El 71 % de los niños con autismo sufre acoso escolar o exclusión en el entorno educativo

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24/06/2025 - 08:42
Un 71 % de chicos con TEA que sufren 'bullying' por exclusión social o acoso relacional.

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El acoso escolar es una realidad alarmante para miles de niños, pero los menores con Trastorno del Espectro Autista (TEA) son especialmente vulnerables. Según los últimos estudios y asociaciones especializadas, el 71 % de los niños con autismo ha sufrido acoso o exclusión en algún momento de su etapa educativa. Este dato refleja una problemática social urgente: la falta de inclusión real en los entornos escolares.

El acoso hacia estos menores se manifiesta de múltiples formas: burlas, aislamiento, agresiones físicas o verbales, y la negación de su participación en juegos o actividades. La dificultad para comprender códigos sociales o comunicarse como el resto de sus compañeros puede convertirles en blancos fáciles del maltrato.

Los niños con autismo, principales víctimas del acoso escolar

El 71 % de los niños con autismo ha sufrido situaciones de acoso por aislamiento y exclusión social, según ha explicado el presidente de Autismo España, Pedro Ugarte, quien ha alertado de la vulnerabilidad de estos menores.

La entidad y el Ministerio de Juventud e Infancia han suscrito un convenio para mejorar la detección precoz y prevención del acoso escolar y ciberacoso en los menores con TEA, así como la defensa de sus derechos digitales.

"Nuestros estudios sobre la situación actual son claros: los menores con autismo son especialmente vulnerables a sufrir situaciones de acoso y ciberacoso escolar. Un 71 % ha experimentado alguna situación de acoso por exclusión; estas situaciones son inaceptables para nuestra sociedad y merman todavía más su calidad de vida y su bienestar emocional", ha asegurado Ugarte en la sede del ministerio.

Las consecuencias del bullying en niños con TEA

El impacto del acoso escolar sobre un niño con autismo puede ser devastador. A su condición de base —que ya implica desafíos en la comunicación, el comportamiento o las relaciones sociales— se suma el trauma del rechazo y el miedo cotidiano.

Diversos estudios han señalado que los niños con TEA que sufren acoso presentan mayores niveles de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y retraimiento social. En muchos casos, el bullying tiene efectos a largo plazo que afectan su autoestima y su desarrollo académico.

Además, el aislamiento que sufren en la escuela puede extenderse al entorno familiar y social, dificultando aún más su integración y calidad de vida. En este contexto, la prevención y la sensibilización son claves.

Educar en inclusión: una tarea de toda la comunidad

La solución no pasa solo por sancionar a los agresores, sino por transformar el modelo educativo hacia uno realmente inclusivo y respetuoso con la diversidad. Esto implica formar al profesorado en competencias específicas para atender a alumnos con autismo, fomentar la empatía desde edades tempranas y crear protocolos de actuación ante el acoso.

Las familias también juegan un papel esencial. Su implicación junto con el apoyo de orientadores y psicólogos escolares puede marcar la diferencia. Es vital que los niños con TEA se sientan comprendidos, valorados y protegidos, y que no vivan la escuela como un lugar hostil.

Promover la convivencia, la diversidad y el respeto es una tarea compartida. Solo así se puede garantizar que todos los niños, sin importar su condición, tengan las mismas oportunidades de aprender y crecer en entornos seguros.

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