Los tiburones siguen muriendo a causa de las capturas

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16/02/2024 - 13:00
Sobrepesca de tiburones

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El número de tiburones muertos en el mundo por su pesca subió recientemente al pasar de 76 millones en 2012 a 80 millones en 2019, pese a los cambios regulatorios generalizados para reducir esas capturas.

Así lo explican ocho investigadores pertenecientes a instituciones de Canadá o Estados Unidos en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Science’.

Los autores sugieren que se necesitan mejores regulaciones para revertir la continua sobreexplotación de esta especie en el mundo.

Datos actuales sobre la situación mundial de los tiburones

Los tiburones han persistido como poderosos depredadores de los océanos durante más de 400 millones de años. Sobrevivieron a cinco extinciones masivas y se diversificaron en una asombrosa variedad de formas y estilos de vida.

Pero este antiguo linaje se encuentra ahora entre los grupos de especies más amenazados del mundo debido a la sobreexplotación en pesquerías mal reguladas y la proliferación de prácticas derrochadoras de aleteo.

Los gobiernos de todo el mundo han introducido una serie de regulaciones destinadas a reducir la captura y el corte de aletas de tiburones, en el último de los cuales las valiosas aletas generalmente se retienen para la venta mientras los cadáveres se descartan en el mar.

El aumento de su mortalidad se debe en parte a la sobrepesca: a menudo se capturan grandes cantidades de individuos como captura incidental en la pesca del atún y se matan por sus aletas.

Como respuesta, se han vuelto comunes regulaciones nacionales e internacionales destinadas a eliminar el corte de aletas de tiburón y reducir su demanda.

Sin embargo, hasta ahora ningún estudio ha investigado si el cercenamiento de aletas de tiburón o la legislación pesquera han reducido con éxito la mortalidad mundial por pesca de esos animales.

Con todos los datos disponibles sobre captura de tiburones y regulatorios informados por pesquerías individuales, países y organizaciones de gestión pesquera, Boris Worm, de la Universidad de Dalhouse (Canadá) y sus colegas calcularon los patrones globales de mortalidad por su pesca entre 2012 y 2019, y los compararon con las regulaciones relevantes adoptadas durante este tiempo.

Los autores encontraron que, en general, la mortalidad por pesca de tiburones ha seguido aumentando a pesar de los cambios regulatorios generalizados. Aproximadamente 25 millones de especies capturadas en 2019 pertenecían a animales amenazadas.

Un problema global de proporciones gigantescas

"La pesca insostenible de tiburones es un problema global de proporciones asombrosas que eventualmente podría conducir a la extinción de algunas de las especies más antiguas y veneradas de nuestro planeta", indica Darcy Bradley, de la Universidad de California en Santa Bárbara (Estados Unidos).

"La pesca insostenible de la especie es un problema global de proporciones asombrosas que eventualmente podría conducir a la extinción de algunas de las especies más antiguas y veneradas de nuestro planeta", indica Darcy Bradley, de la Universidad de California en Santa Bárbara (Estados Unidos).

El aumento de la mortalidad entre 2012 y 2019 provino principalmente de la pesca costera de la especie, que representan el 95 % de la letalidad total en términos del número de especies individuales capturados y asesinados. La mortalidad en estas pesquerías aumentó un 4 % en ese periodo.

Esto contrasta con las pesquerías reguladas en alta mar, especialmente en el Atlántico y el Pacífico occidental, donde la mortalidad de la especie disminuyó en aproximadamente un 7 %.

Casi el 70% de las jurisdicciones marítimas de todo el mundo han introducido algunas medidas regulatorias para eliminar el corte de aletas de tiburón y la mortalidad por pesca asociada, de las cuales pocas existían hace 20 años.

“Lo sorprendente es que no se trata solo de uno o dos países, sino que, en todo el mundo, los gobiernos y algunas empresas pesqueras se han comprometido a eliminar el aleteo, a menudo en respuesta a la presión pública. El desafío ahora es aprovechar este impulso y establecer medidas más sólidas para reducir las capturas de tiburones en general”, indica Laurenne Schiller, de la Universidad Carleton (Canadá).

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