Cómo evitar la sarcopenia y conservar el músculo

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14/06/2025 - 14:00
Sarcopenia, afección en los músculos

Lectura fácil

La sarcopenia es una afección común en el envejecimiento que afecta la masa y la fuerza muscular, impactando directamente en la calidad de vida de muchas personas mayores. Conocer sus causas y cómo prevenirla es fundamental para mantener la movilidad y la independencia a lo largo de los años. A continuación, exploraremos de qué trata la sarcopenia, por qué ocurre y cuáles son las mejores estrategias para combatirla.

La sarcopenia, una condición que afecta a los músculos

La sarcopenia es una condición que afecta principalmente a los músculos, caracterizada por la disminución gradual de su tamaño y fuerza. Esta pérdida muscular no ocurre de forma repentina, sino que avanza con el tiempo, especialmente a partir de los 60 años. La causa principal de este proceso está vinculada con el envejecimiento y los cambios que el cuerpo experimenta en su función hormonal, que afecta directamente al tejido muscular.

Con el paso de los años, el organismo reduce la producción de ciertas hormonas esenciales, como la testosterona, la hormona del crecimiento y otras relacionadas con el mantenimiento y la regeneración muscular. Esta disminución hormonal provoca que los músculos pierdan volumen y densidad, lo que se traduce en una pérdida de fuerza y resistencia. Además, la reducción en la actividad física que muchas personas mayores experimentan también contribuye a acelerar este proceso.

Importancia del ejercicio físico

Uno de los métodos más efectivos para combatir la sarcopenia es mantener una rutina de ejercicio constante, especialmente ejercicios que impliquen fuerza y resistencia. El fisioterapeuta Alberto Camacho destaca que la actividad física en personas mayores debe centrarse en fortalecer la musculatura para retardar la pérdida muscular y mejorar la funcionalidad diaria. Los ejercicios de fuerza, combinados con actividades aeróbicas, ayudan a mantener el músculo activo y resistente.

Por ello, no solo es importante mantener el músculo, sino también controlar el aumento de la grasa corporal, que puede dificultar aún más la movilidad y la realización de actividades cotidianas. Cuando se pierde músculo y se gana grasa, el cuerpo se vuelve menos eficiente y esto puede limitar la capacidad para seguir un estilo de vida activo. Por eso, una alimentación equilibrada y un plan de ejercicio adecuado son fundamentales para evitar estos desequilibrios.

Consejos prácticos para mejorar nuestros ejercicios

Para frenar la sarcopenia es recomendable incluir en la rutina diaria ejercicios de resistencia, como levantar pesas o usar bandas elásticas, combinados con caminatas o actividades cardiovasculares moderadas.

Además, una alimentación rica en proteínas, vitaminas y minerales ayuda a mantener los músculos fuertes. Consultar con un profesional de salud, como un fisioterapeuta, puede ser clave para diseñar un plan personalizado que se adapte a las necesidades y capacidades de cada persona.

En general, la sarcopenia no es un proceso irreversible si se toman las medidas adecuadas a tiempo. La combinación de ejercicio regular, buena nutrición y hábitos saludables puede ayudar a conservar la masa muscular, mejorar la calidad de vida y mantener la independencia en la vejez.

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