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El Reino Unido ha decidido tomar en cuenta las propuestas de los activistas contra la pobreza, quienes sugieren que las transferencias en efectivo, no directas, son una manera rentable de apoyar a las personas sin hogar. Por ello, el gobierno de Keir Starmer lanzará un estudio junto al King's College de Londres (KCL) y la organización benéfica Greater Change, para evaluar la viabilidad de este enfoque. El objetivo es reducir la pobreza en un país que actualmente lidera la OCDE en cuanto a personas sin hogar.
Reino Unido pone en marcha una iniciativa para combatir la pobreza y la falta de vivienda
El Reino Unido ha decidido poner en marcha una iniciativa innovadora para combatir la pobreza y la falta de vivienda, atendiendo las propuestas de activistas que abogan por una forma más efectiva de apoyar a las personas sin hogar.
Durante años, estos defensores han sostenido que las transferencias de dinero en efectivo, aunque no sean entregadas de manera directa, son una de las formas más rentables de asistir a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.
En respuesta a estas sugerencias, el gobierno de Reino Unido, bajo la dirección de Keir Starmer, ha lanzado un ambicioso proyecto de investigación, el cual será llevado a cabo por el King's College de Londres (KCL) en colaboración con la organización benéfica Greater Change.
El estudio tiene como objetivo evaluar la viabilidad de un modelo de ayuda que no implique la entrega directa de dinero a las personas sin hogar, sino una distribución más controlada y específica de recursos en Reino Unido.
De esta manera, el gobierno busca encontrar una forma más eficaz de abordar la pobreza y la falta de vivienda en un contexto en el que el Reino Unido tiene la tasa más alta de personas sin hogar dentro de la OCDE.
Una investigación para evaluar las necesidades específicas
La investigación se llevará a cabo con la participación de 360 personas de Inglaterra y Gales, quienes serán divididas en dos grupos. La mitad de los participantes recibirá el apoyo habitual de las organizaciones benéficas, mientras que el otro grupo recibirá asistencia adicional por parte de Greater Change.
Esta organización se encargará de contactar personalmente con los beneficiarios para evaluar sus necesidades específicas. En lugar de darles dinero en efectivo, los trabajadores de Greater Change utilizarán los fondos para cubrir gastos como depósitos de alquiler, el pago de deudas pendientes, la compra de electrodomésticos, muebles, ropa nueva o incluso la adquisición de equipos de trabajo esenciales.
El propósito de este enfoque es asegurarse de que los recursos se destinen exclusivamente a bienes y servicios de primera necesidad, evitando que el dinero sea utilizado de manera inapropiada. Al no realizar transferencias directas, el proyecto busca ofrecer un apoyo más directo y dirigido a las necesidades inmediatas de las personas sin hogar, con la esperanza de que esto reduzca los obstáculos que enfrentan para salir de la pobreza y la exclusión social.
La reintegración de exreclusos, un problema permanente
En el Reino Unido se han realizado estudios pequeños sobre la ayuda a personas sin hogar, como el de la Fundación Joseph Rowntree en 2012, que asistió a 12 personas. El nuevo estudio a gran escala, liderado por Greater Change, busca evaluar la eficacia de su enfoque.
Jonathan Tan, cofundador de la organización, señaló que cada persona ayudada podría generar un ahorro de 35.000 libras en gastos públicos. Un problema importante es la reintegración de exreclusos, ya que el 13 % queda sin hogar tras salir de prisión, lo que aumenta la reincidencia. Así, el estudio también examinará si la ayuda está llegando a quienes realmente más la necesitan.
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