Los zoos clandestinos son una amenaza silenciosa para la biodiversidad

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04/09/2025 - 17:30
Especies de aves rescatadas de zoos clandestinos

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La Guardia Civil ha puesto al descubierto un caso alarmante en la localidad castellonense de Nules: un zoológico ilegal en el que convivían más de 150 ejemplares exóticos pertenecientes a 56 especies diferentes, muchas de ellas incluidas en listados de protección internacional por encontrarse en peligro de extinción.

Este hallazgo no solo destapa la existencia de mas zoos clandestinos y redes dedicadas a la explotación animal, sino que también evidencia el grave impacto que estas prácticas tienen sobre la biodiversidad y el cumplimiento de normativas internacionales como el convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).

El alcance del problema

Los animales que acaban en estos recintos ilegales suelen haber sido arrancados de sus hábitats de manera ilícita, lo que provoca un descenso drástico de sus poblaciones silvestres. Al operar en la sombra, estos zoos clandestinos no cumplen ninguna normativa sanitaria, ética ni de conservación, convirtiéndose en focos de maltrato animal y de riesgo para la salud pública debido a posibles zoonosis.

Organizaciones especializadas, como Ecoticias, advierten de que el comercio no regulado de fauna es una de las mayores amenazas para la conservación global. Además, alimenta un mercado negro multimillonario que se aprovecha de la demanda de mascotas raras y de colecciones privadas.

Operaciones recientes contra zoos clandestinos e ilegales

El caso de Nules no es aislado. En los últimos años se han detectado numerosos núcleos de zoos clandestinos en España:

  • Marzo de 2022: la Policía Nacional intervino en Cataluña en una operación contra narcotraficantes. Además de incautar 10.000 plantas de marihuana y dos granjas de criptomonedas, los agentes descubrieron un zoológico con 59 reptiles exóticos. De ellos, 33 estaban en peligro de extinción y carecían de la documentación obligatoria. Algunos ejemplares podían alcanzar un valor de hasta 30.000 euros en el mercado negro.
  • Febrero de 2022: una acción conjunta de la Guardia Civil y el Ministerio de Transición Ecológica permitió incautar 421 especímenes protegidos tras más de 1.000 inspecciones en Cádiz, Málaga y Toledo. Los registros incluyeron aeropuertos, recintos aduaneros, anticuarios y zoológicos.
  • Noviembre de 2021: en Madrid, agentes hallaron en un domicilio 49 animales disecados y 132 piezas talladas en marfil. Entre los restos había especies tan diversas como linces, leopardos, cocodrilos y primates.
  • Agosto de 2021: en Cáceres se descubrió un núcleo con 109 perros de caza sometidos a mutilaciones prohibidas por el Convenio Europeo sobre Protección de Animales de Compañía.
  • 2020 en Lorca (Murcia): se localizaron 572 animales en condiciones de abandono y maltrato. Las instalaciones presentaban hacinamiento, falta de agua y comida en mal estado. Entre los ejemplares se contaban caballos, mapaches, pavos reales y numerosas aves exóticas, algunas protegidas por la CITES.

El negocio detrás del tráfico de especies

El comercio ilegal de fauna es considerado uno de los negocios ilícitos más lucrativos del mundo, al mismo nivel que el tráfico de armas y drogas. Según WWF, mueve entre 10.000 y 20.000 millones de euros cada año.

En el caso de Nules y los zoos clandestinos, los daños ocasionados a la fauna silvestre superan los dos millones de euros, mientras que el valor de mercado de los animales incautados se ha estimado en unos 70.000 euros por ejemplar.

Este delito, además de poner en riesgo la supervivencia de numerosas especies, se ha convertido en una fuente de ingresos para redes criminales internacionales, e incluso para grupos armados en regiones de África.

Consecuencias legales y sanciones

El tráfico de especies está regulado por la CITES, que obliga a los países miembros a imponer sanciones a los infractores. En España, la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad establece multas, decomisos y penas de prisión de hasta dos años por delitos contra la flora y fauna protegida.

A esto se suma la reforma de la Ley Orgánica 3/2023, que endurece las sanciones contra el maltrato animal. Las conductas que provoquen lesiones, abandono o muerte de animales pueden conllevar penas de prisión de 3 a 18 meses y la inhabilitación para la tenencia o el ejercicio de actividades relacionadas con animales durante varios años.

Impacto ambiental del tráfico de fauna

Los efectos de este comercio de los zoos clandestinos van mucho más allá del sufrimiento individual de los animales. La extracción de especies de su medio altera equilibrios ecológicos, rompe cadenas tróficas y puede desencadenar consecuencias en cascada para todo un ecosistema.

Ejemplos como el guacamayo de Spix o el cocodrilo filipino muestran cómo especies enteras han llegado al borde de la extinción debido a la presión del mercado ilegal. Anfibios, reptiles y aves son especialmente vulnerables por su alta demanda y facilidad de transporte.

Una lucha que continúa

El desmantelamiento del zoológico ilegal de Nules representa una victoria, pero también pone de manifiesto la magnitud de un problema que sigue creciendo. La combinación de lucro económico, falta de sanciones ejemplares y demanda constante de animales exóticos asegura que los zoos clandestinos y el tráfico ilegal de especies continúen siendo una amenaza seria tanto para la biodiversidad como para la seguridad pública.

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