'Asedio', una película que presenta un futuro desesperanzador donde el sistema no funciona adecuadamente

Si buscas una película de acción emocionante y tensa, Asedio es la opción perfecta. El director Miguel Ángel Vivas utiliza sabiamente el espacio para generar la sensación de urgencia y peligro, incluso en los lugares más opresivos.

Desde el comienzo de la película, el director nos cautiva con un espectacular plano secuencia que recorre un edificio habitado por migrantes, donde Natalia de Molina es la protagonista principal.

Vivas demuestra ser director excelente que sorprende al espectador en cada plano. El trabajo de cámara es excepcional, especialmente en una localización tan sofocante como esta. En definitiva, Asedio es una de las mejores películas de acción de los últimos años.

Asedio: Disturbios desde el escalón

Asedio tiene como protagonista a Dani (Natalia de Molina), una antidisturbios que se tiene que enfrentar a un complicado desalojo de un bloque de pisos habitado por personas migrantes.

Cuando está en medio de la operación, Dani encuentra por casualidad un dinero escondido y descubre así que existe una trama corrupta entre sus compañeros. Acorralada, la antidisturbios tendrá que apoyarse en las personas del edificio para poder encontrar una salida.

Un medio para la crítica social

Una experiencia inmersiva que nos traslada a un bloque de edificios en pleno desahucio donde todo es caos y puñaladas por la espalda. Metafórica y literalmente.

La protagonista será nuestro nexo con la película, ya que ella es la que sufre el acoso (de sus compañeros, de los inquilinos y del mundo en general), la forzada soledad y las necesidades económicas que la llevan a quedarse con el dinero que encuentra en un narcopiso.

‘Asedio’ nos lanza varios dilemas morales para que reflexionemos. Y gracias a la tensión que brota de la película, prácticamente nos veamos forzados a formar parte de ellos.

En el fondo de Asedio laten las personas migrantes, que son las que sufren el racismo institucional e intentan sobrevivir ante los manejos de un poder deshumanizador que, como mucho, los usa como mercancía. Para darles una entidad a estos personajes, la película acierta al ofrecer distintos perfiles sobre cómo acercarse al personaje de Dani. Incluso hay algún momento de pausa en el que se relativizan con inteligencia las contradicciones de la mirada blanca o europea sobre la realidad de estas personas.

También podríamos decir que es, ante todo, una película feminista, por mucho que las formas que use sean de tradición masculina. Al personaje de Natalia se le suman a los problemas que ya traía de casa todo tipo de vejaciones y agresiones que la hacen levantarse una y otra vez para luchar por su vida. Es por eso que Natalia es el ancla absoluta de la película, la única capaz de unir sus alardes técnicos y su crítica social, aunque a veces ‘Asedio’ se empeñe en separar ambas vertientes.