Detenido un hombre por asesinar a su mujer y a su hija en Vizcaya

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11/03/2020 - 19:24
Encuentran al presunto asesino en Portugalete

Lectura fácil

Un varón de unos 60 años de edad ha asesinado a su esposa y a su hija, de unos 30 años, en el municipio vizcaíno de Abando. Según fuentes cercanas a la investigación, el presunto asesino había comentado esta mañana en un bar de localidad que había perpetrado este crimen y un testigo de la conversación alertó a la Ertzaintza.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad, han detenido al presunto asesino de su mujer y su hija en Abanto tras localizarle en unos trasteros de Portugalete en estado semiconsciente después de que intentara suicidarse.

El Mundo, informa que la Ertzaintza ha revelado que el sospechoso, de unos 60 años, es el marido y padre de la mujer y la hija asesinadas. Las mujeres han sido halladas sin vida con signos de violencia en una vivienda del barrio de Sanfuentes, en el municipio vizcaíno de Abanto-Zierbena.

Nuevo caso de violencia de género

Tras recibir el aviso, la Ertzaintza ha localizado los cuerpos sin vida de las dos mujeres.

Tras montar un dispositivo de búsqueda, el presunto asesino ha sido localizado en la cercana localidad de Portugalete, oculto en unos trasteros.

Al lugar ha acudido una ambulancia que le ha trasladado a un centro hospitalario.

Perfil del maltratador

María Castellano, es una estudiosa de esta realidad y del perfil de un 'maltratador'. La experta explica en XL Semanal que: “No hay relación directa entre personalidad y conducta. Lo importante es ver en el agresor rasgos de venganza, orgullo, odio, revancha, depresión y pérdida de las ganas de vivir. Estos son los sentimientos que llevan a la decisión de matar y de matarse. se dan más en unas personalidades que en otras”.

1. Se trata de un hombre de carácter duro, preocupado por su imagen social y la de su familia. Muy rígido y exigente, que impone cómo deben hacerse las cosas de cara al qué dirán.

2. Es dominante e impone sus normas. Estas relaciones pueden ser muy largas, un matrimonios de años.

3. Si la mujer intenta recuperar su espacio, no lo acepta. Insulta, humilla, prohíbe y llega a la agresión física, generalmente ‘leve’: golpes, empujones, patadas.

Ante la violencia de género, cuando la mujer denuncia y la situación se hace pública, el rechazo social indigna al hombre. Las medidas judiciales incrementan la hostilidad, el odio, el resentimiento y el deseo de venganza. Puede acabar con la vida de la mujer. No se agrede a sí mismo.


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