La Unesco resalta los retos en educación, ciencia y cultura en Afganistán

Ha pasado un mes desde que los talibanes tomaran Afganistán. Tras una evacuación acelerada de los colaboradores internacionales y de población afgana, cerca de 80.000 personas, Afganistán quedó definitivamente en manos del régimen talibán a partir del 31 de agosto.

Muchos se preguntan qué sucederá después de los veinte años que ha durado la democracia que se instauró en el país tras la entrada de las tropas de Estados Unidos en 2001. Por el momento, ONGs como Acción contra el hambre permanecen en el país mientras el G7 condicionó la relación con los talibanes a la presencia de un corredor humanitario y la ONU, que se ha comprometido a permanecer para dar asistencia a la población, amenaza con congelar los fondos de ayuda internacionales ante posibles sanciones contra el nuevo gobierno.

Para la Unesco, que impulsa programas para reforzar el sistema educativo, proteger el patrimonio cultural y aumentar la capacidad científica en la región, ha pedido que se mantengan los "progresos logrados" en materia de derechos humanos, educación y estándares internacionales.

La tasa de alfabetización ha aumentado en Afganistán, aunque aún necesita un gran impulso

Según la Unesco, en el país se ha producido un aumento "significativo" del 34 % (2002) al 43 % (2020) de la tasa de alfabetización. Desde 2006 ha desarrollado lo que califica como el mayor programa de alfabetización de la historia del país, con 1.242.000 alumnos, 800.000 de ellos mujeres y niñas. Lo ha hecho con el apoyo de aliados como Dinamarca, Japón, Noruega, Suecia, agencias de la ONU y organizaciones de la sociedad civil de Afganistán a través de programas que también han formado a 45.000 agentes de policía. "Nada debe obstaculizar el derecho fundamental a la educación, especialmente para las niñas y las mujeres", declaró a mediados de agosto la Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay.

No obstante, la Unesco cifra en 12 millones de jóvenes y adultos (mayores de 15 años) los que siguen sin saber leer y escribir. Es una pena que a día de hoy todavía haya lugares en el mundo con alfabetización, y más aún con semejantes datos.

También ha reforzado y aumentado las competencias en Afganistán y ha formado a miles de funcionarios afganos. En el sector de la educación, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU esenciales para el progreso de la humanidad, aseguran haber formado a 741 funcionarios de planificación de las 34 provincias. Respecto a la cultura, han formado a conservadores y profesionales de museos, así como a especialistas en cultura, con el fin de realizar inventarios y supervisar el patrimonio.

La Unesco ha fomentado el patrimonio y la ciencia

Respecto a la conservación del patrimonio, han llevado a cabo operaciones de salvaguardia "a gran escala" para la preservación de los restos del Valle de Bamiyán y del Minarete de Jam junto con otros monumentos emblemáticos de la identidad afgana, cuya conservación califican de "crucial para la cohesión nacional".

Han creado el Centro Cultural de Bamiyán para acoger exposiciones y cursos, así como concursos de fotografía que en 2017 dieron lugar a la Bienal de Fotografía de Kabul. La incertidumbre de la Unesco se dirige en ver qué sucederá con el tejido cultural y la creatividad en el país a partir de ahora.

La Directora General también pidió que se preservase el patrimonio cultural de Afganistán "en toda su diversidad, respetando plenamente el derecho internacional, y que se tomen todas las precauciones necesarias para proteger el patrimonio cultural de los daños y los saqueos". Insisten en la necesidad de garantizar un entorno de trabajo seguro para los profesionales del patrimonio cultural y los artistas locales, "que desempeñan un papel fundamental en la cohesión nacional y el tejido social de Afganistán".

La riqueza y la diversidad del patrimonio de Afganistán incluye sitios como la Ciudad Vieja de Herat, los sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco como el Minarete y vestigios arqueológicos de Jam y el Paisaje cultural y vestigios arqueológicos del Valle de Bamiyán.

En cuanto a las ciencias, desde 2018, el programa Física sin Fronteras, que gestiona el Centro Internacional Abdus Salam de Física Teórica (CIFT) de la Unesco, ha estado trabajando con la Universidad de Kabul para ayudar a la facultad a desarrollar planes de estudio en física. La Unesco cifra en 400 los estudiantes afganos que acudieron para estudiar estos cursos.

Otra de los asuntos por los que vela Afganistán es por la libertad de los periodistas, donde, según indica la Unesco, hay uno de los ecosistemas mediáticos "más dinámicos" a nivel regional, con 1.879 medios de comunicación activos, 203 canales de televisión, 349 emisoras de radio y 1.327 periódicos. En 2020 trabajaban en ellos 1.741 mujeres profesionales de los medios de comunicación, de las cuales 1.139 eran periodistas. Además de los 81 periodistas asesinados entre 2006 y 2021, 7 de ellos en agosto, la organización internacional estima que solo entre septiembre y febrero de 2021, casi una de cada cinco mujeres periodistas dejó la profesión por las violencias y amenazas constantes.

En suma, la Unesco considera que Afganistán ha conseguido grandes avances en el desarrollo del país y han configurado una sociedad "muy diferente" a la de hace 20 años. Así, se compromete a "intensificar su apoyo al pueblo afgano". "Teniendo en cuenta los logros alcanzados en los últimos veinte años, la Organización desea recordar a la comunidad internacional los retos que debe afrontar en sus ámbitos de competencia, para que sirva de referencia en el futuro".