Ya me he vacunado contra la Covid-19: ¿Puedo hacer vida normal?

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01/04/2021 - 08:00
Una persona recibe la vacuna de la covid-19.EUROPA PRESS

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Si ya has sido vacunado contra la Covid-19: ¡Enhorabuena! En segundo lugar, tendrás que asumir que nada habrá cambiado hasta que pase el tiempo-promedio necesario para que el mecanismo de inmunización inducido por la vacuna alcance su máximo de eficiencia, que dependerá del tipo de vacuna recibida.

Como en otras tantas otras etapas de esta pandemia que estamos viviendo, la información no se difunde como debería. Es necesario, tener a mano un listado de cosas que uno tiene que saber tras ser vacunado. De esta forma tendremos claro qué hay que hacer (o que no hay que hacer) tanto para asegurar nuestra propia seguridad y para garantizar la de los demás.

Siete puntos que un vacunado de Covid-19 debe saber

  1. Estás inmunizado por lo que, en principio y en teoría, tienes pocas probabilidades de desarrollar la enfermedad. Pero, ¡cuidado!, sí que puedes contagiarte. Dicho de otra forma, la vacuna te protege (estadísticamente) para no enfermar de COVID-19 pero no evita que el SARS-CoV-2 entre en tu cuerpo. Por eso es muy importante recalcar que, aunque las vacunas tiene un altísimo porcentaje de efectividad y eficacia, siempre quedará la duda del contagio.
  2. Aunque tu inmunización será, con alta probabilidad, efectiva, sí que puede verse reducida. Las vacunas actuales usan como referencia antigénica la proteína S del SARS-CoV-2 que primero se secuenció, esto es, la de la corona de la cepa china original generada en Wuhan. Por eso, si se producen mutaciones que afecten a dicha proteína, puede alterarse el efecto neutralizador de los anticuerpos. De hecho, esto es lo que ha pasado con la cepa sudafricana (B.1.351), aunque no con la británica (B.1.1.7) ni con la brasileña (P1).
  3. Las farmacéuticas, consecuentemente, irán incorporando las secuencias mutantes en los sucesivos procesos de fabricación de vacunas. Pero como la evolución sigue su curso sin detenerse, irán surgiendo nuevas cepas que coexistirán con las anteriores. El problema, por tanto, es que a priori no se puede saber con qué cepa de virus, en concreto, se va a contactar.
  4. Como no se están secuenciando todos los casos de COVID-19, no se sabe si las reinfecciones se deben a cepas diferentes a las causantes de la primera enfermedad (contra la que se supone que hemos adquirido inmunidad al superarla), o si, por el contrario, se trata de la misma y hemos perdido la inmunidad con el paso del tiempo (lo que sería mucho peor).
  5. Si has sido vacunado, estás inmunizado, pero no esterilizado. Esto quiere decir que puedes ser una fuente de contagio para las personas que no están vacunadas, lo que incluye tus pertenencias, tu ropa y todo aquello que caiga bajo tu radio de acción.
  6. Tampoco sabemos si eres portador del virus. Puedes estar infectado de nuevo por el SARS-CoV-2 y ser completamente asintomático. Por eso, aunque tu carga viral será reducida (algunos estudios avanzan que mínima), puedes seguir siendo peligroso para un no vacunado.
  7. No sabemos aún por cuánto tiempo será efectiva la inmunización generada por las vacunas. Recuerda que todas las investigaciones están generándose a tiempo real y todo el planeta está actuando como un macro laboratorio donde los cobayas somos los humanos.

Es, por lo tanto, muy improbable enfermar de COVID-19 estando vacunado

Pero, hay que tener muchísimo cuidado y no olvidar las normas y restricciones para frenar la pandemia. Si te contagias y desarrollas la enfermedad, las consecuencias serán muchísimo más leves porque tu carga viral será mucho menor. 

En el caso de tener la mala suerte de ser diagnosticado con COVID-19 una vez vacunado, la tasa de hospitalización es un 60 % menor en los vacunados que en los no vacunados.

La vacunación masiva tiene un efecto beneficioso fundamental: al romperse la cadena de transmisión, se dificulta la propagación del SARS-CoV-2. Éste es el punto clave para terminar con la pandemia y empezar a relajar las molestas medidas de seguridad, como el uso de mascarillas, el mantenimiento de la distancia de seguridad o la restricción de movilidad.

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