La alerta de tsunami tras potente terremoto en Kamchatka disminuye, pero se pide precaución

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31/07/2025 - 11:30
Tsunami

Lectura fácil

Un terremoto de magnitud 8,8 registrado frente a la península de Kamchatka, Rusia, provocó este miércoles alertas de tsunami en varios países bañados por el Océano Pacífico, incluyendo Japón, Hawái, Alaska, Canadá y naciones latinoamericanas. El seísmo generó olas de entre 3 y 4 metros en las costas del sureste de la península rusa. Se trata del terremoto más potente en la región del Pacífico desde 1952 y el octavo de mayor magnitud a nivel global.

A lo largo de la mañana, numerosos países han ido rebajando progresivamente sus alertas de tsunami. Tal es el caso de Hawái, donde los residentes evacuados ya pueden regresar a sus hogares con cautela, así como China, Japón y Rusia.

A pesar de la disminución de la alerta, las autoridades continúan instando a la población a mantener la cautela y seguir las recomendaciones de seguridad. Esta advertencia se refuerza tras una réplica de magnitud 6,2 que sacudió nuevamente la península rusa. Expertos han informado que, en tan solo una hora, se registraron alrededor de trece réplicas.

El gobierno de México ha anunciado la cancelación de la alerta de tsunami emitida a raíz del fuerte sismo de magnitud 8.8 que sacudió las costas de Rusia. La Secretaría de Marina, a través del Centro de Alerta de Tsunamis, informó en un breve comunicado que la decisión se tomó tras una exhaustiva evaluación del nivel del mar en el litoral mexicano y en zonas cercanas al epicentro, confirmando que no se esperan variaciones significativas que afecten a la población o a las actividades marítimo-portuarias.

El rol crucial del sistema de alerta de tsunami de la UNESCO

El sistema de alerta de tsunamis, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), demostró ser fundamental en la rápida respuesta ante este evento. En apenas diez minutos, tras el seísmo, el sistema advirtió a las poblaciones costeras que podían ser afectadas, principalmente en Rusia y Japón.

La UNESCO destacó en un comunicado que, "gracias a estos sistemas desplegados desde hace 20 años, así como a los esfuerzos de sensibilización de las poblaciones costeras y a las investigaciones científicas oceánicas, millones de personas pudieron ser prevenidas del peligro". Este sistema fue implementado tras el devastador tsunami del Índico en 2004, que cobró la vida de más de 220.000 personas en 14 países, siendo Indonesia el más afectado.

El Pacífico recobra el pulso

Tras las amenazas de tsunamis generada por uno de los terremotos más fuertes jamás registrados, la calma comienza a regresar al Pacífico. Países como Japón y Estados Unidos han logrado recuperar la normalidad, aunque algunas zonas de Centroamérica y Sudamérica permanecieron en alerta preventiva.

El sismo, con epicentro en la península de Kamchatka, Rusia, generó cuatro grandes olas que inundaron la costa de Paramushir, una de las islas Kuriles del norte, aunque sin causar víctimas. En Kamchatka, se reportaron escenas de pánico y daños en edificios e infraestructuras, con varias réplicas que mantuvieron la preocupación.

Evacuaciones preventivas y alertas levantadas

En el archipiélago ecuatoriano de Galápagos, más de un millar de habitantes y turistas de islas como Santa Cruz, Isabela, San Cristóbal y Floreana fueron evacuados de forma preventiva. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) informó de la evacuación de 1,480 personas con el apoyo de militares.

Por su parte, Estados Unidos ha asegurado que la amenaza de un tsunami grave "ha pasado completamente", aunque se mantienen algunas alertas preventivas en la costa oeste. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, declaró que "estamos en muy buena forma en este momento" y que se ha rebajado la amenaza para Hawái y algunas regiones de Alaska, anticipando un impacto mínimo en la costa oeste. Otros países como China y Perú también levantaron o bajaron sus alertas, mientras que Colombia y Chile estuvieron vigilantes por posibles corrientes fuertes y olas.

La pronta activación de los sistemas de alerta y la coordinación internacional han sido clave para mitigar los posibles efectos de este potente terremoto en la cuenca del Pacífico.

Tsunamis: una amenaza en evolución y los avances en su detección

Los tsunamis, olas gigantes generadas por terremotos submarinos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra, han sido históricamente una de las fuerzas naturales más destructivas. Su velocidad y poder devastador los convierten en una amenaza constante para las zonas costeras.

En el pasado, su llegada era impredecible. Las advertencias eran escasas y la falta de sistemas de monitoreo provocaba numerosas víctimas. El tsunami del Índico en 2004, con más de 220.000 muertos, marcó un antes y un después, impulsando la creación de sistemas de alerta temprana en regiones vulnerables.

Desde entonces, se han instalado redes de sismógrafos y boyas DART capaces de detectar tsunamis en alta mar y enviar datos en tiempo real. Además, los avances en modelización numérica permiten simular con precisión su comportamiento e impacto en la costa.

También ha mejorado la cooperación internacional y la educación de las comunidades sobre señales de alerta y evacuación. Muchas zonas costeras ahora cuentan con planes y rutas de escape bien definidos.

Sin embargo, el riesgo persiste, especialmente en el “Anillo de Fuego” del Pacífico. El crecimiento urbano costero y el cambio climático aumentan la exposición. Aun así, la ciencia, la tecnología y la colaboración global han mejorado significativamente nuestra capacidad de respuesta ante estos eventos, reforzando la resiliencia y salvando vidas. El incidente del terremoto de Kamchatka es un testimonio de cómo la ciencia, la tecnología y la cooperación internacional se han unido para mitigar los riesgos de los tsunamis.

Aunque no se produjo una catástrofe a gran escala, la rápida respuesta y la eficacia de los sistemas de alerta salvaron vidas y bienes. Sin embargo, el futuro presenta desafíos, como el impacto del cambio climático en el nivel del mar, que podría exacerbar los efectos de los tsunamis costeros, y la necesidad de mantener y actualizar constantemente la infraestructura de alerta. La historia de los tsunamis es una lección continua de humildad ante la fuerza de la naturaleza, pero también un relato de progreso humano en la búsqueda de la seguridad y la resiliencia.

Guía de actuación ante un tsunami para personas con discapacidad y mayores

El principio fundamental en cualquier emergencia es la preparación. Para una persona con movilidad reducida, discapacidad sensorial o que necesita medicación constante, la anticipación es la herramienta más importante para garantizar la seguridad.

Esta guía se divide en tres fases cruciales: antes, durante y después del tsunami.

ANTES del Tsunami (La Preparación es Clave)

Esta es la fase más importante. Lo que hagas ahora determinará tu seguridad si llega a producirse una alerta.

1. Crea tu red de apoyo personal:

  • No planifiques en solitario. Habla con familiares, amigos de confianza, cuidadores o vecinos. Crea un pequeño equipo de apoyo.
  • Designa un "compañero de evacuación": Una o dos personas que se comprometan a avisarte y ayudarte a evacuar si es necesario. Asegúrate de que tengan una llave de tu casa.
  • Intercambia información: Tu red de apoyo debe conocer tus necesidades (tipo de movilidad, medicación, etc.) y tú debes tener sus números de teléfono a mano (apuntados en papel, no solo en el móvil).

2. Conoce tu entorno y planifica tu evacuación:

  • Identifica si vives en una zona de riesgo: Consulta el mapa de riesgo de tsunamis de tu municipio. Puedes encontrarlo en la web del ayuntamiento o de Protección Civil.
  • Define tus rutas de evacuación ACCESIBLES: Las rutas oficiales pueden tener cuestas empinadas o escaleras. Planifica una ruta alternativa que sea segura para ti, ya sea a pie, en silla de ruedas o con un andador.
  • Establece un punto de encuentro seguro: Acuerda con tu red de apoyo un lugar seguro al que dirigiros, que esté en una zona alta (al menos 30 metros sobre el nivel del mar) y a más de 1.5 kilómetros de la costa. Puede ser la casa de un familiar o un edificio público designado como refugio.

3. Prepara tu "Mochila de Emergencia" adaptada: Tu mochila debe ser ligera y contener lo indispensable para 72 horas.

  • Medicación esencial: Un suministro para al menos 7 días, con una lista de las dosis y los horarios. Incluye también una copia de las recetas.
  • Necesidades específicas: Gafas o lentillas de repuesto, baterías para audífonos, bastón plegable, sondas, material de ostomía, pañales para adultos, etc.
  • Información médica: Un pequeño informe con tu condición, alergias, tipo de sangre y el contacto de tus médicos.
  • Documentación: Copias de tu DNI, tarjeta sanitaria e informe de discapacidad.
  • Básicos de emergencia: Linterna, radio a pilas, silbato (muy importante para pedir ayuda), agua embotellada, comida no perecedera y algo de dinero en efectivo.

4. Regístrate en los Servicios de Emergencia:

  • Contacta con los Servicios Sociales o la oficina de Protección Civil de tu ayuntamiento.
  • Infórmales de tu situación y regístrate como persona que podría necesitar asistencia especial en caso de una evacuación. Esto es crucial para que los equipos de rescate sepan de tu existencia y tus necesidades.

DURANTE un tsunami (actuación ante una alerta)

Si se activa una alerta o detectas las señales naturales, la rapidez es vital.

1. Reconoce las señales de alerta:

  • Oficiales: Sirenas, mensajes de alerta masiva en tu móvil (sistema ES-Alert), anuncios por radio y televisión.
  • Naturales (no esperes a la alerta oficial si ocurren):
    • Un terremoto fuerte que te impida mantenerte en pie.
    • Un retroceso o subida repentina y extraña del nivel del mar.
    • Un rugido fuerte y continuo que proviene del océano.

2. Evacúa inmediatamente:

  • Activa tu red de apoyo: Llama a tu "compañero de evacuación".
  • Sigue tu plan de evacuación: No improvises. Dirígete a tu punto de encuentro seguro por la ruta accesible que ya habías planeado.
  • Coge tu mochila de emergencia SOLO si está a mano. Tu vida es más importante que tus pertenencias.
  • Si usas silla de ruedas, andador o bastón, no lo dejes atrás. Es tu herramienta de movilidad.
  • Si necesitas ayuda para salir, haz ruido: Usa tu silbato, golpea cacerolas o grita para alertar a tus vecinos o a tu red de apoyo.

3. Si NO puedes evacuar a tiempo:

  • Busca altura vertical: Sube a la planta más alta de un edificio sólido (de hormigón armado, preferiblemente).
  • Como último recurso, sube al tejado.
  • Si te arrastra el agua, agárrate a algo que flote (un tronco, una puerta) para mantenerte a flote.

DESPUÉS del tsunami (la seguridad continúa)

La emergencia no termina con la primera ola.

1. No vuelvas a la costa: Pueden llegar más olas, a veces más grandes que la primera, durante varias horas. Espera a que las autoridades confirmen que el peligro ha pasado por completo.
2. Mantente informado: Usa la radio a pilas para escuchar las instrucciones de los servicios de emergencia.
3. Comunícate con prudencia: Avisa a tus familiares y a tu red de apoyo de que estás a salvo. Utiliza mensajes de texto (SMS o WhatsApp) en lugar de llamadas para no saturar las redes.
4. Revisa tu estado de salud: Si estás herido, intenta aplicar los primeros auxilios y pide ayuda. Informa si has perdido tu medicación o equipo médico esencial.
5. Ten cuidado: Aléjate de edificios dañados, cables eléctricos caídos y ten cuidado con el agua estancada, que puede estar contaminada.

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