alteración morfológica de los ríos como por la acumulación de materiales contaminantes en diversos enclaves naturales, por lo que el riesgo de inundaciones sigue multiplicándose.
En zonas especialmente afectadas, como los barrancos o fincas agrícolas privadas, los restos voluminosos, como torres eléctricas caídas, vehículos arrastrados o estructuras metálicas, continúan dificultando los trabajos de restauración. En el Parque Natural Chera-Sot de Chera, estos residuos aún suponen un riesgo para el suelo y los acuíferos, por lo que su retirada exige maquinaria especializada y una intervención sostenida.
Incluso en los ecosistemas costeros, SEO/BirdLife advierte que el problema persiste. En las playas y dunas, fragmentos plásticos y materiales ligeros como el poliestireno expandido se mantienen atrapados entre la vegetación y la arena. A pesar de los esfuerzos de limpieza, la gran cantidad de microresiduos representa un desafío constante para las labores de recuperación ambiental.
Revisión de los mapas de riesgo de inundaciones y recuperación del territorio fluvial
La organización considera que el cambio climático ha alterado los patrones meteorológicos hasta el punto de hacer obsoletos los actuales mapas de inundación. Por ello, plantea actualizarlos conforme a los nuevos escenarios climáticos y a una cartografía revisada de las zonas inundables.
SEO/BirdLife insiste en que las soluciones no deben basarse exclusivamente en infraestructuras duras, sino en medidas de carácter ecológico que refuercen la resiliencia natural de los ecosistemas. Propone recuperar el territorio fluvial, liberar suelos en riesgo de inundaciones, y aplicar soluciones basadas en la naturaleza, como la restauración de humedales o la ampliación de zonas de laminación, para prevenir futuros desastres.
Dentro de sus alegaciones al nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PORN) del Parque Natural de La Albufera, la ONG pide medidas urgentes para asegurar la sostenibilidad ecológica de este espacio, emblemático por su biodiversidad y por su papel crucial en el equilibrio hidrológico de la cuenca.
SEO/BirdLife expone que La Albufera sufre desde hace años problemas estructurales y de gobernanza que han acelerado su deterioro. Los descensos registrados en las poblaciones de aves acuáticas reproductoras en 2024 son un reflejo de su delicado estado ecológico.
Entre las propuestas presentadas destacan la mejora de la calidad del agua, la garantía de caudales ecológicos, la sincronización entre el ciclo agrícola y el natural, y la promoción de cultivos de arroz basados en criterios ecológicos que favorezcan la reproducción de las aves acuáticas.
Medidas urgentes para proteger la fauna y fortalecer la gestión
La ONG aboga por ampliar las áreas renaturalizadas que actúan como “filtros verdes”, imprescindibles para restaurar las funciones naturales del humedal. Además, considera prioritario reforzar la gobernanza, fomentar la participación ciudadana y promover un uso público sostenible del parque como medida preventiva del riesgo de inundaciones
La sensibilización ambiental y las actividades educativas también se mencionan como pilares para fortalecer la conciencia social sobre la necesidad de conservar La Albufera.
En el apartado técnico, la organización para reducir el riesgo de inundaciones propone medidas normativas y operativas específicas que fortalezcan la resiliencia hídrica ante episodios extremos cada vez más frecuentes. Solo con un enfoque de gestión integrada será posible responder de manera efectiva a los impactos del cambio climático en el entorno costero y fluvial valenciano.
SEO/BirdLife alerta sobre las consecuencias de la inoperatividad del área del Tancat de la Pipa, una reserva ecológica gestionada mediante acuerdos con la Confederación Hidrográfica del Júcar y Acció Ecologista-Agró. El mal funcionamiento de esta zona, clave para especies dependientes de aguas transparentes y vegetación sumergida, ha afectado gravemente a varias poblaciones de aves.
Según los datos de la organización, la capacidad reproductora de la avifauna se ha visto drásticamente reducida: el zampullín chico disminuyó su reproducción a la mitad, el somormujo lavanco no llegó a criar, el pato colorado pasó de 35 a 22 parejas, y el porrón europeo se redujo a solo siete parejas, el peor resultado de toda la década. También el calamón y la focha común disminuyeron en un 34 % y un 38,9 %, respectivamente.
Tras la inundación, la distribución de las aves acuáticas invernantes también se alteró. SEO/BirdLife documentó un desplazamiento masivo de anátidas desde las zonas de reserva hacia los arrozales del sur de La Albufera. Mientras en la laguna principal la población cayó de cerca de 20.000 ejemplares a unos 3.000, en los campos arroceros se contabilizaron hasta 10.000 aves, una cifra muy superior a la habitual.
Especies invasoras, un nuevo reto ambiental
Otro efecto colateral de la DANA y del arrastre de lodos y sedimentos ha sido la expansión de especies vegetales exóticas invasoras, entre ellas la bardana y el ricino. SEO/BirdLife advierte que estas plantas podrían extenderse aún más con la llegada de las lluvias otoñales e invernales, amenazando la vegetación autóctona y la estabilidad ecológica de los humedales valencianos.
La ONG concluye que las políticas ambientales en la Comunidad Valenciana deben adaptarse cuanto antes a los nuevos escenarios climáticos y priorizar la restauración ecológica frente a las soluciones puramente tecnológicas. Solo así será posible proteger el territorio del riesgo de inundaciones, la biodiversidad y a las comunidades que dependen de estos ecosistemas vulnerables.
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