Qué es, y qué no es, la responsabilidad afectiva

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16/01/2023 - 14:42
En busca de la responsabilidad afectiva

Lectura fácil

Términos como 'responsabilidad afectiva', 'ghosting', 'breadcrumning' o 'pocketing', son cada vez más comunes y más utilizados en los entornos de las relaciones amorosas o sexuales. Las nuevas herramientas y entornos que ha traído consigo internet para relacionarnos, también ha generado una serie de nuevas dificultades y cuestiones que requieren de nuestra adaptación y aprendizaje, si queremos mantener relaciones lo más sanas posibles.

Para conseguirlo, la responsabilidad afectiva juega un papel clave, ya que se trata de aquella capacidad de ser conscientes de que nuestro comportamiento y nuestra comunicación tienen un impacto sobre los demás, además de tratarse de una herramienta para concienciar sobre la importancia del cuidado mutuo en nuestras relaciones, sean del tipo que sea. Tomando en cuenta esta importante herramienta, podemos evitar situaciones desagradables para los demás e incluso para nosotros mismo.

Cuando la responsabilidad afectiva no existe

Para poder comprender un poco más en qué consiste exactamente la responsabilidad afectiva, desde la plataforma de divulgación Freeda España, lanzaron un par de ejemplos para saber identificar los momentos en los que estamos siendo poco responsables, o nos hemos topado con una persona que carece de este tipo de habilidad social, y poder mejor en este sentido:

El 'breadcrumbing'

Parece que nos encantan los anglicismos para denominar ciertas actitudes en las relaciones personales que nos vamos encontrando, pero por muy moderno que suene el 'breadcrumbing', esta actitud hacia otras personas es casi tan antigua como el ser humano. Viene a definir una actitud ciertamente manipulativa en el que una de las partes de la relación alimenta "solo con migajas de pan el interés de alguien que lógicamente quiere comerse la barra de pan entera", explican desde la plataforma.

Los comportamientos que definen esta actitud suelen estar relacionados con el refuerzo ambivalente, es decir, un día te doy y al día siguiente puede que sí o puede que no. Esta situación de ambivalencia acaba generando confusión e incertidumbre en la persona interesada, ya que empieza a no tener claro qué debe hacer para recibir 'la migaja'. También trae ansiedad y miedo al rechazo de la otra persona.

El 'breadcrumbing' es algo a lo que prestar cierta atención, ya que además en procesos como estos la responsabilidad afectiva brilla por su ausencia y puede llevar a situaciones de manipulación e incluso maltrato psicológico por parte de la persona que tiene la barra de pan en la mano.

'Ghosting'

Puede que este término no nos resulte nada novedoso para casi ninguno de nosotros, y es que es cada vez más habitual vivirlo o incluso llevarlo a cabo. Sin embargo, es una acción que puede resultar bastante perjudicial para la persona "ghosteada". Según la psicóloga Eva Álvarez, incluso una persona que tiene responsabilidad afectiva consigo misma, podría llegar a caer en esta trampa, y es que según explica, “Se hace por miedo a sentirse vulnerable, por evitar el conflicto y para no sentir vergüenza de decir determinadas cosas".

Añade que también puede hacerse "para no enfrentarse a una situación por orgullo o para no herir al otro. Pero lo que está claro es que, para tener relaciones sanas, hay que pasar por conversaciones incómodas”.

Conversaciones incómodas para relaciones más sanas

Se ha observado que está muy normalizado utilizar una comunicación irresponsable, sin tener en cuenta al otro. La responsabilidad afectiva es necesaria, no solo en las relaciones de pareja, sino también en las familiares, las profesionales, así como en encuentros efímeros o de una noche. Pero, ¿Cómo saber si lo estamos siendo? Álvarez nos explica que lo sabemos "si sientes que eres sincero contigo mismo y con el otro, si construyes relaciones desde la transparencia, con una comunicación frecuente y asertiva y no pasivo-agresiva. Una comunicación basada en acuerdos y desde el respeto mutuo”.

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