Algunas personas se plantean no tener hijos debido al cambio climático

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05/03/2020 - 16:00
Niños africanos, los más afectados por el cambio climático

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Estamos ante una época en la que la esperanza parece brillar, en ocasiones, por su ausencia. El futuro de la humanidad se encuentra en peligro, y es que muchos adultos se plantean no tener niños debido a la mala herencia que se les ha dejado con respecto al Medio Ambiente.

Las consecuencias del calentamiento global ya no son solo teóricas, los pronósticos se han vuelto más urgentes y los gobiernos demoran en tomar acciones.

Algunos estudios han indagado si influye algo el cambio climático con respecto a la decisión de la gente de tener niños o no. Esas entrevistas realizadas a más de una decena de personas, con edades comprendidas entre los 18 y lo 43 años, perciben el estado del Planeta como una gran amenaza.

El cambio climático es, en parte, el responsable de que los adultos no piensen en tener niños

"Una mujer de 32 años que siempre pensó que tendría hijos ya no puede justificarlo. Una mormona se ha rebelado a su religión y decidió adoptar en lugar de tener un hijo biológico" exponía el estudio.

También explicaban que una mujer de Ohio se convirtió en madre por primera vez después de quedar embarazada sin planearlo, y después decidió embarazarse de nuevo porque no quería que su hija enfrentara el colapso medioambiental sin compañía.

El caso es que ambas mujeres experimentaban una ola de cuestionamientos éticos que surgen por el calentamiento global, y las demás crisis que asolan al mundo.

Algunas de las madres entrevistadas para el estudio se preocupan por la calidad de vida que tendrán los niños cuando las costas se inunden, los incendios forestales sean más agresivos y el clima extremo se vuelva más común.

Otras piensan que tener un hijo es una de las acciones que más costos medioambientales tiene. Las cifras de natalidad muestran ese descenso en casi todas las sociedades.

El estudio refleja que la tasa de natalidad en Estados Unidos ha ido disminuyendo durante la última década, y llegó a un nuevo nivel en 2016.

Otro factor responsable del bajo número de niños nacidos es la inseguridad económica, pero incluso mientras la economía se recupera, el declive de la natalidad continúa y la discusión sobre el papel del cambio climático se intensifica.

“Cuando comenzamos este proyecto, no conocía a nadie que tuviera conversaciones sobre el tema”, dijo Meghan Kallman, cofundadora de Conceivable Future, una organización que señala cómo el cambio climático está limitando las alternativas reproductivas.

Los pronósticos sobre al cambio climático no reflejan una futura sociedad estable

Si no fuera por el cambio climático, dijo Allison Guy, ella dejaría de usar métodos anticonceptivos mañana mismo.

Los registros que realizan los científicos sobre el cambio climático en caso de que no se tomen acciones inmediatas, no son “congruentes con una sociedad estable”, expònía Guy, de 32 años, quien trabaja en una organización de la sociedad civil para la conservación de la vida marina en Washington.

“No quiero traer un hijo al mundo preguntándome si será para que viva en una especie de distopía al estilo de la película Mad Max” comentaba Guy.

Los padres como Amanda Perry Miller, de 29 años y madre de dos niños, además de ser líder de las juventudes cristianas, comentaba que “Los animales están desapareciendo. Los océanos están llenos de plástico. La población humana es tan grande que el planeta no será capaz de soportarlo de manera indefinida, lo que no ofrece un panorama muy alentador para la gente que trae a casa a un recién nacido”.

Tanto mujeres y hombres, liberales y conservadores y pertenecientes a varias regiones y religiones son los que han reflexionado sobre estos temas.

Cate Mumford, de 28 años, es mormona. Las creencias de los mormones se basan en que Dios les ha ordenado que “se multipliquen y pueblen la Tierra”. Y a pesar de sus creencias no podía quitarse de la cabeza otra frase de su doctrina que dice que “somos los cuidadores de la Tierra”.

Mumford, que es estudiante de posgrado en un programa conjunto entre las universidades Johns Hopkins y Brigham Young, cuenta que tiene planes de adoptar a un niño con su esposo.

Y a parte se le ha añadido otro problema, y es que algunos miembros de su iglesia han tenido reacciones violentas y la acusan de ir en contra de los designios de Dios. Sin embargo, ella dice que se siente justificada por los terribles pronósticos para el futuro.

Además contó que cuando realizó un viaje a China, lugar en el que la contaminación ambiental es una crisis nacional, lo único que se le pasaba por la cabeza era el sentirse aliviada al saber que no traerá al mundo un recién nacido para que sufran cómo los pequeños nacidos en el gigante asiático.

Para algunas personas, el deseo de ser padres no es fácil de obviar

“Si lo que quieres es una familia, no puedes simplemente hacer que ese sentimiento desaparezca por completo”, dijo Jody Mullen, de 36 años y madre de dos hijos, que vive en Nueva Jersey. “No puedes solamente decir: No es bueno para el medioambiente si los humanos siguen reproduciéndose, así que simplemente borro la idea”.

Además, también surgen las concesiones. Algunos padres deciden criar ciudadanos conscientes que podrían ayudar a combatir el cambio climático. Y algunos que quieren muchos hijos, deciden solo tener uno.

"Para Sara Jackson Shumate, de 37 años, que ya tiene una hija pequeña, un segundo hijo implicaría mudarse a una casa lejos de su trabajo como profesora en la Universidad Estatal Metropolitana de Denver. No está segura de que pueda justificar el impacto medioambiental de una casa más grande y un viaje más largo al trabajo." registraba el estudio.

“Algún día, mi esposo y yo ya no estaremos aquí. Si mi hija tiene que enfrentar el fin del mundo tal como lo conocemos, quiero que tenga a su hermano junto a ella” comentaba Perry Miller, madre y líder juvenil de Ohio.

Laura Cornish, de 32 años y madre de dos hijos, dijo que sintió “una disonancia bastante fuerte entre saber que la ciencia pinta todo muy mal y aún tener la esperanza de que su futuro estará bien”.

La gente que decide no tener hijos está acostumbrada a que la tachen de “egoísta”. Sin embargo, muchos de ellos consideran que su decisión es un sacrificio.

La maternidad es “algo que quiero”, dijo Elizabeth Bogard, de 18 años, estudiante de primer año de la Universidad del Norte de Illinois. “Pero aún es difícil para mí justificar mis deseos sobre lo que importa y lo que es importante para todos”.

Lo cierto es que esta actitud parece bastante común entre la gente que ha sufrido los efectos del cambio climático de primera mano.

Hemanth Kolla es originario de Hyderabad, en la India, donde la sequía y las abrasadoras olas de calor han causado muertes. Ahora vive en California, donde la amenaza de incendios forestales está en aumento y acaba de terminar una sequía de seis años.

Ella piensa que era incorrecto tener descendencia cuando no creía que el mundo pudiera ser un lugar mejor para su posible hijo o hija.

De la misma manera, Maram Kaff, del Cairo, dijo que la habían afectado profundamente las declaraciones de que algunas partes del Medio Oriente podrían ser demasiado calurosas para que los humanos las habiten para el 2100.

“He visto cómo tratan a los refugiados sirios que huyen de la guerra. Imagínate cómo van a tratar a mis hijos si tienen que dejar su país a causa del clima extremo, la sequía, la falta de recursos, las inundaciones comentaba Kaff en declaraciones al estudio publicado por el NYT.

“Sé que los humanos estamos genéticamente programados para la procreación”, dijo, “sin embargo, ahora mi instinto me dice que debo proteger a mis hijos de los horrores que les depara el futuro simplemente no trayéndolos al mundo”.

Kallman y Josephine Ferorelli, las fundadoras de Conceivable Future, dijeron que el sentimiento predominante en sus reuniones era el duelo y que la sola existencia de estas conversaciones debería provocar acciones políticas.

“Estas historias nos dicen que lo que está descompuesto es más grande que nosotros. El hecho de que la gente esté considerando seriamente no tener hijos por el cambio climático es la razón por la que debemos expresar nuestras exigencias” Josephine Ferorelli.

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