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La Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer 2024 ofrece una nueva fotografía de la situación de la violencia machista en España y confirma que sigue siendo una realidad que afecta a millones de mujeres. Según este estudio, el 30,3 % de las mujeres de 16 años o más, residentes en el país, han padecido algún tipo de violencia ya sea sexual, física, psicológica o económica, por parte de su pareja o expareja a lo largo de su vida.
Los resultados fueron presentados por la ministra de Igualdad, Ana Redondo, acompañada por la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, quienes subrayaron la necesidad de reforzar políticas públicas debido a la persistencia y gravedad de estas cifras.
El informe dedica especial atención a las mujeres con discapacidad. Entre ellas, el 16,4 % asegura que su discapacidad es consecuencia directa de la violencia física, sexual o emocional ejercida por una pareja en algún momento de su vida. Este dato evidencia la especial vulnerabilidad de este colectivo y las consecuencias permanentes que pueden derivarse de la violencia machista.
Menores expuestos a la violencia machista
Otro de los puntos clave del estudio es la estimación del número de menores que viven en entornos violentos. Entre 208.861 y 458.134 niños y niñas residen en hogares donde la mujer, generalmente la madre, aunque no exclusivamente, sufre violencia física o sexual ejercida por su pareja.
Además, el 40,7 % de las mujeres que han experimentado violencia machista en el último año convive con menores, lo que sitúa a muchos niños en una situación de exposición continuada al maltrato.
La macroencuesta se elaboró a partir de 11.894 entrevistas, un 24,3 % más que en la edición anterior de 2019. El trabajo de campo se desarrolló entre el 20 de septiembre de 2024 y el 30 de abril de 2025, ampliando el alcance de la muestra para mejorar la precisión de los resultados.
Entre las mujeres que han sufrido violencia física o sexual por parte de una pareja, el 76,9 % afirma haberla experimentado en múltiples ocasiones, y el 39,2 % de ellas asegura que esta situación se prolongó durante más de cinco años.
Violencia económica y psicológica
El informe también examina en detalle la violencia económica. El 11,7 % de las mujeres reconoce haberla sufrido en algún momento. Este tipo de maltrato incluye comportamientos como controlar los gastos, utilizar de manera indebida las tarjetas de la mujer o dejar de pagar facturas compartidas. Si se añade el impago de pensiones alimenticias, la prevalencia total de la violencia económica asciende al 13,5 %.
La investigación refleja que la violencia psicológica y la económica son casi omnipresentes en los casos donde existe violencia física o sexual: el 95,6 % de estas mujeres también padeció alguna de estas formas de control o maltrato.
Además, existe una clara relación entre el reparto desigual del poder económico dentro de la pareja y la violencia: cuando la pareja es quien toma todas las decisiones económicas, el riesgo de sufrir violencia machista se multiplica por cinco respecto a las mujeres que deciden en igualdad.
Búsqueda de ayuda y consecuencias del maltrato
Pese a la gravedad de estas situaciones, solo el 16,8 % de las mujeres que sufrieron violencia física, emocional o sexual denunciaron en la policía o en un juzgado. No obstante, el 71,7 % sí compartió su experiencia con alguien de su entorno cercano.
El estudio también muestra que el 67,7 % de las mujeres que sufrieron violencia por parte de una expareja terminó la relación debido al maltrato. Sin embargo, entre las mujeres mayores de 75 años, esta cifra se reduce drásticamente hasta el 26 %.
Las secuelas psicológicas son muy frecuentes: el 73,5 % de quienes sufrieron violencia física, sexual o emocional manifestaron efectos emocionales negativos, cifra que asciende al 82,6 % en los casos de violencia física o sexual. Asimismo, el 48,4 % sufrió lesiones físicas.
La violencia machista deja consecuencias que pueden perdurar durante años. El estudio revela que la probabilidad de haber tenido intentos de suicidio es once veces mayor entre las mujeres que han padecido violencia física o sexual frente a aquellas que nunca sufrieron este tipo de maltrato.
Violencias sexuales fuera de la pareja, acoso y violencia digital
Más allá del ámbito de la pareja, el 14,5 % de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia sexual fuera de esta relación. El 7,4 % vivió estos episodios antes de los 15 años. Entre ellas, el 13,8 % tenía menos de seis años en el primer episodio, y el 46,2 % tenía entre seis y diez.
El 3,1 % ha sido víctima de violación, mientras que el 12,7 % sufrió otras formas de violencia sexual. La mayoría de los agresores eran personas conocidas por la víctima: 23,1 % familiares y 62,7 % amigos o conocidos.
El acoso sexual también tiene una incidencia elevada: el 36,2 % de las mujeres mayores de 16 años lo ha sufrido alguna vez. Durante la infancia, el 16,2 % vivió experiencias de acoso sexual.
En cuanto al acoso mediante tecnologías digitales, el 9,4 % recibió mensajes sexualmente explícitos no deseados. Otros (12,2 %) han sufrido algún tipo de acoso digital a lo largo de su vida. La prevalencia es particularmente alta en mujeres jóvenes: afecta al 28 % de las chicas de 16 a 17 años y al 34,5 % de las de 18 a 24. En cambio, es muy poco frecuente entre mujeres de 65 o más años (0,7 %).
Nuevos enfoques metodológicos
Finalmente, las responsables del estudio explicaron que esta edición no es directamente comparable con las macroencuestas de 2015 y 2019, ya que incorpora cambios metodológicos destinados a mejorar la medición de la violencia sexual y el análisis de situaciones que afectan especialmente a mujeres con discapacidad en materia de violencia machista.
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