Covid-19: Analizamos (y desmontamos) los argumentos de los no vacunados

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20/12/2021 - 09:41
Manifestación de gente no vacunada contra la Covid

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Para muchos, las vacunas han sido uno de los mayores avances en materia de salud de los últimos años. Han ayudado a erradicar enfermedades que en un pasado parecían imparables y juegan un papel importante en el aumento de nuestra expectativa de vida. Sin embargo, hay otro grupo de la población que piensa totalmente lo contrario.

Los antivacunas pueden tener sus razones, e incluso creer que la ciencia les ampara, pero no es así. Y menos aún en tiempos de Covid-19.

Internet tampoco ayuda. En ningún campo hay más mitos y leyendas urbanas que en el de la salud. Por eso no es de extrañar que cuando llegó la pandemia abundasen también las informaciones falsas.

Una de las cosas que a mí más me irrita del movimiento de los no vacunados es su excesiva dependencia de las falsas autoridades: publicaciones (a menudo en revistas sin valor) o comentarios de individuos que parecen tener todas las credenciales para discutir sobre las vacunas, pero que en realidad no están ni por asomo cerca del reconocimiento científico.

Primero fueron Bosé y Bunbury con sus tweets, en los que acusaban al "eugenésico" Gates de crear vacunas con microchips para controlar la población mundial, luego el cardenal Antonio Cañizares aseguró que una de las vacunas que se está investigando "se fabrica a base de células de fetos abortados".

No hay ninguna base científica para estas afirmaciones, que fanáticos de todo pelo tienen la osadía de soltar así como así, ajenos (quiero pensar) al daño que hacen.

Repasemos esos bulos, porque el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha hecho públicos los principales resultados de la encuesta preliminar en la que busca conocer los argumentos que emplean los no vacunados contra la Covid-19. Este sondeo, enmarcado en el estudio Cosmo-Spain de conocimientos y percepción social de la pandemia, se basan en el análisis de 2.312 respuestas obtenidas a la pregunta “¿Por qué no se ha vacunado contra la Covid-19?” entre el 1 y el 19 de octubre mediante un cuestionario ‘online’ lanzado a través de WhatsApp y distintas redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn del ISCIII.

Los argumentos de los no vacunados, desmontados uno a uno

En Maldita.es responden a los principales motivos que alegan las personas que han contestado a esta encuesta. Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la COVID-19 con el apoyo de Google News Initiative.

“Las vacunas se han desarrollado muy rápido, no son seguras o están en fase experimental”

Maldita.es recuerda que desde que se notificó el primer caso oficial de Covid-19 en China hasta que se autorizó una vacuna contra esta enfermedad por parte de los principales reguladores de medicamentos (como la EMA o la FDA) pasó menos de un año. Nunca antes se ha logrado desarrollar una vacuna tan rápido para una enfermedad.

Pero esta velocidad no ofrece la imagen completa de lo que hay detrás para haber logrado este hito: las plataformas de vacunas con tecnología de ARN mensajero llevan investigándose desde hace décadas; se han aprovechado los conocimientos de otros coronavirus como el SARS 1 (2002) o el MERS (2012); las fases de estudio por las que tiene que pasar una vacuna antes de aprobarse se han optimizado, permitiendo que se investiguen en paralelo varias fases en lugar de una detrás de otra y evaluando los resultados durante el desarrollo de los ensayos; y las agencias reguladoras han dado prioridad al trabajo burocrático que supone la aprobación de estas vacunas.

A pesar de esta rapidez en el desarrollo, las fases de investigación (de una vacuna o un nuevo fármaco) son sumamente estrictas y las vacunas aprobadas han cumplido todos los pasos necesarios para garantizar su seguridad, inmunogenicidad (capacidad para producir una respuesta inmune) y eficacia protectiva (con ensayos clínicos aleatorizados a un gran número de personas). Incluso cuando se cumplen todas estas fases (preclínica en animales y fases 1, 2 y 3 en humanos), las vacunas se siguen observando en una cuarta fase de la investigación, en la que ya están aprobadas y se monitorizan los efectos a largo plazo en la población en general. Gracias a todos estos pasos se garantiza la seguridaden los productos sanitarios aprobados y, de no ser así, no llegan a aprobarse o se retiran una vez se ha dado el visto bueno.

“Malas para la salud”

Frente al argumento de que “las vacunas son malas para la salud y me preocupan sus efectos secundarios”, Maldita.es reconoce que ante un nuevo producto sanitario como una vacuna es lógico cuestionarse si existen efectos secundarios que no se han encontrado durante la fase de investigación. Por esta preocupación, las agencias de medicamentos cuentan con sistemas de farmacovigilancia: organismos que se dedican a recopilar nuevos efectos adversos e investigar si son graves o si están relacionados con las vacunas contra la Covid-19.

En España, este sistema realiza informes periódicos de farmacovigilancia, tanto de las vacunas como de otros medicamentos; y permite que cualquier persona, sea profesional sanitario o no, pueda notificar un posible efecto adverso a través de la médica/o de cabecera o del portal NotificaRAM.

En Maldita.es han recopilado los efectos secundarios más frecuentes de la vacuna contra la Covid-19, cuánto suelen durar y qué se debe hacer si persisten. Según la Aemps, estos efectos “son leves, de corta duración y no todas las personas las sufren”: fiebre, dolor en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, mareos. En la mayoría de casos, estos síntomas son un signo normal de que el organismo está creando protección contra la Covid-19.

“No necesito vacunarme”

Ante quienes creen que por estar sanos no necesitan vacunarse, desde Maldita.es recuerdan que cada vez se sabe más sobre a quién afecta de manera más grave el coronavirus y su enfermedad: personas en edad avanzada, con problemas pulmonares, enfermedades del corazón, trastornos cerebrales y del sistema nervioso, con diabetes u obesidad o con sistema inmune débil. Pensar que por no pertenecer a ninguno de estos grupos se está a salvo de la Covid-19 y no hay motivo para vacunarse es un error.

En primer lugar, existe la posibilidad de contraer la enfermedad y desarrollarla de forma grave, incluso gozando de buena salud, requiriendo de hospitalización o incluso llegando al riesgo de muerte. En segundo lugar, las personas que han contraído la Covid-19 y la han superado pueden sufrir otros problemas de salud posteriores a la enfermedad del coronavirus varias semanas o meses después. Y en tercer lugar, una persona sana sin inmunizar contra la Covid-19 puede transmitir el coronavirusa otras personas, exponiendo a gente que sí es más vulnerable y permitiendo que el coronavirus siga circulando entre la población. Con la vacuna se evitan o reducen al mínimo todos esos riesgos.

“Las vacunas no funcionan”

Además de las fases de investigación, la efectividad de estas vacunas se sigue estudiando y analizando en la población para comprobar si los buenos resultados obtenidos en el laboratorio se replican en la vida real. A día de hoy, los datos siguen demostrando que funcionan: las personas vacunadas al completo tiene muchísimo menos riesgo de morir por Covid-19, requerir de una hospitalización o desarrollar la enfermedad grave.

A pesar de la vacunación, puede haber gente que siga enfermando gravemente de Covid-19 o datos que apunten a que haya más hospitalizados por la enfermedad que tengan la pauta completa que aquellos que no se han vacunado.

Para denunciar bulos como estos relacionados con la desinformación de las vacunas contra la Covid-19, Maldita.es dispone de una canal de WhatsApp a través del número +34 644 229 319 para que cualquier persona pueda comprobar automáticamente casos de desinformación que llegan a través del teléfono u otras vías.

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