La Antártida sigue perdiendo su hielo

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29/04/2022 - 10:30
El deshielo en la Antártida

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La extensión del hielo marino en la Antártida durante el mes pasado fue la segunda más baja de un mes de marzo desde que el registro histórico por satélite comenzara en 1979, con una media de 2,82 millones de kilómetros cuadrados.

Así lo asegura la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) en su último resumen climatológico mensual de hielo y nieve en la Tierra, a partir de datos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (Nsidc, por sus siglas en inglés).

El informe, recogido por Servimedia, indica que la cobertura de hielo marino en la Antártida tuvo el mes pasado una media de 2,82 millones de kilómetros cuadrados, lo que representa 1,21 millones de kilómetros cuadrados menos o un descenso de un 30 % respecto al promedio entre 1981 y 2010.

Se trata de la segunda cifra más baja de los últimos 44 años, sólo superior a la de marzo de 2017 (2,70 millones de kilómetros cuadrados). Por el contrario, el máximo histórico lo mantiene marzo de 2008 (5,28 millones), por delante de los de 2013 (5,02 millones) y 2015 (4,96 millones en ambos casos).

La Antártida padece derrumbes de bloque de hielo por el calentamiento global

Según el Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus, el mes de marzo fue "anormalmente" cálido en amplias zonas del Ártico, que registró el cuarto mes de marzo más cálido, y en la Antártida se batieron récords de temperaturas diurnas diarias.

El Mar de Ross y el Mar de Weddell fueron las zonas más afectadas por la reducción del nivel de hielo marino en la Antártida.

Además, cabe destacar que la detección de ese calentamiento inusual en los dos polos de la Tierra a la vez, hicieron saltar las alarmas, porque se llegaron a marcar temperaturas de hasta 40 º por encima de lo normal.

Hace un mes de dichos datos, y como consecuencia, según la Oficina Australiana de Meteorología, se produjo un derrumbe de un bloque de hielo en la zona oriental del Polo Sur, que estiman tenía las dimensiones de la ciudad de Roma.

Esto es la primera vez que ocurría en esta parte de la Antártida. Esta plataforma de hielo, de unos 1.200 km2 se vino abajo el pasado 15 de marzo, cuando los termómetros llegaron a marcar los -11ºC.

Este bloque de hielo antártico llevaba resquebrajándose desde mediados de la década de los 2000, y el 4 de marzo de este año ya mostraba haber perdido más de la mitad de superficie.

Pero este es uno de los muchos colapsos de hielo que ha sufrido el Polo Sur. Nada más empezar este siglo, cayó la plataforma Larse B, de unos 3.250 km2.

El reciente derrumbe descomunal de este pasado marzo en el Polo Sur vuelve la vista hacia atrás, y la preocupación porque es cada vez más frecuente el derrumbe de grandes cantidades de hielo.

Por otro lado, el Ártico muestra un descenso algo ralentizado

El colapso del hielo marino del Ártico se sitúa en el lado opuesto, y es que solamente abarca 14,59 millones de km2 en el marzo pasado.

Esto representa un descenso menor de un 5 % si se compara con los datos promedios que se dieron en el periodo comprendido entre 1981 y 2010, por lo que queda situada en la cifra más baja en 44 años de registro histórico.

El mínimo histórico se produjo en marzo de 2017, con 14,29 millones de kilómetros cuadrados, seguido de los de 2018, con 14,30 millones y 2015, registrando unos 14,37 millones. El máximo sigue siendo el deshielo de 1979, unos 16,34 millones en el Ártico.

El problema tanto del deshielo de la Antártida como del Ártico es que sin dichas capas, el hielo marino avanza de forma más rápida hacia el océano, lo que contribuye con el aumento del nivel del mar. Es por ello que su derrumbe es tan aterrador, porque las capas tienen un rol muy importante en la contención del hielo tierra adentro.

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