Paracetamol, Aspirina, Ibuprofeno... medicamentos habituales que tienen más efectos secundarios que la vacuna de AstraZeneca

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12/04/2021 - 08:55
Bote de pastillas / Pixabay

Lectura fácil

Las dudas sobre los efectos secundarios asociados a la vacuna contra el coronavirus con AstraZeneca y la confirmación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de la vinculación de la vacuna con algunos de los casos registrados en personas vacunadas con ella han provocado una importante preocupación entre la población.

Las idas y venidas de las autoridades, prohibiendo y después autorizando la vacunación tampoco ayudan. Sin embargo, es una realidad que los efectos secundarios asociados a la vacuna de AstraZeneca son mucho menores que los que se asocian a medicamentos prácticamente de uso diario como pueden ser el Nolotil, el Ibuprofeno o incluso la Aspirina; pero a nadie se le ocurre dejar de utilizarlos, asumiendo que lo escaso de la probabilidad de estos efectos hace que, en realidad, sean totalmente seguros.

Toda medicación tiene riesgos, ninguna tiene un riesgo cero. En el caso de la vacuna de AstraZeneca es un riesgo muy bajo: por debajo de uno por 10.000 casos de efectos adversos.

Para tomar la decisión de vacunarse hay que tener en cuenta dos aspectos: el primero es que el riesgo cero no existe. Cada actividad que llevamos a cabo tiene un riesgo. El segundo es valorar qué gano si me vacuno y qué pierdo si me dejo de vacunar.

Efectos secundarios raros o frecuentes que hay que tener en cuenta siempre a la hora de tomar un medicamento y que los médicos se encargan de señalar, pero que existen

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha estimado que los "inusuales" trombos sanguíneos que han sufrido personas vacunadas con el fármaco contra el Covid-19 de AstraZeneca deben ser considerados como "efectos secundarios muy raros" del fármaco.

No obstante, en base a "todas las pruebas disponibles actualmente", incluyendo el asesoramiento de un grupo especial de expertos, la agencia considera que el balance entre riesgos y beneficios sigue siendo "positivo"

Ibuprofeno

Por ejemplo, el Ibuprofeno, que durante mucho tiempo se dispensó sin receta, incluye entre sus efectos secundarios riesgo de ataque al corazón o ictus, dependiendo de la dosis.

También reacciones cutáneas graves, úlceras pépticas o hemorragias gástricas.

Se trata de uno de los fármacos más vendidos en el país, más seguros y que más consumen casi a diario los españoles para acabar con dolores de cabeza, dolores musculares, fiebre o migraña.

Al igual que con el Ibuprofeno, cualquier fármaco puede desencadenar efectos adversos en mayor o menor medida no deseados en los pacientes. Estos efectos son el estreñimiento, la diarrea, los mareos o los zumbidos en los oídos.

Omeprazol

El Omeoprazol, inocente protector estomacal, puede producir jaqueca, diarreas, trastornos del suelo, mareos y náuseas. La probabilidad de sufrir estos efectos está entre el 1 % y el 2 %.

Al igual que sucede ahora con la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, el beneficio de todo este arsenal farmacológico supera con creces los riesgos que en un porcentaje muy bajo entrañan. En el caso de la vacuna, la Agencia Europea del Medicamento ha detectado 86 casos de trombos relacionados con su administración sobre un total de 34 millones de vacunados en Europa y Reino Unido. De ellos han fallecido 18 personas.

Nolotil

El Nolotil, calmante masivamente consumido, puede producir taquicardia, deterioro de la función renal, bajadas de tensión y problemas que en ocasiones pueden llegar al coma.

Aspirina

¿Y la Aspirina? La lista es también larga: Trastornos gastrointestinales, como úlcera de estómago, úlcera de intestino, sangrado gastrointestinal, dolor del abdomen, digestión pesada, ardor, acidez, molestias gástricas, náuseas y vómitos; trastornos respiratorios, como dificultad para respirar (asma, espasmo bronquial), congestión nasal y rinitis; urticaria, erupciones cutáneas, angioedema (inflamación e hinchazón que afecta a la cara, labios, boca, lengua o garganta, que puede causar dificultad al tragar o respirar) y picor, entre otros.

Paracetamol

El Paracetamol, también masivamente consumido, puede provocar daño renal y hepático, problemas sanguíneos (descenso de glóbulos blancos y alteraciones de la hemoglobina), trastornos del sueño, inflamación del tejido pulmonar.

Asimismo, el paracetamol ha sido asociado al desarrollo de neutropenia, agranulocitopenia, pancitopenia y leucopenia. 

Píldora anticonceptiva

La píldora anticonceptiva avisa, en sus contraindicaciones y riesgos, de que se debe prestar mucha atención a cualquier síntoma de trombosis, pues aumenta la posibilidad de sufrir estos problemas.

Antidepresivos

Los antidepresivos puede producir también aumento del nerviosismo y la ansiedad.

  • Los antiinflamatorios, en general, problemas de tensión.
  • Los medicamentos contra el colesterol, dolores y calambres musculares.
  • Los antihistamínicos, somnolencia...

Y eso por no hablar de los problemas en el sistema circulatorio que puede causar la Viagra, y de los que tanto se habló en su lanzamiento. Pero en todos los casos se trata de efectos secundarios raros, normalmente ya conocidos y tratables, y cuyo efecto negativo es superado en mucho por sus beneficios.

Y no falta tampoco un argumento, sobre esta 'hiperinformación' sobre los efectos secundarios, que alude al hecho de que la vacuna de AstraZeneca es de producción británica post-Brexit y que su precio es varias veces inferior a las otras opciones.

Desde aquí pedimos tranquilidad porque estamos hablando de un número de casos adversos de trombos verdaderamente bajo y la vacuna es efectiva.

El riesgo-beneficio es claramente favorable en todos los grupos etarios, incluso en jóvenes. Y es que el número de episodios en el caso de los trombos cerebrales venosos es de 62 en una población de millones de personas vacunadas.

En el caso, por ejemplo del Ibuprofeno, el prospecto detalla que el consumo de este fármaco podría desencadenar una meningitis aséptica, o una prolongación del tiempo de sangrado, fotosensibilidad a la luz solar extrema o lesión hepática severa a razón de un caso por cada 10.000 pacientes.

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